Descastada corrida del Corpus

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El presidente Julián Salguero y su asesor, Martín Cartaya, ambos de Castilleja. (FOTO: Paco Díaz / toroimagen.com)
El presidente Julián Salguero y su asesor, Martín Cartaya, ambos de Castilleja. (FOTO: Paco Díaz / toroimagen.com)

«…el presidente sr. Salguero -del que desconozco sus antecedentes taurinos- estaba de fiesta, hablando con el público de delante, entre el que se encontraba el ganadero con sus partidarios, pidiendo no solamente las orejas, sino -ríanse ustedes- la vuelta al ruedo para el toro. También desconozco los antecedentes taurinos del asesor artístico, pero entre ambos convirtieron la Maestranza en una plaza de segunda…»

Ignacio Sánchez-Mejías.-

     La corrida del Corpus en Sevilla estaba siendo soporífera hasta que Salvador Cortés se puso a torear al sexto. Los toros de Martín-Lorca son el espejo del toro artista moderno, las bobas del carretón, descastados, sin poder ni raza, mansitos, sin fuerzas ni motor. Ahora, eso sí, sin una mala mirada, sin un mal gesto y sin la más mínima emoción. Fueron deambulando por el ruedo, cuando no cayéndose o echándose en mitad de faena. Cinco tostones y uno bis, sólo el sexto lo salvó Cortés. No sé hasta cuando vamos a ir aguantando esto, si sé que se mantiene por el abono, pero con estas expectativas estamos echando al aficionado del ruedo, quizás para que no vuelva más.

     El sexto casi me mantenía en pié. Cortés, que sabe torear y bien, como ya ha demostrado varias veces, le hizo de enfermero, esperando un eternidad entre serie y serie, y cuajó una faena ligada, rubricada con una estocada que, en otras circunstancias hubiera valido una oreja. Pero el presidente sr. Salguero -del que desconozco sus antecedentes taurinos- estaba de fiesta, hablando con el público de delante, entre el que se encontraba el ganadero con sus partidarios, pidiendo no solamente las orejas, sino -ríanse ustedes- la vuelta al ruedo para el toro. También desconozco los antecedentes taurinos del asesor artístico, pero entre ambos convirtieron la Maestranza en una plaza de segunda; quizás lo que nos merecíamos.

     No sé quien salió contento de la plaza. Seguro que Salvador Cortés sí. Ha vuelto a reivindicarse. El ganadero y su clac supongo que también, ya que podrán contar a las generaciones venideras que a un toro suyo le cortaron dos orejas en Sevilla. Pero el aficionado imparcial, les puedo asegurar que bajaba vencido el tendido.


*Ignacio Sánchez-Mejías es economista, auditor de cuentas, socio de SMT Auditores y profesor asociado de la Universidad de Sevilla / Publicado en el blog ‘Desde el tendido 2’ de ABC-Sevilla.

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