Después de once años de alternativa, al fin el diestro sevillano Manuel Jesús ‘El Cid’ va a poder cumplir uno de sus sueños pendientes: hacer el paseíllo en la plaza de toros más grande del mundo, la Plaza Monumental de México. El torero, antes de partir hacia la capital azteca, reflexiona sobre la importancia de su confirmación mexicana.
Redacción.-
El diestro sevillano Manuel Jesús ‘El Cid’ verá cumplido su sueño de debutar en la Plaza Monumental México el próximo domingo, 4 de diciembre, con toros de la ganadería de El Nuevo Colmenar, y con Manolo Mejía y El Zapata como compañeros de cartel. El torero de Salteras, cuando está a punto de partir rumbo a México para enfundarse en pleno invierno el vestido de torear, reflexiona sobre un deseo que al fin va a ver cumplido tras 11 años de alternativa.
¿Cómo le llega y encaja la noticia de que por fin va a torear en la México?
Me la comunicaron el lunes a media mañana mis apoderados. Sentí una alegría tremenda porque tenía una gran ilusión por ir a esa plaza y confirmar la alternativa allí. Estoy muy contento porque voy a cumplir un sueño. Para los toreros que están acostumbrados a ir imagino que será una cita más, para mí no: es un momento especial porque además llega después de muchos años. Es algo muy importante que faltaba en mi curriculum.
¿Por qué se ha hecho esperar tanto?
Por distintas circunstancias. A veces no lo hemos visto oportuno por las tardes y las corridas que ofrecían, y otras veces porque como saben los aficionados no soy torero de ir mucho a América. Muchos años no he tenido en mente hacer temporada allí, más que nada por disfrutar de mis hijos cuando eran más pequeños. Desde hace dos o tres años me hacía ilusión ir a confirmar. Ha sido una grata sorpresa que ocurra ahora y voy con mucho gusto.
Después de la temporada española los toreros desconectan un poco, ¿le llega este compromiso en buen momento? ¿está preparado?
Sí, porque prácticamente no he parado desde que terminé en Zaragoza. Todas las semanas he hecho algo de campo. Sin ir más lejos la semana pasada toreé siete toros de mi apoderado Manolo Tornay y hoy mismo voy a matar otros tres, así que estoy a punto. Hombre, la embestida del toro de allí es distinta, pero creo que me adaptaré bien.
Ese puede ser el cambio que mas note, el toro…
Es un toro asaltillado que embiste más despacio y que a veces hay que sobar para que rompa. Creo que mi forma de torear se acoplará muy bien al toro de México, aunque espero que me ayuden un poco para demostrar la clase de torero que soy.
¿Se puede parecer al toro de Victorino, que tanto ha marcado tu carrera?
Hombre, algo de similitud tiene porque el encaste es el mismo. Lo de Victorino me ha dado grandes satisfacciones, espero que a esto me acople igual de bien y cumpla el objetivo de triunfar.
¿Qué idea tiene de la afición de allí?
He visto corridas por la tele y me parece una afición con gran personalidad. Es una afición torerista que cuando haces las cosas bien se te entrega de forma apasionada. Eso es muy bonito. Pero es una afición que sabe lo que ve, por eso me causa un gran respeto. Sabe ver el toreo y reconoce los méritos de lo que un torero hace en la plaza. Otra cosa que me gusta es que allí el tiempo va más lento: si todo va bien, las faenas se pueden prolongar para que todo el mundo disfrute más. El tiempo y los avisos quedan en segundo término.
No ha toreado ni en la capital ni en los estados…
No, nunca he estado, es mi primer viaje. Mi primera vez, y eso siempre es bonito.
¿Le gustaría que hubiera una continuidad?
Si todo sale bien por supuesto que me encantaría que hubiera una continuidad. Allí soy conocido por la afición que viene a España, pero nunca me han visto en sus plazas, así que soy novedad y si todo sale bien no me importaría torear en otras ferias importantes.
¿Cómo se presentaría ante el mexicano que nunca le ha visto torear en vivo?
Como un torero clásico que siempre quiere hacer las cosas puras y que, como todo lo puro, no tiene término medio. Lo que debe tener claro la afición de ese país es que va a ver a un torero dispuesto que va a dar lo mejor de sí mismo. Por ganas no va a ser.
