REAL MAESTRANZA - 18ª Feria de Abril

Enorme decepción

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El diestro murciano Rafaelillo ha dado una vuelta al ruedo tras lidiar el quinto toro de una mansa, descastada y floja corrida de Miura. José Luis Moreno ha sido ovacionado en sus dos toros. Serafín Marín, desconfiado e inseguro, ha sido silenciado tras finiquitar a sus dos oponentes. 

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Miura, más uno de Conde de la Maza como sobrero del tercero titular, devuelto por falta de fuerzas; desiguales de presentación, mansos, flojos y descastados.

ESPADAS: -José Luis Moreno (de verde y oro), saludos y saludos.

-Rafaelillo (de corinto y oro), saludos y vuelta al ruedo.
Serafín Marín (de celeste y oro), silencio y silencio.
 
INCIDENCIAS: Tres cuartos de plaza. Durante la lidia del tercero saltó al ruedo un espontáneo que logró llegar a la cara del toro en dos ocasiones; pasó a disposición de la autoridad. José Luis Moreno fue atendido en la enfermería de «contusión en mano izquierda donde refiere fractura reciente en cuarto metacarpiano. Se aplica antinflamatorio tópico y vendaje. Se aconseja estudio radiológico. Pronóstico leve».


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Vuelta al ruedo de Rafaelillo en el quinto toro de Miura. (FOTO: lopezmatito.com)

 

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¿Mantener la tradición?

Francisco Mateos
PATIO DE ARRASTRE
¡Un espontáneo!
Sixto Naranjo
AMBITOTOROS
Las últimas diez
Javier García Baquero
LA CORRIDA, AL COMPÁS
Tocata y fuga

Fernando Naranjo

Manuel Viera.-

     Ayer, Miura siempre fue sinónimo de peligro. Las secuelas que dejaron los toros de ‘Zahariche’ en dramáticas y épicas tardes obligaban al que tenía que lidiarlos al repliegue involuntario. A un medio ejercicio de prudencia que le hacía situarse en la retaguardia para ejecutar un toreo de formas muy distinta al que le definía. Y aunque las comparaciones con el pasado son odiosas, hoy, Miura, es otra cosa. Otra realidad. La realidad del toro de la modernidad y no el de ayer. La del toro ayuno de casta y fuerza que deambula a su aire por el ruedo con la única sensación de peligro que la de su defensa para no embestir. Salen, le meten puya por costumbre, por miedo, y… se paran, se caen… Toros de estampa antigua, feos, grandullones, destartalados y flojos… y hasta poco serios de cara y pitones.

     Así fueron los toros de Miura que esta tarde salieron al ruedo de la Maestranza en la tradicional corrida que puso fin al ciclo continuado de Feria de Abril. Y así, ni surgió la emoción de la épica ante el bicho que amenaza, ni la emoción del toreo. Ni para lo uno ni para lo otro sirvieron. Hasta Rafaelillo tuvo que hacerse un toro a imagen y semejanza para intentarle cortar la oreja que al final no llegó.

     El quinto fue un toro flojo que se dejó sin picar tras lucirse, Rafaelillo, con dos largas cambiadas de rodillas y unas buenas verónicas. Sin humillar y con cansino trote acudió al cite del murciano que, con su personal estilo y experiencia con este tipo de toros, ‘vendió’ a la perfección una faena de izquierda de largos muletazos en línea, emotivos cambios de manos y pases por bajo, epilogando el trasteo con dos series al natural rematadas con toreros adornos. Con tan deseado toreo calentó la helada temperatura ambiente, por el sufrible frío de invierno reinante en la plaza, y motivó a un publicó dispuesto a concederle el merecido apéndice. Se tiró en rectitud con enorme valor y pinchó. Una lástima.

     Con el ‘mulo’ segundo, manso, descastado y parado, le fue imposible, pese a su denodado esfuerzo, hacerlo pasar ni a derecha ni a izquierda. Con valor y habilidad lo finiquitó de estocada trasera y descabello.  


