REAL MAESTRANZA - 13ª Feria de Abril

Pepe Moral, todo un gozo verlo torear

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Pepe Mora, a hombros tras cortar dos orejas a la corrida de Miura.

El diestro Pepe Moral ha cortado dos orejas en la interesante, por encastada, corrida del hierro de Miura que ponía el punto y final al ciclo de Feria de Abril. El otro torero del mano a mano entre jóvenes sevillanos, Manuel Escribano, fue ovacionado en sus tres toros.


SEVILLA / Corrida de toros

TOROS: Se han lidiado toros de la ganadería de Miura, el quinto lidiado como sobrero. Bien presentados y encastados. Sin humillar y de muy corto recorrido, el primero; complicado por encastado, el segundo; de prontas embestidas y poco fondo el tercero; bravo y fijo en los engaños, el cuarto, un gran toro; topando en las telas y a la defensiva el sobrero quinto; orientado el sexto.
ESPADAS: -Manuel Escribano (de nazareno y oro), saludos, saludos y saludos.
Pepe Moral (de negro y plata), oreja, oreja y saludos.
CUADRILLAS: Saludaron en banderillas José Chacón y Manuel Pérez.
INCIDENCIAS: Casi lleno. Se guardó un minuto de silencio en el paseíllo en recuerdo del banderillero sevillano José Rodríguez ‘El Pío’, que falleció ayer en Sevilla.


Manuel Viera.-

     Acabó la Feria y se engrandeció la tarde de ‘miuras’ con el encuentro de dos toreros tan aparentemente distintos pero muy iguales en valor y entrega. Si en Escribano todo parece ser arrebato, en Moral todo parece ser sutileza y expresividad. Lo curioso es que a los dos se les entiende y son creíbles. Algo habrán hecho bien para conseguirlo.

     Pero hoy el toreo de Pepe Moral que, quizá, quedara inconcluso con el segundo toro de la tarde, lo resolvió necesariamente con el gran cuarto de la encastada e interesante corrida de Miura. Habituado a lidiar este tipo de toros, no le vino grande el desafío en una lidia en la que incluso obtuvo la creatividad ante el flujo de complejas, aunque encastadas, embestidas. Toreo poderoso, a veces notablemente inspirado, y muy sutilmente trazado. Del mismo modo, tanto el lento recorrido de las telas, como la notable colocación para hilvanar, hicieron de la faena expresión alusiva a un toreo que emocionó y convenció.

     El natural ocupó un lugar destacado en la importante lidia al mejor toro de Miura. Naturales soberbios a los que sumó el atractivo de una derecha templada y los detalles de trinchera, el molinete y excelentes pases de pecho. Fue un placer ver torear así de bien a un toro de Miura. El palaciego lo consiguió en una faena de esas que ilustran el valor y la calidad de un torero que, además, comienza a revalorizarse en su justa medida. La estocada, ligeramente desprendida, no fue óbice para obtener una de las orejas con más peso de la Feria.

     Supo transmitir también el gozo con su sensibilidad y poder en la lidia del segundo, un toro con las complicaciones de la casta, al que supo y pudo en una faena con algún altibajo, en la que hubo momentos esenciales una vez superadas las complejas acometidas. Y así, corregidas y aumentadas en su recorrido, pudo con ellas hacer su toreo diestro con tanta sencillez como precisión. Sin duda, faena también de rico contenido zurdo con lo que convirtió el pase en una visión de toreo al natural atractivo y clarividente. Tras la estocada le pidieron la oreja que, pese a la aparente minoría de pañuelos, la presidenta concedió.

     Es cierto que Moral se la jugó con un ‘miura’ difícil para hacerle el toreo que hoy gusta. El sexto fue de esos bichos que no te regalan una sola embestida clara. Lo supo el sevillano de los Palacios desde las acometidas al peto. Lo intentó con todas sus ganas y verdad. Pero no pudo ser. Esta vez pinchó y le despidieron con una ovación.

     Manuel Escribano posee un toreo muy característico. Sus formas no cultivan las calidades sedosas y aterciopeladas del ‘artista’, pero sí un valor a toda prueba y muchos matices incisivos y penetrantes que lo hacen auténtico y distinto. El sevillano de Gerena se enfrentó en primer lugar al Miura característico del mítico hierro: alto, largo, de fino cuello, y de muy cortas y cambiantes embestidas, sin humillar. Escribano anduvo desigual en banderillas, y aguantó derrotes y desarmes en faena imposible. Necesitó del descabello para finiquitar y le obligaron a saludar.

     Al tercero le faltó fondo y el esfuerzo del torero quedó en nada. Manuel se fue delante de chiqueros y aguantó la parada a secas del toro con frío y seguro valor. Gustaron los lances a la verónica, y nadie se distrajo en una lidia con pasajes interesantes hasta que el toro se paró. Unas manoletinas pusieron fin a lo hecho, y con estocada y dos golpes de descabello lo tumbó.

     Y con el quinto -lidiado como sobrero tras la devolución por falta de fuerzas del titular- se la volvió a jugar a portagayola y, sobre todo, con ese par de banderillas sentado en el estribo, y sin salida posible para el toro, clavado de forma espectacular pegado a tablas por los adentros. Después volvieron las dificultades en la lidia de un toro que topaba y punteaba los engaños con saña, a la defensiva y mal estilo. Y ante lo imposible nada fue posible.

