Cambio al frente de la Real Maestranza

Seis años de tenencia de Alfonso Guajardo

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Alfonso Guajardo en una entrevista concedida a Francisco Mateos, director de SEVILLA TAURINA. (FOTO: Matito)
Alfonso Guajardo en una entrevista concedida a Francisco Mateos, director de SEVILLA TAURINA. (FOTO: Matito)

«…ha sido un buen gestor de la Maestranza, de la Corporación y un excelente embajador ante los aficionados, aunque le ha faltado algo más de claridad y contundecia en cuestiones puramente taurinas de la plaza. No todo han sido luces. También se marcha el teniente con sus sombras…»

Francisco Mateos.-

     Hace algunas semanas que el maestrante Alfonso Guajardo-Fajardo dejó de ser  teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Sevilla, tenencia que ha ejercido durante los últimos seis años, el máximo tiempo posible en el cargo establecido por la nobiliaria Corporación. Bajo mi criterio, dos aspectos positivos han caracterizado la tenencia de Alfonso: la clara intencionalidad de un mayor acercamiento de la Corporación a la afición sevillana, y el cuidado -llegando en ocasiones a la exquisitez- de la plaza como inmueble histórico de la ciudad.

     Desde el principio se marcó como objetivo estar ‘muy visible’ ante los aficionados. Ha estado presente en innumerables actos taurinos. Nunca antes un teniente de hermano mayor acudió con tanta frecuencia a eventos como tertulias, premios, homenajes, presentaciones, conferencias,… Además, siempre con un trato directo con los aficionados, con tiempo para todos. Esa proyección de cercanía se plasma en el trato que ha mantenido con los medios de comunicación. Siempre ha estado abierto a informar -con mayor o menor claridad o acierto, que esa es otra cuestión-, nunca ha renegado entrevista alguna y es de los pocos tenientes que sí conocía a cada uno de los informadores taurinos sevillanos.

     El otro gran aspecto que destaca en positivo de su gestión es el cuidado de la plaza de toros. Bajo su mandato se ha levantado una nueva enfermería, un auténtico minihospital, dotado de la más moderna tecnología, que convierte a las instalaciones sanitarias sevillanas en las mejores de todas las plazas de mundo. Con la vieja enfermería en desuso, acometió la ampliación del Museo Taurino ocupando las antiguas instalaciones sanitarias. Se ha abierto un nuevo acceso desde el ruedo hacia los pasillos interiores, a la altura de la nueva enfermería. Se ha ‘atrevido’ a instalar megafonía en la plaza -aunque parece que funciona de forma deficiente-. Ha ‘obligado’ a la empresa a jubilar los plásticos ineficaces del ruedo y comprar una nueva lona protectora que está dando muy buenos resultados. Ha mejorado la potencia eléctrica de la plaza, con nuevas conducciones -aunque la iluminación sigue siendo mejorable-, y ha mejorado el drenaje del ruedo. Y, sobre todo, ha sido capaz de liderar la transformación de las obsoletas gradas de la plaza, dotándolas de una necesaria comodidad a pesar de tener que sacrificar para ello un buen número de localidades.

     Hasta ahí, en lo taurino, lo más destacable de su gestión al frente de la plaza. Aunque no todo han sido luces. También se marcha el teniente con sus sombras. Alfonso, que tan ‘progre’ se ha presentado ante la afición sevillana, hablándole ‘de tú a tú’, no ha sido capaz de explicar a los aficionados sevillanos el estado del gran secreto de la plaza: el contrato que vincula a la empresa Pagés tras tantas décadas de gestión en la plaza sevillana. Huelga reconocer que los responsables -para bien y para mal- de las organizacion de los festejos taurinos son los empresarios, pero entendemos todos que, como propietarios de la plaza, debe velar la Real Corporación por la máxima categoría de la plaza a todos los niveles. Ahí, en cierto modo, ha fracasado Alfonso. No ha sido capaz de hacer entender a la empresa que una plaza como Sevilla tiene que contar con lo mejor, y lo mejor era José Tomás, Cuvillo,… Es más; en alguna ocasión, a respuesta de alguna pregunta en entrevistas que le hice, casi le echaba ‘una mano’ a Canorea y le parecía bien la ausencia del torero madrileño. Difícil de entender que lo justifique. Se han producido lesiones a la imagen de la plaza como las siete polémicas suspensiones en un mismo año sin recuperar ninguna de ellas, presentaciones de corridas que eran un escarnio al prestigio y la historia de la plaza -baste recordar la de Zalduendo de hace casi un año-, no ha sido capaz de mediar entre los abonados y la empresa para restablecer una lógica y necesaria comunicación,… Lagunas que quedan en el ‘debe’ de una gestión positiva para la plaza, pero en la que ha faltado algo más de ‘llamadas al orden’ a los empresarios.

     En lo que me concierne en el trato que hemos mantenido, quedo agradecido por escucharme cada vez que se lo solicité. Me concedió entrevistas y aceptó todas las preguntas, a pesar de que era consciente que habría preguntas incómodas, ante las que supo ‘taparse’ contestando sin responder. Es cierto que, lamentablemente, durante su mandato se ha permitido que este portal de la información taurina sevillana haya sido vetado por la empresa en una medida arcaica y represora impropia de un talante de libertad y no acorde con el siglo XXI. Hemos mantenido reuniones y diálogos sobre el tema. Ha sido sensible a intentar solucionarlo en alguna medida; me consta. Se ha preocupado en estos tres años de veto por nuestra situación y nos ha preguntado sobre «¿cómo sigue el tema?». Tuvo un bonito gesto a los pocos días de conocerse la retirada de credenciales a este portal por parte de Canorea y Valencia: nos concedió inmediatamente una entrevista y a la pregunta sobre si, tras el veto de la empresa Pagés, la Maestranza iba a tratar de forma ‘diferente’ a este portal, el teniente no dudó en aseverar enérgico: «SEVILLA TAURINA es para la Maestranza un medio de información taurino más, como el resto, y seguirá teniendo de esta Real Corporación el mismo tratamiento que siempre ha tenido y que tienen el resto de medios». En mi pueblo dicen que hay bofetadas que se dan sin mano…

     En este último aspecto del veto, aunque es cierto que ha intentado ‘mediar’ y normalizar una situaciíon que sabe que empaña la imagen de la Maestranza -existen conversaciones y cuestiones que por respeto no se pueden revelar-, quizá me quedo con la duda de si podría haber hecho algo más. No obstante, ha sido un buen gestor de la Maestranza, de la Corporación y un excelente embajador ante los aficionados, aunque le ha faltado algo más de claridad y contundecia en cuestiones puramente taurinas de la plaza.


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