El quinto fue un toro flojo que se dejó sin picar. Sin humillar y con cansino trote acudió al cite de Rafaelillo, que ‘vendió’ una faena de izquierda de largos muletazos en línea


Hoy, Miura, es otra cosa. La realidad del toro de la modernidad. La del toro ayuno de casta y fuerza que deambula a su aire por el ruedo


 

     José Luis Moreno pudo sufrir un grave percance al perderle la cara al cuarto, otro manso morlaco que se negó a pasar. Antes le habían pegado en varas como a ninguno y… se paró a la defensiva sin que el torero de Dos Torres lograra darle un solo muletazo. Ya digo, tras unos de los intentos, perdió su mirada y se lo echó a los lomos en espeluznante voltereta. También le ‘avisó’ que iría a su caza al entrar a matar, y así lo hizo en el primer intento de una suerte sudada y trabajada para, por fin, mandarlo al desolladero.

     Al primero, largo como un tren, soso, sin humillar y de embestidas distraídas, le costó un mundo bajar la mano en una faena que transcurrió monótona y anodina. Tras la estocada le ovacionaron.

     A Serafín Marín le devolvieron el tercero por inválido, y en su lugar salió un sobrero del Conde de la Maza, serio y de complicadas embestidas, al que había que poderle con seguridad e intenciones. Muchas más de las que mostró el diestro catalán que, desconfiado y con dificultad, fue dando pases desconexos sin atisbo de poder resolver. La estocada cayó baja.

     Con el flojo y descastado sexto le vino el ánimo en un final de faena de pases diestros que le sirvieron para recrearse en un toreo donde dominaba más la voluntad que la facultad de emocionar. Media estocada y el silencio de un público que abandonó la plaza helado de frío y con enorme decepción. 


AL NATURAL

¿Mantener la tradición?

Francisco Mateos.-

     Escaparse por dos veces de las cornamentas de un Miura en Sevilla es milagroso. José Luis Moreno puede celebrar esta noche su nueva fecha de nacimiento. Impresionante cómo el toro levantaba el cuello y lo lanzaba, con qué fuerza. Y menos mal que el torero cordobés estuvo listo y rodó por el suelo buscando la huída de los pitones. Como si no hubiéramos tenido ya imágenes de espanto y horror por la mañana con el destripamiento del caballo de Rui Fernandes… ¡Vaya día! Y para intentar desafiar aún más a la suerte y la tragedia, un espontáneo que se lanza en el del Conde de la Maza sobrero con una cazadora a modo de capote… Creo que el alocado chico también puede dar gracias a Dios por estar íntegro a estas horas.

     De todos modos, la corrida de Miura ya no es lo que era. Es cierto que hubo tensión, pero los toros miureños están faltos de casta y de empuje, de fuerza. Esta ganadería sevillana se ha venido abajo. El públlico asiste con escaso interés a este cierre ferial. Cada vez es menor el aforo registrado. No es ya tarde de heroicidades y toreros maduros y curtidos en mil batallas para enjaretar esa ‘otra lidia’ que precisaban estos toros; ahora se le puede incluso hacer la ‘lidia moderna’ sin demasiados problemas. Realmente no sé si tiene sentido seguir manteniendo esta corrida denominada ‘tradicional’. También era tradicional el lunes de Guardiola, y pasó a mejor vida… O la corrida de la Virgen de los Reyes, que este año se la han cepillado los empresarios con el visto bueno de los maestrantes… O la corrida del Corpus, reconvertida en sólo una novillada esta temporada… ¿Será la de Miura del domingo ferial la próxima (tradición) en caer?

 

 


 

PATIO DE ARRASTRE

¡Un espontáneo!

Sixto Naranjo.-

     Que el toreo y sus circunstancias han cambiado es algo más que un hecho y una evidencia. Hoy en día en el mundo del toro se conoce todo casi al instante gracias a Internet: los portales taurinos, los blogs, las redes sociales como Facebook o Twitter. Se ha ganado en inmediatez pero se ha perdido en romanticismo.

