REAL MAESTRANZA - 2ª Feria San Miguel

A golpe de mansedumbre y nula raza

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Con solo una ovación por coletudo, dedicada a Manuel Jesús ‘El Cid’, Sebastián Castella y Daniel Luque tras la lidia de sus primeros astados, se ha saldado una tarde en la que la mansedumbre y la falta de casta de los toros de Alcurrucén han marcado el segundo festejo del ciclo de San Miguel en la Maestranza. 

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Alcurrucén, desiguales de presencia, mansos y descastados. El mejor el tercero por la calidad de sus embestidas por el pitón derecho.

ESPADAS: -Manuel Jesús ‘El Cid’ (verde y oro), saludos y silencio.

-Sebastián Castella (celeste y oro), ovación tras aviso y silencio tras aviso.
Daniel Luque (caña y oro), ovación y silencio.
 
 INCIDENCIAS: Dos tercios de plaza. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del subalterno Félix Saugar ‘Pirri’, fallecido ayer.

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«Canorea: ¡vaya mieeeeerda de toros!»

Francisco Mateos
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«¡Canorea, vaya m… de toros!»
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Una invitación al hundimiento, una puerta al abismo en otra tarde de sopor y aburrimiento. Los de Alcurrucén, desiguales en presentación, fueron iguales en el comportamiento 


Manuel Viera.-

     Aproximación al caos de unos toros dispuestos a ir un paso más allá en la senda marcada por la mansedumbre y la nula raza. Una invitación al hundimiento, una puerta al abismo en otra tarde de sopor y aburrimiento. Los de Alcurrucén, desiguales en presentación, fueron iguales en el comportamiento. Uno tras otro. Mansos, distraídos, sin acometida y sin calidad en sus cortas embestidas. Sólo la atisbó el tercero, el más potable de un encierro con más fachada que interiores.

     La seguridad con la que El Cid se impuso a las dificultades de la lidia del manso primero fue obvia y sin resquicio para la duda. Con enorme disposición supo firmar media docena de emotivas caricias diestras cuyo impacto contrastó con el escollo del natural. Sólo la derecha apareció dispuesta a romper la hegemonía de una faena que, apelando del más al menos, consiguió despojarla de artificios innecesarios después de exponer sin cuento con una izquierda que se le echa en falta. El resultado, fea voltereta en caída libre y, a Dios gracia, sin consecuencias. Tras pinchazo y estocada le ovacionaron con fuerza.

     Con el complicado y descastado cuarto se esforzó, Manuel, en una lidia que resultó discontinua y enrevesada por las problemáticas embestidas del toro de Pablo Lozano. Intentos vanos con la izquierda sin conseguir alcanzar su objetivo, y sólo a derecha obtiene algún muletazo digno de destacar. Salió dolorido a ser golpeado en el pecho tras pinchar, para finiquitar después con media estocada y descabello.


A Castella casi le sale, otra vez, una de esas tardes cansinas en las que el vecino de al lado nos sirve para matar el aburrimiento


La faena de Luque al tercero se pareció mucho a las de sus inicios, quizá con más reposo, pero en concepto básicamente igual. Un toreo con el que dejó muestras de despaciosidad en el sentido muletazo


 

     A Castella casi le sale, otra vez, una de esas tardes cansinas en las que el vecino de al lado nos sirve para matar el aburrimiento. Pero no, esta vez dejó la muestra de ese toreo templado y ligado que con inmediatez llega y convence. Se lo hizo al distraído y flojo primero. Fueron ráfagas de un toreo diestro refinado, incluso inspirado, y muy bien rematado con excepcionales de pecho. No lo hizo igual con la izquierda, con la que sólo dejó no más de dos trazos al natural. Mató mal y fue ovacionado.

     Con el quinto, manso y de sosas embestidas, inició faena con su característico pase cambiado por la espadas citando desde la misma boca de riego. Después los muchos intentos a derecha e izquierda se prolongaron durante una lidia que resultó larga, tediosa y sin contenido. Pinchó antes de la estocada.

     La faena de Luque al tercero se pareció mucho a las de sus inicios, quizá con más reposo, pero en concepto básicamente igual. Un toreo con el que dejó muestras de despaciosidad en el sentido muletazo, hilvanado con su característica quietud y aderezado con cambios de mano y pases por bajo. Ya digo, momentos interesantes en un trasteo que fue a menos, quizá debido a esas medias embestidas de un toro que terminó parado. Tras la estocada saludó la ovación.

     Los intentos por sacar tajada de las sosas y distraídas embestidas del sexto no caló en la gente. La actitud estuvo en todo momento presente, pero no bastó para llevar una pizca de emoción a unos tendidos que empezaban a vaciarse de un público que, esa altura de la tarde, había perdido la ilusión. 


AL NATURAL

«Canorea: ¡vaya mieeeeerda de toros!»

Francisco Mateos.-

     Hacía un día fenomenal para estar en culquiera de las excelentes playas de Huelva o Cádiz. El Betis comenzaba a jugar al final de la misma Avenida de Palmera/Paseo de Colón con el Español antes de que finalizara la corrida. Justo al lado de la plaza, en el teatro Maestranza, la puesta en escena de la emotiva ‘Misa de Requiem’ en homenaje a Verdi. Y para todos los públicos, Miguel Bosé de nuevo en concierto en Sevilla con su nuevo trabajo ‘Papitwo’. Y en la Maestranza, toros. Con un adelanto de media hora sobre los festejos de abril, a las seis. Sobre la piedra caliente. Con el sol arriba apretando de lo lindo. Y con tres toreros que fracasaron en la Feria de Abril.

