REAL MAESTRANZA - Novillada de abono

Media estocada que vale una oreja

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Emilio Huertas ha cortado una oreja tras finiquitar a su primer novillo de fulminante media estocada. Damián Castaño, que ha realizado el toreo de más contenido de la tarde, dio una vuelta al ruedo. Gómez del Pilar, con el peor lote, fue ovacionado.

LA FICHA

 

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de Villamarta, de notable presentación, mansos y complicados. El mejor, el noble y repetidor tercero.
  
NOVILLEROS:Gómez del Pilar, de grosella y oro, silencio y ovación. 
Damián Castaño, de grana y oro, vuelta tras aviso y silencio.
Emilio Huertas, de rosa palo y oro, oreja y ovación.
 
CUADRILLAS: Saludaron en banderillas tras parear al segundo David Adalid y Francisco J. Rodríguez; José Otero Beltrán y David Casanovas tras hacerlo con el tercero; y Ricardo Cendejas tras parear al sexto.

INCIDENCIAS: Media plaza.

 

 

Manuel Viera.-

     Quizás en algunos instantes resultara monótona la tarde, pero en la totalidad de pases de los tres debutantes, algún que otro dejó la estela de unos trazos flexibles y expresivos que suplieron los problemas de unas embestidas violentas y complicadas de los bien presentados, aunque sosos y descastados, novillos de Villamarta

 

 

Emilio Huertas con la oreja del tercero. (FOTO: López-Matito)  

SECCIONES

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(López-Matito)
OTRAS IMÁGENES
AL NATURAL
Desconcierto horario

 

     Quien más contenido ofreció fue Damián Castaño, que desde el templado capote hasta la cadencia de su muleta mostró un toreo de mano baja y despacioso con el que supo justificar una faena intermitente aunque con momentos de buen toreo. Lo hizo con el segundo, un buen novillo un punto tardo en las embestidas pero con la movilidad suficiente para llegar a los tendidos. Faena que no terminó de coger vuelo pese a la frescura de los muletazos diestros, la combinación de un valor sereno y la precisión de algunos de los trazos. La estocada caída no fue óbice para que el público le aplaudiera lo hecho, lo que aprovechó para pasear el redondel.

     Con el quinto, manso y complicado, se afanó en dejarle la muleta en la cara tapándole la salida en unos intentos vanos por evitar la huida, para así robarle al final del trasteo notables muletazos con la derecha. Pese a sus enormes ganas, las dificultades que le planteó el violento novillo hicieron imposible hilvanar más de dos pases seguidos. Mató mal.

     Emilio Huertas le cortó la oreja al noble y repetidor tercero, más por la contundencia de la media estocada para tumbar al novillo sin puntilla, que por lo hecho en un trasteo que no terminó de convencer. Y es que el debutante de Ciudad Real toreó despacio y largo, templó de manera eficiente la embestida, e incluso ligó los pases a derecha e izquierda. Pero lo hizo muy despegado, sin ajuste, desplazando hacia fuera la embestida, abusando en demasía del pico de la muleta. El trofeo ganado se antoja benévolo.

     El sexto no le dejó más que mostrar voluntad en un quehacer complicado y difícil por las dificultades que le planteó un animal que echaba la cara arriba con peligro, que le puso los pitones en la cara en más de una ocasión y que dijo no pasar más, lo que le provocó algún que otro atisbo de desconfianza. Esta vez falló con la espada.

     Lo peor del encierro de Villamarta se lo llevó Gómez del Pilar. Este otro debutante se fue decido a portagayola a recibir al primero, un novillo manso que se defendió en las telas con peligrosos cabezazos. El madrileño utilizó los engaños siempre por delante en fallados intentos de hacer faena. Huía el utrero de las telas imposibilitando el trazo de dos muletazos seguidos. De fea estocada en los bajos tumbó al novillo.

     Al cuarto, soso y de escasa transmisión en sus cansinas embestidas, le bajó la mano, trazó largo el muletazo sin que con ello consiguiera agradar. Peor con la izquierda en una labor sin demasiado contenido. Tras pinchando hondo y descabello fue ovacionado.


