REAL MAESTRANZA / 7ª Feria de Abril

Victorino, a la baja, decepciona de nuevo

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Los toros de Victorino Martín han vuelto a decepcionar al público de la Maestranza. Presentados con seriedad y hechuras, adolecieron de falta de casta y fuerza, marcando un festejo en el que Ferrera brilló en banderillas, El Cid no se entendió con el quinto y César Jiménez dejó a medias la faena al tercero.

   

 El quinto toro fue devuelto a los corrales; el sobrero también debió hacer lo mismo. (FOTO: Matito)

GALERÍA GRÁFICA
AL NATURAL
El ‘speaker’, en busca y captura
LAS OTRAS IMÁGENES


Manuel Viera.-
 

     El simple hecho de que El Cid disponga de una técnica muy especial en el conocimiento de los toros de Victorino Martín hace que su actitud cobre la dimensión que no ha tenido esta tarde. Por otro lado, no se puede frenar la embestida, sea mala o peor, con la mano en la testuz. Mala cosa. Sé que Manuel tiene mucho toreo adentro. Es más: auguro que todavía le falta mostrar lo mejor, pero aún su estado de ánimo está bajo mínimos para poderlo hacer.    


Los ‘victorinos’ han dado al traste con la ilusión de muchos. A la seriedad y bonitas hechuras no se le unió el empuje, la raza, la bravura que denomina su encaste


El primero de la tarde voltea a Antonio Ferrera ne banderillas. (FOTO: Matito)


A Antonio Ferrera le avalan las banderillas. No se puede tener más valor y sangre fría para recrearse en la suerte pegado a las tablas y clavar al quiebro por los adentros. Así lo hizo con el tercer par al cuarto de la tarde


 

     De todas formas los ‘victorinos’ han dado al traste con la ilusión de muchos. De todos los que esperaban el cambio, brutal y necesario, con respecto a los corridos aquí la temporada anterior. Y no ha sido así. A la seriedad y bonitas hechuras no se le unió el empuje, la raza, la bravura que denomina su encaste. Aunque también al quinto -lidiado como sobrero- le faltó además presencia y seriedad para una plaza de la categoría de la Maestranza. Así que decepción absoluta en este tramo final de las ‘corridas toristas’ –lo de ‘torista’ es un decir- pese a que el tercero iba y venía embistiendo sin demasiadas complicaciones, y el quinto, el feo y flojo sobrero, metiera la cara sin demasiada pujanza.

     En este quinto estaban puestas todas las esperanzas para que el sevillano de Salteras le diera la vuelta a la tarde. Y no fue así. Aunque trazó el pase diestro con la templanza que le caracteriza se fue de inmediato en busca del detalle y del adorno para ocultar su inseguridad. Para colmo, lo poco bueno que El Cid hizo a derecha e izquierda no fue valorado por un público que desaprobó desde el inicio las hechuras y la flojedad del toro de Victorino. Mató mal y el silencio cayó como una pesada losa sobre Manuel.

     Al segundo, descaradamente complicado, no lo vio, enfrentándose de forma no satisfactoria a la difícil tarea de capturar las escasas y discontinuas embestidas de un toro falto de una mínima calidad. Desistió de inmediato, mató mal y le respetaron con ese silencio que sentencia y cabrea. 

     A Antonio Ferrera le avalan las banderillas. No se puede tener más valor y sangre fría para recrearse en la suerte pegado a las tablas y clavar al quiebro por los adentros. Así lo hizo con el tercer par al cuarto de la tarde. Fue lo mejor tras el espectacular segundo ejecutado al encuentro. Y el no menos interesante y dramático, también tercero, a su primer toro. Después ilustró, sin enfadarse, con este primer ‘victorino’ flojito y sin empuje, una larga faena cerca de las tablas -¿y por qué allí?- con pases a derecha e izquierda sin provocar atención en el público. Al complicado cuarto le realizó faena vibrante, con continuos cambios de manos, solventando coladas y parones. No acertó con la espada en el primero y finiquitó al cuarto de media estocada. En ambos fue silenciado.

