Temple y armonía en el toreo de Rubén Pinar

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Temple y armonía en el toreo de Rubén Pinar

Real Maestranza – Corrida del Día de la Hispanidad, Lunes 12 de Octubre de 2009

TOROS: Se han lidiado astados de Toros de San Miguel, aceptables de presentación aunque descastados y flojos. El mejor, el tercero por nobleza y bondad en sus embestidas.

ESPADAS:Luis Bolívar, de azul marino y oro, silencio y silencio.
Salvador Cortés, de azul marino y oro, saludos y silencio.
Rubén Pinar, de rosa y oro, una oreja con dos vueltas al ruedo tras fuerte petición de la segunda, y saludos.

INCIDENCIAS: Un cuarto de plaza.

El albaceteño debutante ha cortado una oreja en la última corrida de la temporada, tras mostrar un toreo en el que el temple, el valor y la ligazón han sido sus características principales. Los descastados y flojos toros de San Miguel han deslucido una tarde en la que Luis Bolívar ha quedado inédito con el inválido primero, mostrando su ganas de agradar con el parado cuarto, y Salvador Cortés anduvo decidido y seguro con el rajado segundo y no convenció con el flojo y complicado quinto.


Rubén Pinar, con la oreja ganada esta tarde.
FOTO: Matito.

Manuel Viera.-

El toreo de Rubén Pinar se escucha más que se ve. Su ritmo se disuelve en un lentísimo recorrido repleto de detalles improvisados. Y, además, con una intensidad que transmite a los tendidos la emotividad de la pureza de su contenido. Pinar sabe hacer bien las cosas. Sin duda la faena al tercero fue notable, por actitud y por la fascinante sutileza del lento y hondo natural. El debutante albaceteño deleitó al público con los instantes de mérito que ofreció con un toreo al natural sorprendente, de peculiar estilo, perfilado, quizá demasiado forzada la figura, pero con el encanto de los improvisados cambios de manos y los completos circulares.

Rubén Pinar mostró temple y ansia expresiva en pos del rigor de una faena de enorme seguridad en la ejecución de cada muletazo. Antes, toreó a la verónica de manera valiosa e interesante, dando a conocer unas formas en el que el ritmo y la lentitud fueron características principales. Y después, con la muleta, lo que hizo no sólo fue para enterados atentos, ni para incondicionales serenos, sino para los muchos 'guiris' aburridos que se alborotaron con lo que veían abajo. Y es que, sin ser un virtuoso de las formas, su toreo al toro más noble, con más son y más bondad en las embestidas de la floja y descastada corrida de


Natural de Pinar al tercero

San Miguel, sí ha estado repleto de matices con los que ha logrado generar una emoción que para sí quisieran otros de mayor relumbrón en los ruedos. De todas formas, Rubén Pinar, siempre se las apaña para hacer un toreo sencillo y asequible a todos los que lo ven. Siempre -ya lo hizo en esta plaza de novillero- logra dejarte buen cuerpo sin la sensación de haber visto una banalidad. Con un contundente espadazo, quedando tras la suerte prendido por el pecho de fea manera, firmó lo hecho, dejado plenamente satisfecha a una gente que, sin titubear, se le entregó a su causa y le pidió el doble trofeo. Una oreja de ley paseó en doble vuelta al ruedo. Que no está mal.

La faena de Pinar al sexto, rajado y sin humillar, fue también de las que da medida de la verdadera talla de un torero. Y consiguió con ella la mejor versión de un toreo de capa diverso, con gusto y más auténtico. El muletazo diestro fue verdaderamente un prodigio de temple y ligazón, trazado con enorme capacidad e incluso mostrando un toreo más clásico e inspirado que en la anterior ocasión. Excelente toreo a derecha y sorprendente el lento natural con el que demostró su capacidad para transmitir emoción, pese a la mansedumbre de un toro que se echó con dos pinchazos antes de


Salvador en un pase cambiado

que el debutante lo finiquitara con definitiva estocada.

No hubo más en esta puesta en escena final de la temporada de toros en Sevilla. Los serios y astifinos toros de San Miguel no humillaron, mansearon y flojearon de manera ostensible. La corrida no se picó, y sólo la nobleza y bondad del tercero y el ir y venir sin clase del quinto sobresalen del descastado encierro.

Luis Bolívar quedó inédito ante la invalidez y falta de casta del primero, que permaneció en el ruedo sin criterio del palco y sin protestas del público. Y poco pudo hacer con el manso y parado cuarto al que le puso ganas en el trazo de unos muletazos sin emoción. Mató mal al primero y terminó rápido con el cuarto.

Y Salvador Cortés anduvo decidido y seguro con el rajado y parado segundo, al que dejó sin picar. Y después la calidad de algún que otro natural, largo y hondo, hicieron olvidar el escaso empuje de un toro agotado y cansino. Sin embargo, no se entendió con el serio y complicado quinto, al que toreó despacio con la capa para después mostrar demasiada desigualdad con la muleta, sobre todo por el astifino pitón derecho. El sevillano le puso voluntad pero no consiguió convencer, pese a los buenos aunque aislados trazos al natural. Con la espada, en ambos, encontró hueso.

