REAL MAESTRANZA - 3ª Feria de Abril

Luis Bolívar, clásico y reposado

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Luis Bolivar.

El diestro colombiano Luis Bolívar ha cortado la única oreja de la corrida al cuarto toro de un interesante encierro de La Palmosilla, que debutaba en la Maestranza. El sevillano Rafael Serna ha sido ovacionado y el mexicano Joselito Adame, silenciado. Tarde de lluvia y frío, con muy poco público.


SEVILLA / Corrida de toros

TOROS: Se han lidiado toros de la ganadería de La Palmosilla, debutante en la Maestranza, de buena presentación y hechuras, serios y encastados. Noble sin fuerza el primero; encastado y con buen fondo el segundo; de escasa fuerza y buen pitón izquierdo el tercero; gran toro el cuarto; encastado, exigente y complicado el quinto; manso peligroso el sexto.
ESPADAS: -Luis Bolívar (de sangre de toro y oro), silencio y oreja.
Joselito Adame (de caldera y oro), silencio tras dos avisos y silencio.
Rafa Serna (de azul y oro), saludos y silencio.
CUADRILLAS: Saludaron en banderillas Tomás López y Fernando Sánchez.
INCIDENCIAS: Un tercio de plaza.


Manuel Viera.-

     Grata sensación ha dejado el toreo de un clásico, reposado y renovado Luis  Bolívar. Siendo toda la faena notable al bravo cuarto, lo más interesante fue la templada profundidad de los largos muletazos diestros. Y no por la belleza de cada trazo, sino porque, además, logró con ello una creación de altura insospechada en quien andaba perdido en el escalafón de matadores. El colombiano dejó huella de su clasicismo en momentos brillantes de una lidia llena de sobriedad, hondura y asombrosa capacidad técnica. Bolívar le pudo al gran toro de La Palmosilla, lo llevó imantado en su muleta y, ora con la derecha, ora con la izquierda, dejó la muestra de un toreo hilvanado de templanza extrema, con el que provocó la emotividad en la lluviosa y fría tarde sevillana. Y así consiguió una faena en la que también supo manejar los tiempos, muy válida para renovar el interés por el torero colombiano. La estocada desprendida no fue óbice para pasear la oreja del mejor toro de la tarde.

     Antes, le dibujó trazos, uno a uno, sin conseguir resultados convincentes al noble primero, un toro mermado por la evidente falta de fuerzas. El bajonazo con el que lo finiquitó ensombreció aún más lo hecho.

     Las posibles dudas sobre el juego de los toros debutantes de La Palmosilla se fueron disipando conforme transcurrían las respectivas lidias. Corrida de notable presentación, seria, bien hecha y de encastado e interesante comportamiento en general, aunque con dos extremos muy distintos: bravura y nobleza en el cuarto, y peligrosa mansedumbre en el sexto.

     Tras los estatuarios por alto a pies juntos, atornilladas las zapatillas al mojado albero, Joselito Adame le fue desarrollando una lidia a media velocidad al encastadito buen toro segundo, en la que le costó hilvanar faena y en la que la cantidad ganó a la calidad. Interminable abundancia de pases con los que compuso un trasteo de largo metraje y mínimos detalles de importancia. Algún que otro natural destacó entre lo anodino de un quehacer en el que también falló con los aceros.

     También sufrió, con las exigentes embestidas del quinto, las complicaciones de la casta. No obstante, se apreció en los muletazos diestros el intento por hilvanar faena. La búsqueda de una lejana posibilidad, que parecía esconderse en las complejas acometidas, se esfumó en los intentos al natural. Todo fue a menos. Incluso a la hora de matar.

     Hoy ha sido un poco más fácil apreciar el toreo de izquierda de Rafael Serna. Se le ha visto su buen concepto en  la originalidad  constructiva del trazo del natural. Notable versión del pase zurdo que reforzó el interés de una faena a la que le faltó la ligazón. De todas formas, el sevillano supo aprovechar la clase en las embestidas por el pitón izquierdo del flojo tercero. Fueron pocos, pero de largo recorrido y depurado argumento. Y poco más que los detalles en los cambios de mano y remates de pecho. De estocada tumbó el serio y flojo toro de La Palmosilla.

     El manso sexto, que se quedó sin picar, puso a prueba su valor y habilidad para hacerse con las complicadas embestidas. Bien es cierto que lo intentó con enormes ganas sin conseguir un solo pase de las peligrosas acometidas. Se la jugó en pleno diluvio con la estocada a ley. Y ganó.