     Bajo un fuerte aguacero, que pasó en un instante, le pegaron largo en la primera vara al tercero. El ‘victorino’, de complicaciones mínimas, acudía a la muleta de César Jiménez con no mal son, aunque aminoraba la embestida a mitad del recorrido. El madrileño lo toreó con gusto en las primeras tandas diestras. Incluso hilvanó y remató despaciosos muletazos. Después, el toro aminoró su escaso recorrido y le fue imposible pulsear unas embestidas que ya no tuvieron continuidad. Dudó el torero y todo se vino abajo. Tras la casi entera y tendida estocada escuchó las únicas palmas de la tarde. Al sexto, con muy malas intenciones, volvió a dudar cómo y de qué forma meterle mano. El complicado toro no era el más adecuado para hacer el toreo: sin embestida, topando a la deriva, midiendo y probando, sin entregarse al engaño un solo momento. Así imposible. Desitió, se dobló con él y le costó esta vez meter la espada.

     Así que ‘victorinos’ a la baja y decepción un año más.

   

Un derechazo de César Jiménez. (FOTO: Matito)


César Jiménez en el sexto, con muy malas intenciones, volvió a dudar cómo y de qué forma meterle mano. El complicado toro no era el más adecuado para hacer el toreo: sin embestida, topando a la deriva, midiendo y probando


 

  


AL NATURAL

El ‘speaker’, en busca y captura

Francisco Mateos.-

     Una corrida se compone de mil y un detalles. Existe la crónica de la corrida, y se podría hacer otra crónica de todo lo que ocurre (anecdótico, curioso, gracioso, llamativo,…) alrededor de la misma. Esta tarde ha sido uno de esos días en los que, a falta de emoción por parte de los toros y de los toreros en el ruedo, el aficionado se entretiene entre bostezo y bostezo con detalles accesorios. Para empezar llamó la atención -por tercer día consecutivo- la ausencia de ‘speaker’. Una megafonía sin voz, no es megafonía. He consultado con la Real Maestranza y me aseguran que el equipo de megafonía está desde la temporada pasada completamente en servicio. Vamos: que funcionar, funciona. ¿Es que nadie se atreve a hacer historia y ser la primera voz (masculina o femenina) que informe a través de la novedosa megafonía de la plaza? Llevamos tres días consecutivos con falta de información. El martes el festejo comenzó 15 minutos tarde porque se retrasaron los trabajos de retirada de la lona protectora ante la amenaza de lluvia; se podría haber informado del retraso. El miércoles se podría haber avisado justo minutos antes del paseíllo de que se guardaría un minuto de silencio por el fallecimiento del padre de uno de los toreros -Antonio Barrera- en el mismo día de autos. Y esta tarde, de nuevo, un minuto de silencio, por un banderillero retirado de la familia Pirri, y el joven David Saugar ‘Pirri’ hacía paseíllo junto a El Cid, con crespón negro; hasta yo mismo tuve que preguntar a varios vecinos de localidad sobre el motivo del minuto de silencio… No sé qué problema hay para usar el vehículo de información al espectador. La delegada Carmen Tovar, que asiste a las corridas desde su burladero del callejón, debería preocuparse más por estas cosas, que a la plaza se debe ir a ‘currar’, a ejercer las responsabilidades que tiene su cargo, y uno de ellos es velar por la mayor y mejor información al aficionado, y delante de ella -disponiendo de los medios- se está incumpliendo sin que diga ni ‘pío’… Bueno, cierto es que eso de ‘la mejor y mayor información’ no va mucho con ella… Pues nada, seguiremos a la busca y captura del ‘speaker’.