  Eduardo Canorea y Ramón Valencia esta tarde en el burladero de la empresa. (FOTO: Javier Martínez)

     Y la corrida fue un aburrimiento de padre y señor mío. Pero sin embargo aún quedan unas 5.000 personas que sueñan con emocionarse con una corrida de toros en la Maestranza. Eso es los único positivo de un nuevo fracaso en Sevilla. Que a pesar de todo y las alternativas de ocio, aún queda un reducto de aficionados que se entremezclan con los guiris en los tendidos maestrantes.

     La gente hoy ya estaba cansada. Después de la plomiza novillada de ayer, hoy otra más. Otro fracaso ganadero… Estaba el francés Castella dando el muletazo número 538 al quinto de la tarde cuando una voz del tendido sonó rotunda en la plaza: «Canorea: ¡vaya mierda de toros!». Y el buen -y desesperado- aficionado se llevó la gran ovación de la tarde. Pero esta es la Sevilla que todo lo consiente, que todo lo traga y que nada protesta. Y así navega la empresa, en las más felices de las comodidades. Y si no, miren el cartelito del 12 de octubre… cuando todos los empresarios se estrujan las seseras para ofrecer lo mejor de lo mejor, aquí la empresa -una vez tumbado el 15 de agosto y medio KO el Corpus- dispuesta a cargarse también el 12 de octubre. Miren el cartelito… Pero esto es Sevilla. Y aquí no pasa nada. 


LA VOZ DEL ABONADO

«¡Canorea, vaya m… de toros!»

Unión Taurina de Abonados de Sevilla.-

     Cuando declinaba la tarde, un espectador de los tendidos del 11 grita «¡Canorea, vaya m… de tarde!». Recibe la ovación más fuerte. Esto lo resume todo. Otro espectáculo para olvidar donde una vez más fallan los toros, tanto en presentación como en comportamiento. Los lidiados en segundo, tercero y cuarto lugar, impropios de una plaza de primera, sobresaliendo en negativo el tercero, de nombre ‘Sucesor II’, que ha sido el toro peor presentado en esta temporada en Sevilla.

     Seños presidente, un toro estrecho de sienes y con una encornadura corta y completamente abrochada no sirve ni para una plaza de segunda, sin embargo aquí en Sevilla, y con la deriva descendente de la plaza, ustedes se empeñan en desprestigiar aún más la Fiesta en lo que les toca.

     Estos animales de Alcurrucén dieron un juego muy parecido todos ellos en los dos primeros tercios. Abstraidos de la lidia. Deambulaban por el ruedo como si aquello no fuera con ellos. Recibían varas simuladas. Los ponían en suerte, unos al relance, otros traspasando la raya de menor diámetro, con los lidiadores arropando el caballo a uno y otro lado. Nadie pone coto a tanto desbarajuste de desorden: ni autoridad, ni el matador de turno, ni el director de lidia…

     Con este material no hubo ni lances de recibo, ni por supuesto quites. Cuando llegaron estos ‘núñez’ a la muleta tuvieron mayor fijeza, pero de embestida cansina, aunque repetitiva, unos con la cara a media altura, otros con algo de más clase, pero siempre sin el brío y emoción suficiente como para que la labor de unos toreros anodinos calara en los tendidos.

     El Cid, torero de la casa, pone el hombre un tesón y unas ganas que nadie discute, pero tardes como esta no son sus tardes. Necesita el toro encastado de su primera época porque con embestidas de ‘vaca-burra’ descastadas, su labor peca de falta de ajuste y aquello se hace cuesta arriba y monótono. Castella ofreció multitud de pases de muleta, Más en su primero que en el quinto de la tarde. Toreo desviado. Sin cargar nunca la suerte. Ventajista al máximo y así es difícil que su labor cale en los tendidos. A Daniel Luque, al menos, le vimos más comprometido que en tardes anteriores. El torero cita en corto al tercero y le liga varias tandas, de lo mejor de la tarde. En el sexto lo intenta, pero con la tarde cuesta abajo y el toro flojo y sin fuerzas, lo mejor era abreviar y salir pitando de la plaza para olvidar cuanto antes la tarde, donde lo más destacado, y con razón, fue el grito del aficionado.

 


GALERÍA GRÁFICA (www.lopez-matito.com)

El Cid.

El Cid.

El Cid.

El Cid.

El Cid.

Sebastián Castella.

Sebastián Castella. Sebastián Castella. Daniel Luque.

Daniel Luque.

Daniel Luque.

Si le interesa alguna fotografía: 625 19 47 69 o diríjase a eduardo@lopez-matito.com

 


OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

Los despoblados los tendidos de sol. El sol ha pegado de los lindo esta tarde en Sevilla. Dos que querían ponerse morenitas.

Otros preferían resguardarse del sol.

El doble uso de la almohadilla.

Las hay más 'pijas' para taparse del sol.

¿Sombreros comprados en lote? El ganadero José Luis Pereda, que lidiará el 12 de octubre. ¿Le gustaba el cartel a los maestrantes?
Recuerdo para olvidar. ¿Dónde está la bravura? Dos buenos aficionados.

 

 

 

 


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