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AL NATURAL

Libertad comunicativa en la Maestranza

Francisco Mateos.-

Sucedió tras el arrastre del tercer toro. A ese astado le arrancó una oreja importantísima el debutante Rubén Pinar. Una oreja que debieron ser dos: el chaval le hizo todo y más de lo que tenía el desrazado toro del nuevo desastre ganadero en la Maestranza. Lo mató por arriba y salió prendido por el pecho de forma espeluznante. Pero un nuevo petardo también de la presidenta dejó el premio en una oreja de muchísimo peso y dos aclamadas vueltas al ruedo, más la consiguiente bronca de órdago y unánime al palco.

Pues contento iba Rubén Pinar dando sus vueltas al ruedo, al igual de contentos estaban sus paisanos albaceteños de Tobarra, en las filas altas del tendido 8, donde a su paso exhibieron en sus manos una pancarta mediana de esas que se ven en las plazas de toros, donde lo único que ponía -perfectamente rotulado y diseñado- era "Peña Taurina Rubén Pinar. Tobarra (Albacete)". Creo que no es nada ofensivo. De inmediato, dos securatas privados subieron a esa zona como si de unos carteristas o tironeros se tratase y llamaron la atención al grupo de partidarios de Pinar, instándoles a doblar la pancarta y adviritiéndoles de que no volvieran a hacerlo.

Aunque se trata de la seguridad privada de la plaza, que paga la empresa supongo, imagino que es una decisión de la propietaria, de la Real Maestranza, y no de la propia empresa Pagés. No lo entiendo. Un grupo de aficionados se había cruzado medio país en autobús para asistir en Sevilla al debut del torero paisano, desde Tobarra hasta la capital del Guadalquivir. Sólo querían dar calor a su torero. Con la mejor intención quisieron exhibir sobre sus manos (no la colgaron de baranda alguna ni nada de eso) la pancarta que los identifica para rendir honores a Pinar cuando pasaba debajo de ellos. A estas horas, cuando regresan en su autobús de vuelta cruzando otra vez media España camino de Albacete, irán contentos con el destacado triunfo de su torero, pero habrán puesto muy en duda aspectos como la amabilidad, tolerancia y libertad de Sevilla y los sevillanos. No sé si es legal prohibir cosas tan elementales como estas en un espectáculo público. Lo que está claro es que la libertad comunicativa en la Maestranza está muy cercenada, con o sin permiso de la autoridad. Y yo que en la próxima Feria de Abril iba a ir a los toros con mi camiseta serigrafiada con el lema: "Por la libertad de expresión / No al veto en la Maestranza"… Habrá que consultarlo.

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Comentarios disponibles:
Fecha: 2009-10-15 00:05:10 Autor: El Argabeño
me quedo de piedra una semana en el norte viendo a mi hermana y me pierdo el culebron de cierre de temporada

Fecha: 2009-10-14 21:34:00 Autor: L.C. Martín
Ya me imaginaba yo que era por eso, y esa era la razón de querer saberlo. Si como usted dice de por sí es desagradable ver a un ¿periodista? hecho un energumeno (utilizo palabras suyas) peor es que lo haga pidiendo trofeos para un torero. ¿La prensa no es imparcial y ecuanime? ¿su labor no es contar lo que pasa y opinar sin formar parte de ello? no sé, a mi que me lo expliquen

Fecha: 2009-10-14 15:58:35 Autor: Juan Ramirez
Pues L.C. Martin este «crítico» se enfadó en concreto porque la presidenta Anabel no concedió la segunda oreja a Pinar. No se su opinión y sea cual sea la respetaré igual que ustedes deben respetar la mía, pero yo no voy por ahí, dejando aparte los motivos lo que no es permisible son las formas, que no fueron ni eso, fué hasta desagradable de ver y oir y ya no quiero seguir porque si me fastidió ayer no me apetece recordarlo otra vez. lo de las orejas es lo de menos

Fecha: 2009-10-14 10:46:37 Autor: L.C. Martín
Yo tambien estoy un poco lejos de ese tendido y usted Juan no ha dicho porqué ese periodista estaba en ese estado ¿podría indicarlo? aunque no quiera usted dar su nombre, hecho que le hora, pero me gustaría saber porque llegó a esos extremos que usted comenta.

Fecha: 2009-10-14 00:06:58 Autor: Juan Ramirez
Si señor, a veces se pasan con las tradiciones. Pero estaba usted un poco lejos para ver la que un compañero suyo formó entre el tendido cinco y siete insultando a la presidenta fuertemente, yo nunca he escrito en este portal pero lo que ayer presencié no es de recibo. Un peiodista (no voy a dar su nombre)gritando al palco como un energumeno, insultando, en un tendido de una Maestranza. No me puedo creer que un crítico con un lugar privilegiado para dar su opinión cada semana pierda su compostura y credibilidad de esa forma. Bueno espero que publiquen este comentario

Fecha: 2009-10-12 23:56:38 Autor: vanessa
no me parece justo como aficionada que se prohiba a nadie sea de donde fuera poner una pancarta apollando a su torero ,donde vamos a llegar y me duele mas como manchega la maestranza es una plaza muy importante pero no es para tanto.Pero ya se lo ha dejao dicho todo a los sevillanos este manchego que arrasa por donde va un saludo.