AL NATURAL

Desconcierto horario

Francisco Mateos.-

     Arribábamos en nuestra recalentada ciudad de Sevilla, llegados allende donde los termómetros pactan con el diablo sol un máximo soportable, de regreso de las playas onubenses, esas que dicen los muy endógenos y radicales paisanos que son también ‘territorios naturales e históricos’ sevillanos. Y llegábamos los ‘miarma’ –como nos llaman por tierras choqueras con cierta guasa- a ciegas de la hora de comienzo de la novillada septembrina, desorientados tras el casi inhábil mes taurino de agosto sobre la hora del festejo. La lógica y la inercia de años anteriores nos hacían prever que sería a las siete de la tarde, o quizás hasta a las siete y media.

     Una vez que ya hemos echado un vistazo -no sin poca contrariedad- al nuevo hábitat urbano, donde ya no se oirán olas de brisa de mar ni niños chapoteando en piscinas, tiramos del cajón donde guardamos ordenadamente la larga tira de entradas del abono y asimos en nuestras manos la correspondiente al luctuoso y trágico 11 de septiembre. Y ahí es cuando se nos encogen las carnes: en la entrada se indica la hora de comienzo del espectáculo, a las seis de la tarde. Imposible ganarle tiempo al reloj y que las manecillas vuelvan del revés una hora, ya no llegamos antes de las seis y cuarenta: me pierdo dos novillos. Por otra parte, un nuevo cabreo porque anunciar una novillada a las seis de la tarde a principios de septiembre es gana de joder a golpe de rayo de sol al prójimo. Nos aproximamos hacia la Maestranza en el convencimiento de que debe ser un nuevo error de la empresa Pagés. Al aparcar en el desolado Paseo Colón y mirar de reojo los alrededores de las taquillas nos tranquilizamos: hay gente. Los carteles murales de la plaza indican el comienzo del festejo: siete de la tarde. De nuevo un error de la empresa. ¿Error de menor importancia? Pregúntenles a los que salieron de sus casas a pleno sol a las cinco de la tarde, chorreando camisa abajo para llegar a tiempo a las seis, que para eso lo pone en sus entradas bien clarito. Desconcierto en abonados. La Maestranza debe cuidar hasta el más mínimo detalle; esto no es la plaza de Espartinas ni la portátil de Dos Hermanas. Y para la novillada del próximo domingo también pone en las entradas a las seis de la tarde; yo no me fiaría…

 


GALERÍA GRÁFICA (López-Matito)

AVISO a los lectores.

Gómez del Pilar.

Damián Castaño.

Emilio Huertas.

Gómez del Pilar.

Gómez del Pilar.

Gómez del Pilar.

Gómez del Pilar.

Gómez del Pilar.

Damián Castaño.

Damián Castaño.

Damián Castaño.

Damián Castaño. Damián Castaño. Damián Castaño.
Emilio Huertas. Emilio Huertas. Emilio Huertas.
Emilio Huertas. Emilio Huertas. Emilio Huertas.
Apuros para el picador. Varios banderilleros han saludado. Otro banderillero destacado.

 


 

OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

AVISO a los lectores.

Nuestro '¿Dónde está Wally?' (izqda.) ha reaparecido en el burladero de la Junta... ¿Será finalmente familia de la delegada Carmen Tovar?

Hoy no ha venido a la novillada ni el propio teniente de hermano mayor de la Maestranza; Alfonso Guajardo-Fajardo no fallaba una.

Ramón Valencia, en su sitio.

El aficionado de piedra.

Ramón Vila y Octavio Mulet.

Cuando calienta el sol, aquí en la Maestranza... Unas guiris valientes, sí señor: 43 grados y al tendido de sol. Finito de Triana, porte de torero hasta hablando con Paco García.
Cualquiera diría que era una oferta de 'dos por uno'... Muchos guiris en la plaza hoy y pocos taurinos y aficionados. El sevillano Tomás Campuzano, apoderado de Emilio Huertas.

No nos cansaremos de pedir un monumento para la mujer de Marqués de Albaserrada: fija cada tarde en el palco de maestrantes; eso es afición.

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