     De todas formas, interesante corrida de final del ciclo de Feria de Abril, con dos toreros que lo dieron todo, que se jugaron la desafiante apuesta ganada por Pepe Moral. Todo un gozo verlo torear.


AL NATURAL

La metamorfosis de Miura

Francisco Mateos.-

     Replegamos velas. Se echó el telón. Punto y final. Acabó la Feria de Abril con la ‘miurada’. Una gran entrada, tres cuartos largos de plaza. A mí me sorprendió, no esperaba esta muy buena entrada. Hoy no se quejará Ramón, hoy ha hecho una buena caja, buenos beneficios; no era un cartel caro. Me quedo con la duda de Miura. Es cierto que sigue siendo un toro ‘distinto’ a los demás, interesante para el aficionado, tanto en conformación zootécnica como en comportamiento. Pero cada vez menos. Eduardo y Antonio Miura hace tiempo que dijeron que hay que evolucionar, que la ganadería no se puede quedar uno anquilosada en el pasado, aunque respetando la historia y la esencia de la casa. Llevan razón, pero cuidado con pasarse. Ni por fachada ni por lo que llevaban dentro, la corrida de Miura se comió hoy a nadie. No queremos que se coma a nadie, que los buenos de Escribano -hoy le faltó un poquito- y Moral bastante tienen con intentar triunfar para matar otra vez la de Miura….y otra, si se puede. Pero Miura tiene que ser Miura. Precisamente la muy buena entrada de hoy, además del tirón de los pueblos de cada torero, estaba motivada por los toros de Miura. Dos corridas ‘duras’ eran la esperanza ‘toristas’ de los aficionados. Y me da a mí que ni Victorino Martín ni Miura han terminado de saciar las expectativas depositadas en estos dos hierros. Ni por presentación, ni por juego; ambas.

     Se acaba la Feria con un nombre: El Juli. Que una figura del toreo, de vuelta de todo, venga con esa actitud -al margen que debería haber elegido otra ganadería, al menos, en una de sus tardes- es para ser ejemplo en ese sentido -el de la actitud- para muchos. Gustará más o menos, pero sobre el albero maestrante ha dejado lecciones de cómo se ha de venir a una Feria de Sevilla.

     Desigual el balance ganadero, con claro suspenso en presentación. Sin lugar a dudas, hay dos ganaderías que han fracasado con estrépito: García Jiménez (Matilla) y Juan Pedro Domecq. Curiosamente las dos elegidas por el empresario para las dos corridas de San Miguel. ¡Qué tino tienes, Ramón; qué tino!


LA VOZ DEL ABONADO

Algo pasa en Zahariche

Unión Taurina de Abonados de Sevilla.-

     Punto final con la tradicional corrida de Miura. Ahora son otros tiempos. La Tauromaquia camina a derroteteros acomodados. Predomina una falsa nobleza almibarada que hace unos años era impensable que mostraran ciertas ganaderías con fama de duras y encastadas. Y precisamente esto es lo que nos preocupa en Miura. Los aficionados depositamos nuestra esperanza, tal como están las cosas, en pocos hierros para desarrollar en la arena emoción y sensación de riesgo.

     Miura esta tarde ha defraudado en Sevilla; tanto en presentación como en el juego de los toros. Demasiada flojedad. No es de recibo que hoy también se vieran tantas varas simuladas. Tampoco es de recibo esa nobleza exagerada del típico torete manejable moderno de hoy. El ‘miura’ se corresponde en presentación con el estereotipo que mostraba el primero de la tarde. El resto de sus hermanos bajaban cantidad en presentación y no eran dignos de plaza de primera. Segundo, tercero y cuarto, facilones. Tampoco encajan en ‘miura’. Primero, quinto y sexto, más adecuados para lidiar y dominar.

     Con semejante material, Escribano se ha mostrado voluntarioso, pero esto no es suficiente. Con toros con la cara por las nubes y tornillazo va y viene hay que someter, y no intentar el toreo de siempre. Es imposible. Saludó dos toros a portagayola. Es de agradecer que quisiera calentar el ambiente. Falló en demasía en banderillas. Solamente los pares al quiebro fueron buenos de verdad. El resto de su labor con la muleta fue un querer y no poder. Hoy defraudó Escribano.

     Pepe Moral fue el triunfador de la tarde, pero somos muy escépticos para pensar que este triunfo le sirva de algo tal como están las cosas. El año pasado también triunfó y después solamente toreó ocho corridas. Los monopolios arrasan. Le correspondieron dos toros muy potables, impensables en otros tiempos que salieran de ‘Zahariche’. Daban poco miedo. Supo aprovecharlos. Es buen muletero. Sabe llevar los toros bien embarcados sin que le punteen la muleta. La primera oreja que le dieron pudo ser facilona. La segunda, en el cuarto toro, la consideramos más justa. Hacemos votos porque este triunfo le sirva a Moral para torear mucho en otras plazas.

     Es de justicia destacar en la tarde de hoy al subalterno José Chacón con dos pares de categoría.


GALERÍA GRÁFICA (Pagés)


LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez)


OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

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