AL NATURAL

Ricos y pobres: el delegado de la Junta de Andalucía empieza a ‘taurinear’

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El delegado de la Junta de Andalucía, Juan Carlos Raffo, en el centro, arropado por los cuatro presidentes de la Maestranza.
El delegado de la Junta de Andalucía, Juan Carlos Raffo, en el centro, arropado por los cuatro presidentes de la Maestranza.

«…el nuevo delegado de la Junta en Sevilla, Juan Carlos Raffo, creo que médico, parece ser otro de esos políticos que prefieren el figureo de asomarse a los corrales de la Maestranza para curiosear y, supongo, ‘taurinear’, antes que ponerse el mono de trabajo y dirigirse ipso facto a Cantillana para intentar solucionar los problemas. Siempre ha habido ricos y pobres…»

Francisco Mateos.-

     Mientras en la mañana del sábado pasado las aguas estaban completamente encrespadas en Cantillana, el delegado de la Junta de Andalucía en Sevilla, Juan Carlos Raffo, se encontraba plácida y tranquilamente asistiendo a las labores de reconocimiento de la novillada del día siguiente en la Maestranza. Desde las 10 de la mañana, cuando una patrulla de la Guardia Civil persigue a la megafonía móvil que anunciaba el festival en Cantillana y le da el ‘alto’, ordenando que cese en publicitar el festival «porque está suspendido, no se va a celebrar», ya se deberían haber encendido todas las alarmas en la Delegación de la Junta de Andalucía para intentar subsanar las incidencias y que el festival de la tarde del sábado se pudiera celebrar. Pero no, el nuevo delegado de la Junta en Sevilla, Juan Carlos Raffo, creo que médico, parece ser otro de esos políticos que prefieren el figureo de asomarse a los corrales de la Maestranza para curiosear y, supongo, ‘taurinear’, antes que ponerse el mono de trabajo y dirigirse ipso facto a Cantillana para intentar solucionar los problemas. Siempre ha habido ricos y pobres, y parece que si tiene que elegir entre un simple reconocimiento de una novillada en Sevilla o un escándalo en Cantillana, el delegado de la Junta de Andalucía lo tiene muy claro…

     Me consta que un alto responsable de la Delegación de la Junta en Sevilla estaba sudando la gota gorda corriendo entre la Delegación de la Junta y la Plaza de España para intentar solucionar el gravísimo problema con la Subdelegación del Gobierno, y que hubiera un delegado gubernativo en Cantillana. Me consta que el delegado de la Junta estaba informado de todo el problema. Mientras tanto, el máximo responsable de la Junta en Sevilla, estaba ‘taurineando’ en los corrales de Sevilla, donde su presencia era completamente intrascendente, dejando en este funcionario de su Delegación toda la responsabilidad. Ni que decir tiene que este nuevo ‘taurinito’ de Juan Carlos Raffo ya ha tomado mando en plaza del famoso y díscolo callejón de la Junta de Andalucía en la Maestranza, pegado a él en Resurrección, en la novillada del domingo y seguro que en cada tarde de Feria para ver los toros gratis en primera fila… Otro de la Junta que ha venido a figurar y a no hacer nada por la Fiesta en Sevilla.

     Pero la Subdelegación del Gobierno central en Sevilla ya ha lo ha dicho muy claro a SEVILLA TAURINA: el único responsable y culpable de la no celebración del festival de Cantillana el pasado sábado es la Delegación de la Junta de Andalucía, cuyo máximo responsable es Juan Carlos Raffo. El mismo encargado de hacer cumplir a los taurinos el Reglamento Taurino Andaluz, se lo salta a la torera en la comunicación legal de la autiorización del festejo a la Subdelegación de Sevilla.

     Juan Carlos Raffo, el delegado de la Junta en Sevilla, prefirió el calor del poderoso empresario Ramón Valencia, en vez de acercarse a la realidad de bailar siempre sobre la cuerda floja de los pueblos de un empresario con ganas y afición como Jorge Buendía, luchando por todos los medios el sábado en la soledad de Cantillana por celebrar un festejo. Siempre ha habido ricos y pobres, y el delegado Juan Carlos Raffo ya ha elegido: prefiere darse una vueltecita de ‘taurineo’ por los corrales de la Maestranza antes que bajarse a la arena de los problemas de una plaza de pueblo como Cantillana. Y tan feliz que está el señor.


EL ESCÁNDALO DE CANTILLANA, PASO A PASO

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