Uceda Leal, espléndido al natural

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Uceda Leal, espléndido al natural

Real Maestranza – 25ª de abono – Corpus Cristhi, Jueves 7 de Junio de 2007

TOROS: Se han lidiado toros de la ganadería de Peñajara, el tercero como sobrero al lastimarse al derrotar en un burladero, de variado juego.

ESPADAS:Uceda Leal, de lila y plata con los cabos negros, saludos y oreja.
Luis Vilches, de rosa y oro, saludos y saludos.
Iván García, de azul marino y oro, saludos tras aviso y saludos tras aviso.

INCIDENCIAS: Más de media plaza.

El torero madrileño, que vive una importante madurez profesional, corta una oreja por una faena basada en la izquierda. Luis Vilches vuelve a demostrar la calidad de su toreo pero de nuevo la espada se le pone en contra. Iván García, con ganas de agradar.


Los naturales de Uceda Leal fueron de lo mejor del festejo.
FOTO: Matito.

Manuel Viera.-

Las formas de Uceda Leal presentan caracteres propios que las hacen únicas. Los trazos al natural al complicado cuarto toro de la descastada, aunque noble corrida de Peñajara fueron sensiblemente más largo que el toreo diestro. La versión con la mano derecha fue soberbia en algunos momentos, sobre todo en el epílogo del trasteo donde el muletazo de mano baja y recorrido lento como ningún otro hizo vibrar los tendidos. Pero el mérito de la faena estuvo en las espléndidas tandas de toreo a izquierdas. Un toreo de pases largos, de muleta acariciando el albero y con excelentes remates.

Uceda parece vivir su madurez torera con cierta serenidad, su tauromaquia llega a la gente con mayor interés en el uso de una exacta combinación de técnica y toreo, un toreo poderoso y profundo, muy templado y muy rematado todo con espectaculares pases de pecho y de trinchera trazados con calidad y gusto, y sobre todo, siendo capaz de atemperar y mandar en la difíciles embestidas del noble “peñajara”. Como además la notable faena la firmó con su impecable forma de matar, aunque el acero cayó bajo, la justa oreja fue de inmediato a manos del madrileño.

Con el primero, con clase en sus


El madrileño Iván García clavando banderillas en el último.
FOTO: Matito.

nobles embestidas pero inútil por su escasa fuerza, quiso demostrar la autenticidad de su toreo en la intensidad del sentimiento, la exactitud del recorrido, el trazo pausado y la homogeneidad sorprendente de cada pase, siempre enganchado por delante aunque a veces demasiado lineal, sobre todo en las tandas de algún que otro profundo natural hilvanado. Una gran estocada certificó de nuevo su fama de gran matador.

Es lógico que con las ganas de triunfo demostradas, Vilches, haya interesado en esta tradicional tarde del Corpus a toda la plaza, y que haya dado lugar a las dos intensas ovaciones que le ha dispensado el público tras sus dos entregados trasteos. El toreo de izquierda de Vilches supone una valiosa recreación de su propia personalidad, que no es baladí, pero que hoy no pudo demostrar con el rebrincado segundo de la tarde. Nos equivocó este toro en la muleta tras su bravo comportamiento en los primeros tercios de la lidia. Lo hizo con buen tranco en los templados lances de capa del utrerano, empujó entregado en el caballo y galopó en banderillas hasta hacer tomar la decisión a Vilches del brindis a la plaza. Después fue otro. Calamocheo constante en el engaño que hizo imposible que el buen torero


Vilches es de los toreros que mejor torean con el capote.
FOTO: Matito.

de Utrera trazara un sólo muletazo. Voluntad a raudales y sobrado valor en un toreo de cercanías ante la impotencia de dejar en blanco esta otra actuación en tan importante plaza.

Tampoco hubo forma de conseguir el acople con la complicada embestida del quinto, que se le quedaba parado a mitad del muletazo, con la cara alta y desafiante mirada. No obstante, a Luis le costaba un mundo confiar en su propias posibilidades. Fue muy al final de faena cuando el sevillano de Utrera se decidió por emplearse a fondo para doblegar a la fiera y sacar aislados, aunque muy buenos, muletazos diestros. Un arrimón de órdago y una estocada baja puso fin a una actuación que no dejó contento a nadie.

Iván García tuvo que luchar con el complicado sexto. Un manso que se le quedaba en las zapatillas tras el intento del muletazo con no muy buenas intenciones. Ganas del madrileño y una disposición envidiable por arrebatarle un sólo pase. Con el noble y descastado tercero brilló algo más que con el sexto en un desigual tercio de banderillas, y logró después templar con buenos trazos algunos molestazos diestros. Mató mal ambos y le agradecieron con palmas sus ganas de agradar.

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