BALANCE de la jornada: cumbre de Daniel Luque, que corta cuatro orejas y dos rabos en Granada

0
1566

El torero de Gerena rompe la Feria del Corpus de Granada al cortar las dos orejas y el rabo a su primero, y las dos orejas y el rabo simbólicos al sexto de la tarde, que fue indultado. En esta corrida, en la que se lidió un gran encierro de toros de Núñez del Cuvillo, también cortó un rabo José Tomás, cortando una oreja en el primero de su lote. Javier Conde, de vacío.


Daniel Luque, con uno de los dos rabos ganados esta tarde.
FOTO: burladero.com

Redacción.-

     El balance de las actuaciones de toreros sevillanos que han realizado el paseíllo hoy, viernes 12 de junio, ha sido el siguiente: 

CORRIDA DE TOROS 

  • Granada: Se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo, correctos de presentación y de buen juego. El quinto fue premiado con la vuelta al ruedo y el sexto fue indultado. Javier Conde, saludos y pitos. José Tomás, oreja, y dos orejas y rabo. Daniel Luque, dos orejas y rabo, y dos orejas y rabo simbólicos. Plaza llena.

     Sobre la actuación del sevillano Daniel Luque esta tarde en la Feria de Granada, la crónica de burladero.com reseña lo siguiente: "Junto a Tomás, figura consagrada, Granada vivió con pasión el triunfo de un joven arrollador, Daniel Luque, que salió a merendarse a sus compañeros desde el primer lance con la capa. Con un gran concepto del toreo, Luque tiró de raza y entrega en su primero para golpear primero. Y lo hizo, paseando el primer rabo de los tres que vendrían en total. Luque es torero que, además, llena plaza y conecta rápido. Y a la gente le llegaron enseguida las primeras series con el buen tercero, al que enganchó y llevó con buen aire. Sin apretarse hasta el final, con más pasión que sosiego. Quizá ese ansia le traicionó en algunos momentos, pero bienvenida sea siempre la raza y entrega de un torero joven. Luque tuvo, como añadido, desparpajo para, con el toro a menos, mantener el nivel de la faena con cambios de mano y virguerías al toro. Todo en un palmo, todo arrasador. Con los trofeos en la mano, Luque tuvo la capacidad de asentarse y templarse a sí mismo, sin perder un gramo de frescura y aplomo. A ello ayudó el sexto, un toro nobilísimo y con fondo para durar más y más, al que cuajó en series por abajo, ajustadas, con personalidad. Luque no paró la máquina en ningún momento. Adornos por aquí, por allá, otra serie con la diestra más baja aún y la sensación de que puede comerse a todo el que se ponga por delante".

Dejar respuesta

10 − ocho =