REAL MAESTRANZA - 6ª Feria de Abril

Guillermo Hermoso, con perspectiva de futuro

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1948
Pablo Hermoso de Mendoza concede a su hijo Guillermo la alternativa en la plaza de Sevilla.

El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza tomó la alternativa de manos de su padre Pablo y corto la única oreja de la anodina tarde de rejones. Pablo Hermoso ha perdido cierta frescura con la madurez de su toreo. Lea Vicens no ha estado bien en la Maestranza, a pesar de la vuelta al ruedo. Los astados de Bohórquez, nobles pero descastados. 


SEVILLA / Corrida de toros

ASTADOS: Se han lidiado toros de la ganadería de Fermín Bohórquez, reglamentariamente despuntados, mansos, nobles y escasa casta. Mejor el noble y fijo sexto.
REJONEADORES:Pablo Hermoso de Mendoza, palmas y vuelta al ruedo.
Lea Vicens, saludos y vuelta al ruedo.
Guillermo Hermoso de Mendoza, que tomaba la alternativa, saludos y oreja.
INCIDENCIAS: Tres cuartos de plaza.


Manuel Viera.-

     Es verdad que el toreo a caballo ha alcanzado cotas altísimas. Hacer más parece imposible. Con los nuevos estilos y la perfecta doma se ha ganado credibilidad. Quizá reste popularidad por esa vuelta de tuerca a la verdad restando espectacularidad; de ahí esa menor entrada de público a la plaza. Se echa de menos esos llenos de las mañanas del domingo de Feria. Ya, ni hay Feria en domingo, ni aquella tradicional corrida de rejones. Los tiempos cambian y los gustos también. A veces, para peor.

     Fue precisamente ese exquisito adiestramiento de las cabalgaduras y el clasicismo heredado de su progenitor, unido al valor y seguridad en sí mismo, lo que le proporcionó a Guillermo Hermoso de Mendoza cambiar el transcurso de la anodina tarde y cortar su primera oreja como rejoneador de alternativa. El joven de Estella ofreció toda una muestra de sabiduría en la monta, en los terrenos que pisa y, sobre todo, talento para este bello arte. Lo hizo con el sexto de Fermín Bohórquez, el único toro con fijeza en las cabalgaduras y atisbos de raza de la descastada, mansa y floja corrida del ganadero jerezano.

     Tras un comienzo titubeante con ‘Brindis’, sacó a ‘Disparate’ para las banderillas a una mano, clavó al estribo y dejó los palitroques en lo alto. Los adornos con giros y piruetas sacaron del aburrimiento al nada exigente público. Elevó la nota al clavar las rosas son suma verdad a lomos de ‘Pirata’ que, junto a un par a dos manos al estribo y los espectaculares adornos a la salida del par, dejó hecho lo mejor del festejo. Acertó con el rejón de muerte y, tras descabellar, paseó el ansiado apéndice.

     Pablo Hermoso le había entregado el rejón de castigo a las dieciocho horas y cuarenta y cinco minutos, en emotivo acto de alternativa con Lea Vicens de testigo. Después, en faena discontinua y con alternancia al noble primero, dejó banderillas a una mano cabalgando sobre ‘Disparate’. Lo mejor, las piruetas de salida de la suerte. Porque el clavar al estribo lo alternó demasiadas veces con hacerlo a la grupa. Un resbalón del caballo cuando lo fijaba a dos pistas ocasionó momentos de angustia. Tras el susto, dejó banderillas a dos manos con ‘Pirata’ con algunas pasadas en falso y fallos al clavar en un animal demasiado parado. Un rejón bastó para acabar.

     Lo demás tiene poca historia, y aunque nadie pone en duda que Pablo Hermoso de Mendoza ha logrado las más altas cotas de credibilidad con sus diferentes formas de torear a caballo, con la madurez, quizá, ha perdido frescura. Todo lo hizo despacio con el noble segundo, pero no siempre ejecutó las suertes con verdad. Lo mejor lo realizó con ‘Ícaro’ clavando al estribo. Con el toro completamente parado no acertó con los aceros.

     El cuarto fue un manso de continuas huidas en busca de las tablas de chiqueros. Falló en ocasiones montando a ‘Berlín’, y anduvo mejor clavando sobre ‘Donatelli’. Sobre todo, en las piruetas de adorno. Utilizó a ‘Alabama’ para clavar banderillas cortas a un toro más muerto que vivo. De pena. Tumbó al morlaco de rejón trasero y, tras la petición de oreja, dio la vuelta al ruedo.

     Lea Vicens no estuvo bien. Desconfiada y con demasiados fallos con el descastado tercero, con el que se eternizó con los aceros. También anduvo intermitente y desajustada en las diferentes suertes con el parado quinto. Introdujo el acero y la premiaron con una vuelta al ruedo.


GALERÍA GRÁFICA (Pagés)

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