GALLEANDO

Vuelve Sevilla, vuelve el toreo

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Vista aérea de la plaza de la Maestranza.

«…carteles de postín que invitan al lleno. Razón de la indiscutible calidad de una Feria planificada de lujo desde el primer festejo. Sentido y consistencia para un inhabitual abono que se hace necesario potenciar. Lo que merece destacarse de este gran ciclo de septiembre es lo que da a entender: que el toreo aflora por sus cuatro costados…»

Manuel Viera.-

     La ilusión se aprecia. Vuelve Sevilla, vuelve el toreo. Fascina la manera con la que se espera la originalidad de un ciclo de catorce tardes en la Maestranza que brillará con la luz otoñal que acentuará su belleza. Existe más de un motivo para alegrarse de las variaciones producidas en una siempre estricta Feria de San Miguel. La excepcionalidad, motivada por la evidencia, en intento por rescatar lo perdido. Que ha sido mucho. Desde esta perspectiva no dejan de ser carteles de postín que invitan al lleno. Razón de la indiscutible calidad de una Feria planificada de lujo desde el primer festejo hasta el último. Sentido y consistencia para un inhabitual abono que se hace necesario potenciar.

     Lo que merece destacarse de este gran ciclo de septiembre, metido en octubre, es lo que da a entender: que el toreo aflora por sus cuatro costados. Toreros que han buscado otras coordenadas para incidir en la emoción. Artistas del toreo que siguen sendas parecidas a las de su colega de La Puebla del Río en sus afanes de expresar la realidad de sus diferenciales y respectivas tauromaquias. Expresiones del toreo de siempre acompañadas de la inequívoca pureza de sus formas. Tauromaquias del más puro clasicismo en la que las intenciones creativas se encuentran en momentos efímeros de la ejecución.

     La naturalidad y la torería condensada a la manera más clásica en los conceptos de Morante, Ortega, Aguado y Urdiales. Unas formas de concebir el arte de torear de manera rotunda y depurada. Iconos de la pureza. No sin olvidar a Ferrera, De Justo o Luque, toreros dispuestos a conquistar la cima junto a las consagradas figuras de siempre. Diferentes estilos que se complementan para ofrecer un toreo tan distinto como emotivo. Por un lado, la combinación de unos y otros en un mismo cartel dan lustre a un extraordinario ‘San Miguel’. Por otro, la realidad de un gesto por quien se ha echado la temporada a la espalda: Morante de la Puebla con ‘miuras’, le da sentido y vigencia al excepcional ciclo septembrino.

     Todo queda a la espera de lo que ‘decida’ el toro. El que emociona o el que incomoda el toreo. El toro de nuestros sueños o nuestros temores. Y es que el toro es un enigma que sale a la plaza sin ‘ensayar’.

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