EL RECUADRO

Ojú, la barretina llega a Utrera

0
1634
El andalucista Francisco Jiménez, alcalde de Utrera.
El andalucista Francisco Jiménez, alcalde de Utrera.

«… Pues por las habituales incoherencias de los políticos, yo no sé ya si Utrera es la cuna del toro bravo o ha empezado a ser la tumba andaluza de la Fiesta, a la catalana. Así empezaron en Barcelona, donde comenzaron prohibiendo que los niños entraran en la Monumental y acabaron prohibiendo la Fiesta…»

Antonio Burgos.-

     Como las susceptibilidades andan disparadas y aquí te mandan los padrinos en cuanto te descuidas, vaya por delante mi admiración y respeto por la muy noble Utrera, ciudad bravía. Proclamo sus grandezas y las hazañas gloriosas de los devotos hijos de su Virgen de Consolación, ‘la del barquito en la mano’, que cantaba uno de ellos, Enrique Montoya, grandísimo artista. Quede, pues, hecho en tiempo y forma el elogio de la Utrera de Rodrigo Caro, de los Álvarez Quintero, del afrancesado Abate Marchena, de Fernanda y Bernarda, de Bambino, de los Perrates. Y de los mostachones de Diego Vázquez, que no se me olviden los mostachones. Vamos, tan no se me olvidan, que precisamente estoy escribiendo este artículo en el papel de estraza del que acabo de despegar hacia la gloria: el mostachón de Diego Vázquez que he migado con el café del desayuno.

     Bueno, pues en esta Utrera tan clásica como castiza, andaluza patria del escultor Ruiz Gijón que hizo al Cachorro de Triana; en tierra tan flamenca y tan del Potaje Gitano, y de la prole de arte de El Cuchara, que tenía a los padrinos ilustres, como a Curro Romero, en lista de espera, para cuando viniera su siguiente niño… En esta bendita tierra utrerana, cuna de cantes y del toro bravo, la Fiesta empieza a correr peligro. Con grave incoherencia y contradicción, lo cual no es raro en política. Verán. Leo un sitio del trasmallo digital que se llama ‘Turismo en Utrera’, y en la salutación de su alcalde andalucista, Francisco Jiménez Morales, leo la defensa de su campo como cuna del toro bravo: «Actualmente se conocen cinco castas fundacionales a partir de las cuales se desarrolla toda la cabaña brava española. De esas cinco, tres tienen su origen en Utrera, ya que fueron ganaderos oriundos o asentados en nuestro pueblo quienes trabajaron la selección de las reses en los campos de Utrera, obteniendo tres tipos, de caracteres diferentes: los encastes Cabrera, Vázquez y Vistahermosa, el más prolífico de todos».

     ¿Se han enterado, no? Pues por las habituales incoherencias de los políticos, yo no sé ya si Utrera es la cuna del toro bravo o ha empezado a ser la tumba andaluza de la Fiesta, a la catalana. Pues este mismo ardoroso exégeta de la utreranidad del toro bravo es el mismo alcalde que ha llevado a pleno una propuesta para que los niños no puedan entrar en la plaza de toros. Propuesta que ha sido aprobada con los votos de PA. PSOE, IU y UPyD. Menos mal que el PP, como es habitual, sin avergonzarse de nada ante sus votantes ni tener complejo de derechas, le ha echado a la cuestión sus dos cojones habituales: se ha abstenido.

     Por encima del utreranísimo olor del mostachón en cuyo papel de estraza escribo la presente, a mí este asunto me da un tufillo a separatismo de Cataluña que tira de espaldas. Así empezaron en Barcelona, donde comenzaron prohibiendo que los niños entraran en la Monumental y acabaron prohibiendo la Fiesta y haciendo de paso rico a Balañá, que todo hay que decirlo. Pienso ahora en la iglesia de Santa María de la Mesa, ante la que tantas tardes de vacaciones jugué a la pelota con mi amigo Alfonso Navarro, cuyo padre trabajaba en La Fontanilla de Benavides, y me parece que su torre-fachada empieza a tener un aire a Sagrada Familia. O un poquito Gaudí. Y que el Callejón del Niño Perdido sienta plaza de rincón del Poble Erspanyol de Montjuich. ¿Sombreros de ala ancha, dice usted? Pues no sé, quizá pronto lo prohibirán también, y declararán obligatoria la barretina al cerrar la plaza de toros. Ahora, que lo que más me gusta es el doble juego del PSOE: venga a defender la Fiesta cuando es bonito hacerlo y venga a votar contra ella cuando llegan los disturbios. O lo ‘heroico’ del PP: abstenerse. ¡Ay, como la taurina Esperanza Aguirre coja a sus conmilitones de Utrera, la que les va a liar!


*Antonio Burgos es escritor y periodista sevillano. / Publicado en ABC-Sevilla.


 

NOTICIAS RELACIONADAS

Dejar respuesta

veinte − 17 =