REAL MAESTRANZA - 2ª Ciclo San Miguel

Talavante, al natural

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Talavante pasea la oreja ganada hoy en Sevilla. (FOTO: Arjona)

El sevillano Rafa Serna ha resultado herido de gravedad por en el toro de su alternativa en la axila y brazo derecho al ejecutar la suerte de matar en el toro del doctorado. Alejandro Talavante cortó la única oreja del festejo. Roca Rey fue ovacionado. Gran entrada, casi lleno.


SEVILLA / Corrida de toros

TOROS: Se han lidiado tres toros de Hermanos García Jiménez –segundo, tercero y cuarto-, dos de Olga Jiménez -primero y quinto- y uno -el sexto- de Peña de Francia. Bien presentados, serios y astifinos, aunque de escasa casta. Mejores segundo y cuarto.
ESPADAS:Alejandro Talavante (que sustituía a Manzanares, de azul y oro), saludos, oreja y silencio.
Roca Rey (de celeste y oro), saludos y saludos.
Rafa Serna (de marfil y oro), que tomaba la alternativa, ovación recogida por la cuadrilla al ser cogido al entrar a matar.
CUADRILLAS: Saludó en banderillas Juan José Trujillo.

INCIDENCIAS: Casi lleno. Rafa Serna fue cogido en la suerte de matar en el primero, siendo intervenido en la enfermería de «herida en axila derecha con trayectoria distal de doce centímetros, con arrancamiento de rama de vena axilar contundiendo plexo braquial y arteria braquial. Se practica hemostasia de rama venosa axilar y exploración tras arteriotomía de flujo de la arteria braquial, con resultado satisfactorio. Se completa con lavado, drenaje y cierre por planos de herida. Pronóstico grave»


Manuel Viera.-

     Tal vez con mucha más contundencia que ayer sábado hizo resaltar la intensidad  expresiva de su concepto al natural. Una forma de hacer el toreo imprescindible para provocar la emoción. Talavante se mostró inspirado para plasmar una lidia sugerente con la que alcanzó el encanto deseado. La hondura y solidez del trazo zurdo y, sobre todo,  la transparencia y calidad de la que hizo gala, tiñeron de sutiles naturales una faena sólo enturbiada por el nefasto manejo de la espada.

     Parece difícil superar versión tan perfecta de un toreo tan inteligente y de exuberante belleza. Elegancia y sensibilidad en la enorme capacidad para emocionar. Un toreo hecho y dicho con el alma, tan puro que el resultado final no sólo gusto, sino que convenció.  Fue realmente emotivo, y eficazmente conseguido en el seno de la inspiración, el natural de frente acabado detrás de la cadera. Y esta vez no se limitó el extremeño al detalle contemplativo, sino que insistió e insistió hasta hacer del trazo zurdo su toreo más sublime. Hubo mucho toreo en esas dos series con la izquierda al buen toro segundo de García Jiménez, al que recibió a portagayola con un aguante y una parsimonia tan soberbia como emocional. Al que mandó genuflexo y ligó con la diestra con verdad. Además, poseyó el atractivo de la entrega, de la torería, de la inspiración que transmite la rotunda sinceridad. Pero he aquí que el acero no entró. Hasta cinco veces pinchó. La ovación supo a nada.

     Con el noble cuarto, con su punto de sosería, volvió a surgir la excelencia del natural trazo. La faena fue una muestra de calidades mostradas en el sentido del ritmo, el temple, la exquisitez en los cambios de manos, en los lentísimos remates de pecho y, también, en la verdad. Entregado a la hora de finiquitar fue empitonado de fea manera sin consecuencias aparentes. La espada se hundió y la oreja en su mano fue justo premio.

     Alejandro lidió el sexto -por cogida de Serna- decidido a conseguir el triunfo. Volvió a mostrarse de hinojos delante del portón de chiqueros y con aparente serenidad trazó la  larga cambiada tan despacio como templada. El manso, que lucía el hierro de Peña de Francia, no le dio después demasiadas opciones y sus deseos quedaron en nada.

     Rafa Serna caminó dispuesto al triunfo hacia la puerta de chiqueros para recibir a ‘Almendrito’, el toro de su alternativa, que le pasó como un obús arrancándole el capote cuando se disponía a trazar la habitual larga cambiada de rodillas. Gustó después el toreo de capa para mostrar actitud y concepto en una faena cambiante, aunque ambiciosa y seria. No obstante, la sosería, la complicada embestida y el poco fondo del toro de Olga Jiménez no le permitió alcanzar su objetivo. Larga faena con infinidad de pases, algunos de trazo elegante y otros algo distanciados. Lo mató con entregado abandono, siendo empitonado por la axila, ocasionándole el arrancamiento de rama de vena axilar, e impidiéndole continuar la lidia.

     A Roca Rey se le paró muy pronto el tercero. Un toro de complicadas acometidas, de escaso recorrido y sin humillar, pese a que el peruano le bajó la mano y le arrastró la muleta de forma inverosímil, pero ni por esas consiguió atisbar su emotiva tauromaquia. Tras el arrimón final acabó de estocada precedida de pinchazo.

     El quinto acometía defendiéndose y salía de la suerte distraído y sin empuje. De nuevo fundamentó su toreo en el valor, en el natural de mano baja y muleta arrastrada. E incluso logró hilvanar con la derecha y rematar con notables pases de pecho. Pero la faena no alcanzó altura. Volvió a pinchar  para tumbar después al morlaco patas arribas de certera estocada.


AL NATURAL

¿Se acabó?

Francisco Mateos.-

     El Ciclo de San Miguel acabó. Corto resultado artístico en estas dos corridas. Pero, ¿acabó la temporada sevillana? La festividad del 12 de octubre, Día de la Hispanidad, está a la vuelta de la esquina. La empresa, en tiempos de Diodoro, anunciaba la corrida del 12 de octubre a principios de año, al anunciar el abono, excluyéndola del mismo pero amarrando a las figuras; era la época de Curro, que comenzaba en Resurrección y acababa en Sevilla por el Pilar. La época de Curro, Espartaco, Ojeda, Manzanares, Ortega Cano…. Ahora, desde que sus herederos tomaron el control de la casi centenaria empresa Pagés, a la tradicional festividad del 12 de octubre le pusieron fecha de caducidad, al igual que se la pusieron y ejecutaron la festividad de la patrona de Sevilla, el 15 de agosto. Y si Diodoro anunciaba el cartel del 12 de octubre a principios de temporada, sus herederos esbozaban alguna pista en la presentación de las novilladas nocturnas de julio; pero ya ni eso. Cerrado el ciclo de San Miguel, a la salida esta tarde de los toros, los aficionados miraban las carteleras de la plaza y ni rastro del 12 de octubre. Y nada de información al respecto. ¿Habrá acabado hoy la temporada sevillana?


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