REAL MAESTRANZA - Novillada de abono

Oreja para la disposición de El Melli

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La oreja ganada por el novillero sanluqueño El Melli en la Maestranza.

El novillero sanluqueño Germán Vidal ‘El Melli’ ha cortado la única oreja de la noche a la mansa novillada de la ganadería de Torrehandilla lidiada en la Maestranza, en festejo de abono. El francés Lalo de María fue ovacionado tras dos fuertes volteretas. El sevillano Joselito Sánchez, silenciado. Poco público.


 SEVILLA / Novillada 

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de la ganadería de Torrehandilla,  bien presentados, serios y mansos en general. Destacó el quinto, noble y con calidad en sus embestidas. Rajado el primero; muy soso el segundo; con genio el tercero; sin humillar el cuarto; complicado el sexto.
NOVILLEROS:Germán Vidal ‘El Melli’ (de rosa palo y oro), silencio tras aviso y oreja.
Lalo de María (de berenjena y oro), silencio y saludos.
Joselito Sánchez (de nazareno y oro), silencio y silencio
.
INCIDENCIAS: Un tercio de plaza. Se guardó un minuto de silencio en memoria del matador de toros Andrés Vázquez, recientemente fallecido.


Manuel Viera.-

     Sevilla fue de nuevo punto de encuentro de tres debutantes para iniciar camino hacia el futuro que les aguarda. Un competitivo trayecto que ahora transita entre la ilusión y la esperanza.  Por eso importa el valor y la actitud en la manera en la que lo hacen. La autenticidad de la ejecución y el cuidado que han de poner en la demostración de sus respectivas tauromaquias. Claro que, para ello, deben de tener embestidas que le faciliten el toreo soñado. Algo tan difícil de conseguir como irreal para el que empieza sin el bagaje mínimo exigido. Hoy, la seria y bien presentada novillada de Torrehandilla mostró más mansedumbre que calidad en sus acometidas, algo tan necesario para estos que sueñan con el triunfo en tan emblemática plaza.

     El serial nocturno fue anodino, cansino, largo y sólo soportable por la fresca noche sevillana después de sufrir tanto calor asfixiante en anteriores festejos. Pero en el ruedo no pasó nada. Tal vez la actitud y ambición demostrada por El Melli. Le pudo al manso y rajado primer novillo y supo mostrar su concepto con el cuarto, un utrero que transmitió atisbos de emoción con su compleja embestida, sin humillar en las telas, y al que el novillero de Sanlúcar de Barrameda toreó acompasado con el capote, para correr la mano después en una faena templada, ligada, de mano baja, de momentos interesantes con la diestra y con alguna desigualdad en el cómputo de la lidia. Una faena entusiasta con la que explicó la manera de estar del que quiere ser alguien importante en esto. Le hundió la espada y paseó una oreja que le supo a gloria.

     Lalo de María pareció ser un torero más expresivo que natural. Todo lo quiere hacer despacio, muy despacio, impregnándolo de una excesiva solemnidad. ¿Qué es diferente? No hay duda, pero su toreo es incorrecto, preciosista y carente, por lo visto, de verdad. Un toreo que se ve con agrado, pero no emociona. Entre algunos detalles interesantes cabe destacar el trazo con la izquierda. Fueron dos naturales excelsos al quinto, el novillo más claro y con más calidad de los lidiados. Con el noble y soso segundo, el diestro francés, dejó momentos de un toreo templado, aunque ejecutado al hilo del pitón. A ambos los finiquitó de estocada.

     Para Joselito Sánchez la apuesta fue demasiado dura. Y la perdió. No está para afrontar tan responsable compromiso en tan importante plaza. Sobre todo porque cuando las piernas no obedecen a las órdenes de la mente las dificultades se multiplican. Al complicado tercero no le pudo. La inseguridad delante del novillo fue tónica general en la lidia. Y con el manso sexto pasó un mal rato hasta desistir. Menos mal que le supo meter la mano y hundir el acero.


 GALERÍA GRÁFICA (Pagés) 

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