AL NATURAL

Dos telediarios

Francisco Mateos.-

     O quizás no llegue. A dos telediarios. El futuro de la Fiesta, me refiero. Ni dos telediarios le quedan. Pero así está esto y así lo están poniendo. Comentaba con un compañero de la prensa de Madrid hace un par de días, al saludarnos como cada reencuentro abrileño, que sentía envidia de Madrid en cuanto a la presentación de los carteles. Allí, al son de Nautalia, se organiza todo un acto social que trasciende lo puramente taurino y la presentación de San Isidro ocupa espacios de radio, televisión e Internet más allá de las secciones meramente taurinas. Los toros, en ese caso, interactúan con su entorno social. Aquí, en Sevilla, llevamos años con la misma ‘alcachofa’ (como le gusta llamar el empresario Ramón Valencia a los micrófonos), la misma sala, el mismo encuadre, el mismo formato, la misma fotografía… la misma triste presentación de los carteles año tras año. Bueno, ahora ya incluso más tristes desde que no está en esa presentación Eduardo Canorea, que siempre se asistía a la presentación con la intriga de cuál sería la nueva ocurrencia o exabrupto de Eduardo durante la presentación de la cartelería; porque ahora, con Ramón, ni eso.

El palco de maestrantes, vacío hoy jueves de preferia.
El palco de maestrantes, vacío hoy jueves.

     Seis maestrantes, seis, había hoy en el privilegiado palco maestrante. Bueno: seis maestrantes contando con los dos camareros para sus exclusivas merendolas… Dando ejemplo, sí señor. Los maestrantes dando ejemplo de asistencia a los festejos taurinos. Como se enteren los de ‘Podemos’ que, siendo propietarios de la plaza, con acceso gratuito y siendo los más señalados para dar ejemplo de asistencia para defender la Fiesta, no asisten a los toros y dejan su palco de la propiedad vacío, capaces son de promover una resolución en el Ayuntamiento de Sevilla para solicitar su expropiación y devolverlo al ‘pueblo’…

     Y nos quedan dos telediarios de Fiesta de los toros porque en días de perros como hoy, con el día más antitaurino posible, se sigue sin cuidar al aficionado: se deja que venga con riesgo y ventura de si se dará o no la corrida con tanta lluvia, se le sienta en un tendido de piedra dura y fría, y se le castiga con una mojada que le cala hasta los huesos, además de que un espectáculo con lluvia es un espectáculo adulterado en su propia esencia. Le quedan dos telediarios al ver cómo una corrida en la que embisten cuatro toros de triunfo queda saldada con una exigua oreja, oreja concedida de forma facilona por una faena aseadita, que lo malo no es que cortara una oreja fácil, sino que se le escapara a Luis Bolívar un triunfo de dos orejas. Como se le fue completamente enterito el quinto toro a Joselito Adame, toro que fue aplaudido en el arrastre tras comerse al torero en la faena. Rafa Serna fue todo ganas, pero hay que seguir apretando el acelerador. Mal asunto de futuro taurino si en una corrida de preferia de Abril sólo se reúnen en la plaza poco más de un cuarto de aforo de aficionados en peligro -justamente- de extinción


LA VOZ DEL ABONADO

Buen debut de La Palmosilla, con matices

Unión Taurina de Abonados de Sevilla.-

    Ha sorprendido agradablemente el debut de La Palmosilla en la Maestranza. Lote bien presentado en conjunto, excepto el feo sexto toro, sin cuello y poco armónico. La suerte de varas sigue siendo la asignatura pendiente en la mayoría de las ganaderías y esta tarde no ha sido una excepción. Simulados la mayoría de los puyazos. Este hecho permitió que los toros llegaran a la muleta pidiendo guerra, nada de boberías, con algunas dificultades a resolver, con recorrido y con ese picante que se echa hoy mucho de menos.

     El primero debió ser devuelto, pero los toreros hacen esfuerzos por mantenerlo y el presidente hace más esfuerzo por hurtar el primer sobrero. Segundo, tercero, cuarto y quinto, buenos, que no ‘tontos’ para la muleta. El sexto era para lidiar. Con estos mimbres no se aburre nadie. Ante este material, los toreros no solamente los de esta tarde, navegan entre la duda, la incapacidad, y el querer y no poder. Se pierden en un bosque de pases sin calidad que, lógicamente, no llegan a los tendidos.

     Luis Bolívar tiró de veteranía y armó una faena de muleta que podemos considerar aceptable. No terminó de romper. Le obsequiaron con una oreja. Con su inválido primero, muleta a media altura y esfuerzos para que no claudicase.

     Adame, en el segundo, enjaretó más de cien muletazos y aún estamos intentando recordar alguno estimable. En el quinto, más de lo mismo. Se le fueron dos buenos toros.

     Serna, muy querido en la plaza, es de los que necesita el medio-toro, el de hoy le desborda y si encima tiene que lidiar y solventar las dificultades del sexto, entonces demuestra que está verde, necesita mejorar. Alguien tiene que enseñarle formas para matar los toros.


GALERÍA GRÁFICA (Pagés)


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