     ¿Se acuerdan el año pasado, la corrida del 12 de octubre, que la empresa lo anunció mal ordenado -con visto bueno de la Delegación de la Junta- en los carteles repartidos por Sevilla? Posteriormente se rectificó con una nueva tirada de cartelería, y los matadores y bien colocados. Pues nada, que seguimos en lo mismo, y en el programita de mano se nos anuncia a los tres toreros de mañana viernes (Juli, Castella y Perera) con ¡¡otra corrida de Victorino Martín!! Más no, por favor… Además, a mí me da que si es de Victorino alguno(s) de los tres como que se cae del cartel.

     En la primera corrida de temporada (Domingo de Reurrección), el reaparecido Paco Teja se estrenó devolviendo a corrales al primer toro, blando. No lo dudó y defendió el interés del aficionado; es su misión y su talante. Esta tarde, el nuevo presidente devolvió el quinto, pero el sobrero era igual de blando, como se demostró en la lidia posterior. Hubo protestas pero Julián Salguero se fotografió en cuanto a si está de ‘la raya payá, o de la raya pacá’. Y está -como podríamos suponer siendo de la confianza de la delegada Tovar, paisana suya y amiga personal- de la ‘raya payá’… ‘Payá, pal’ burladero de la empresa, vamos. Y lo mantuvo, claro.

     Hay que pensar en modificar el Reglamento Taurino Andaluz e introducir también avisos para los matadores-banderilleros pesados… ¡Cuánto me acuerdo de la frase que me dijo el maestro Curro! «En la vida es muy importante para todo el sentido de la medida»… Antonio Ferrera se adornó tanto para el primer par que cuando fue a ponerlo ya comenzaba por segunda vez el pasodoble ‘Ópera famenca’; vamos, que fue todo un concierto mientras el se movía, posaba, giraba, se engallaba, levantaba palos,… Dos veces íntegras dio tiempo a paladear el virtuosisimo de la banda Tejera antes de que concluyese el tercer par. Por cierto, Victorino ya no es lo que era; ni en el ruedo ni en la taquilla: con 2.000 localidades de reducción del aforo n se puso el ‘No hay billetes’: casi lleno.


GALERÍA GRÁFICA de MATITO

El diestro Antonio Ferrera recibe con suaves capotazos al primero de la tarde.

Por el lado izquierdo se desplaza mejor el astado de Victorino Martín.

Ferrera hunde los pies en el montón de albero tras el par y pierde el equilibrio.

El toro de Victorino lo tiene a su merced durante algunos segundos.

Un milagro que no le corneara.

Ferrera se sobrepuso al susto del percance e inicia la faena.

Uno de los mejores y más largos muletazos del extremeño.

A pesar de todo, El Cid no pierde el buen humor.

Así se debe torear toda la faena, César, no con tantos altibajos.

Antonio Ferrera brilló con los palos. Un par al cuarto del festejo.

El Cid lo intenta con el sobrero lidiado en quinto lugar.

Un esbozo de los naturales de El Cid a un 'victorino'.

Un quite de Antonio Ferrera al último de la tarde.

Los milagros existen...

Uufff!!!

 


LAS OTRAS IMÁGENES

El presidente Julián Salguero, y su asesor, el fotógrafo Martín Cartaya, debutan en corrida. (FOTO: Matito)

Este no debuta: El Tato, muchas tardes con los 'victorinos' en Sevilla, de espectador. (FOTO: Javier Martínez)

Victorino Martín, padre e hijo, con caras serias y preocupadas conforme transcurre la tarde. (FOTO: Matito)

Un carnicero del desolladero que no quiere perderse detalle. (FOTO: Javier Martínez)

Del sol se pasó a un auténtico diluvio de goterones en el quinto. (FOTO: Javier Martínez)

Los carpinteros de la plaza, tan eficaces como meticulosos en su tarea. (FOTO: Matito)

El periodista Juan Ramón Romero, la voz de las retrnamisiones de Canal Sur radio. (FOTO: Matito)

El arenero recoge hasta lo más mínimo, corriendo tras el arrastre. (FOTO: Matito)

Pañuelos verde; algo no va bien. (FOTO: Matito)
 

 

 

 

 

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