     Por eso, a mucha gente ha extrañado que este domingo un hombre haya saltado durante la lidia del tercer toro de Miura a jugarse la vida sin vestir de luces. Un espontáneo. Algo atípico, es verdad, sin capote ni muleta, pero con ganas de ponerse delante de un toro. No es que defienda esta práctica, pero de toda la vida, los maletillas, los novilleros o los toreros que querían reivindicarse se lanzaban al ruedo para exponer a la desesperada sus argumentos. Durante unos segundos, la Real Maestranza ha recobrado una estampa añeja que nos ha devuelto a tiempos pasados.


 

AMBITOTOROS

Las últimas diez

Javier García Baquero.-

  1. De una tarde de mil matices, mi retina se queda con las series de Rafaelillo al quinto de la tarde: verdad torera, heroicidad consuetudinaria, capacidad de quedarse más quieto que un palo. Emociona este torero de poca estatura. Otra vez después del pasado año: ¿sitio garantizado para el año que viene en el mismo sitio y a la misma hora? Pues se ha ganado una cita una semana antes.

  2. José Luis Moreno se llevó un tarantantán del cuarto que lo dejó noqueado. A pesar de eso se quedó y entró a matar, y se llevó otro meneo. Raza del torero de Dos Torres.

  3. No se veía a Rafaelillo detrás del quinto a la hora de matar. Al primero lo cazó ‘a ojo’; nos acordamos de Valderrama.

  4. Serafín Marín es un torero honrado. Su antiguo apoderado, el Moranco, andaba por el callejón. Hace dos años, después de la de Palha, le dijo: «¿a quién llamo ahora?». Pues a cualquiera, César; con esa actitud a cualquiera.

  5. El cuarto Miura era un tren. ¡Qué cosa más larga! Nos acordamos de Gandía,… «media hora saliendo toro»; es verídico.

  6. El tercero del Conde de la Maza fue un bicho. Bien Marín, aguantando tarascadas y buscando robar muletazos.

  7. A ese tercero bis se tiró un espontáneo, en vez de tirarse al devuelto titular del hierro de la A con asas, como hubiera hecho un loco aficionado. Tan tonto o tan borracho o tan mal aficionado es el tío que se tira a uno del Conde que había de lidiarse; no podrá contar a sus nietos que le dio dos muletazos a un Miura en la Maestranza. ¿O será partidario del Conde?

  8. El quinto toro nos recordó a faenas nunca vistas pero soñadas: la de Manolo Cortés que inspiró una de las crónicas más bonitas de Zabala padre, la de los gitanos de Benlliure toreando. Las faenas del genial Pepe Luis padre. Es posible torear por derecho a un Miura, con las piernas clavadas hasta el metro, hasta adornarse con un kirikikí y con cadencia y temple infinitos. ¡Torero!

  9. Clarinazo, en el último cambio de tercio de la Feria se gustó el intérprete. La Maestranza correspondió con palmas. En una plaza de toros todos tienen que sentirse toreros. Olé.

  10. Se nos fue la Feria, una mala Feria en sus carteles, una mala Feria en taquilla, una mala Feria en lo ganadero, una mala Feria en el escalafón. Una buena Feria en su comprensiva lectura, en los buenos ratos con los cabales en el Taquilla, en la Venta Pazo, en la Puerta La Carne. Una tarde de toros nace a la hora de comer y muere… no muere nunca. Mientras un aficionado sea capaz de recordarla en un solo detalle… Gracias por su paciencia.

 


 

LA CORRIDA, AL COMPÁS

Tocata y fuga

Fernando Naranjo.- 

¡Vamos! ¡Echad el cerrojo!
¡El ‘pescao’ está ‘vendío’!
Maldito tiempo ha ‘venío’
a causarnos tal sonrojo.
Vaya apoteosis flojo,
su fea presentación,
sin atisbos de emoción
cierra una Feria importante.
Aquellas ‘miuradas’ de antes
causaron más sensación…

¿El cuajo va con el peso?
Aquella tablilla miente…
Igual que brava simiente
fuera un pecado espeso;
no viajara en los expresos
venidos de ‘Zahariche’,
sin su divisa fetiche,
llegaron faltos de raza
e imagen para esta plaza,
que más seriedad exige.

De Dos Torres un ‘rubiacho’
‘vestío’ de verde y oros
vino a matar sus dos toros
con su firmeza de macho.
Y anduvo como un borracho
de sangre que se bebía…
Demostró su torería
ante dos mulos con cuernos,
y pudo ir a los infiernos
mientras más agua caía.

 

 

 

 

Y llegó desde el Segura
un bajito navegante.
Hoy el cante es de Levante
y vengo a matar dos miuras;
ya sabéis mi compostura.
Dijo el tal pimentonero…
A ese toro ‘Guindalero’
y otro cárdeno ‘Encendío’
le digo yo un cante mío.
¡De La Unión soy tarantero!

Del Conde, con Maza y hacha,
y un correoso ‘Estopeña’.
Marín recibiera leña,
del de Lora en mala racha;
y hasta tuvo poca ‘lacha’.
Quizás un ebrio espontáneo.
Un vetusto sucedáneo
en la tarde sevillana
creyó ver bous y sardanas
allá en el Mediterráneo.

Hay que ver lo que parece
la Feria cuando termina…
Suspiros tras las cortinas
y el aire raro parece.
Un denso recuerdo mece
colgado en algún farolillo.
Mientras sueña un torerillo
del puerto camaronero
ser algún día torero
y brindar al Giraldillo…

 


GALERÍA GRÁFICA (lopezmatito.com)

Miura. Miura. José Luis Moreno.

José Luis Moreno.

José Luis Moreno.

José Luis Moreno.

José Luis Moreno. José Luis Moreno. José Luis Moreno.
Rafaelillo. Rafaelillo. Rafaelillo.
Rafaelillo. Rafaelillo. Rafaelillo.
Serafín Marín. Serafín Marín. Serafín Marín.

 


 

GALERÍA GRÁFICA (Paco Díaz)

José Luis Moreno. Rafaelillo. Serafín Marín.

Las formas morfológicas que definen y diferencian al toro de Miura.

Un toro de Miura levantando sus característicos alargados cuellos.

El director de Espectáculos Públicos, Luis Partida.

Los domingos al sol. Un espontáneo casi a cuerpo limpio. Se libró del grave percance de puro milagro.
Presidentes de tertulia mientras se torea. Y sigue la tertulia presidencial... José Luis Moreno.
José Luis Moreno.

José Luis Moreno.

José Luis Moreno.
José Luis Moreno. José Luis Moreno. José Luis Moreno.
José Luis Moreno. Rafaelillo. Rafaelillo.
Rafaelillo. Rafaelillo. Rafaelillo.
Rafaelillo. Rafaelillo. Rafaelillo.
Serafín Marín. El sobrero del Conde de la Maza. Serafín Marín.

Picador en apuros.

Serafín Marín.


 

OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

José María Susoni, que en su momento llegó a abrir la Puerta del Príncipe, en su puesto de chiqueros. A algunos parecía que le molestase las poquitas veces que asomaba el sol en la fría y nublada tarde de toros. Un descansito de los muchachos de la Cruz Roja en las terrazas exteriores de la plaza.
El clarinazo larguísimo en el último cambio de tercio del sexto anuncia el fin de Feria. Los técnicos del Plus introducen la cámara grúa de la Puerta del Príncipe. La cámara grúa de la Puerta del Príncipe, ya en su sitio habitual dentro de la plaza.
Una flor bien 'plantá'. Un tipo raro y misterioso. ¡Se acabó la Feria!
 

Se ha ganado el sueldo: ha aguantado ahí arriba frío, agua y viento...

 

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