AL NATURAL

Todo sigue igual

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«…se trata de una rectificación un año tardía y obligada al fallar su primera intención (no pedir perdón). Si los toreros sucumben a la pantomima del comunicado obligado y se dan por satisfechos con ello, además de no cumplir lo que dijeron hace un año, estarían colaborando en prolongar unos años más el cambio que más pronto que tarde va a llegar a la Maestranza…»

Francisco Mateos.-

     Un año y pico después de estallar el más grave conflicto en la discutida gestión de la plaza de la Maestranza, en el que cinco destacados toreros (más el añadido de José Tomás) decidieron no volver a torear en la Maestranza mientras Canorea-Valencia siguieran siendo los empresarios, los gestores han emitido una nota de prensa de disculpa… ¡Año y pico después! El tema hay que analizarlo, porque se trata de dirimir si ese gesto es una reflexión y acto demostrativo de un cambio de actitud, o no.

     Morante, Manzanares, El Juli, Perera y Talavante (José Tomás ya lo hacía años antes) decidieron de forma consensuada hace un año que no volverían a torear más en la Maestranza contratados con la actual empresa Pagés. Era la respuesta a unas declaraciones de Eduardo Canorea que colmaron el vaso de la paciencia de las figuras, que denunciaban con datos las continuadas faltas de respeto en los últimos años por parte de la empresa, heridos en su dignidad como toreros. Es decir, su palabra era que no volverían a torear en Sevilla con esta empresa.

     Se intentó intoxicar al aficionado con que se trataba de una afrenta a Sevilla como plaza y un desaire a sus aficionados. Ni era ni es así. Los cinco toreros no iban contra Sevilla ni contra sus aficionados. Iba en contra de las formas indignantes en el trato de una empresa muy concreta. Con ninguna otra empresa ha ocurrido nada similar jamás. ¿Alguien duda que si hubiera existido una rescisión de contrato a Pagés los cinco toreros habrían toreado esta temporada pasada, fuera quien fuera la nueva empresa? O dicho de otra forma: ¿alguien duda que si la plaza de Algeciras o El Puerto la hubiera gestionado este año Canorea-Valencia esos cinco toreros tampoco habrían toreado en esos cosos? Por lo tanto, no se trataba de una afrenta contra Sevilla ni contra sus aficionados, sino el gritar un ‘basta ya’ a unas formas calificadas de indignantes por parte de los toreros más destacados del escalafón.

     Ni los maestrantes ni los propios empresarios hicieron nada para mejorar el entuerto. Ha pasado todo un año y los empresarios pensaban que los toreros se vendrían atrás. Pensarían que era cuestión de dinero y prestigio, y no aguantarían dos años seguidos ausentes de Sevilla, sin su aporte monetario ni la posible repercusión en sus carreras de un nuevo triunfo en la Maestranza. Acabó la temporada 2014 y Canorea-Valencia comenzaron a llamar a los apoderados de las cinco figuras. Varios de esos apoderados le han comunicado que sus toreros no quieren negociar ni dinero ni tardes, porque un año después la empresa no ha hecho nada para intentar solucionar el conflicto. Al fallar lo esperado por la empresa (que el tiempo lo curara todo sin hacer nada, ni pedir perdón), ante la amenaza cierta de una nueva ausencia de varias figuras el próximo año, los empresarios (posiblemente influenciados por los maestrantes) se han visto obligados a emitir una escueta nota de prensa pidiendo ‘disculpas’ a los cinco toreros. Y ahora comenzarán de nuevo a rellamar a los apoderados para conocer si ha sido suficiente.

     Por tanto, se trata de una rectificación un año tardía y obligada al fallar su primera intención (no pedir perdón). Cuando han visto que varias de las figuras mantenían la misma postura es cuando se han visto obligados a rectificar minimamente. Es decir, no ha habido una voluntad de cambio en la empresa. Los empresarios son los mismos, con las mismas ideas, y me temo que con las mismas formas de siempre. Los toreros se habrán dado cuenta de que esa rectificación mínima por escrito no ha salido de forma espontánea y de la buena voluntad de Canorea-Valencia, sino que ha sido obligada, in extremis al llegar ya el tiempo de contratación para la Feria. Ahora deberán ser los toreros los que tengan que decidir si sucumben ante una nueva prueba de las formas de la empresa, o mantenerse firmes en la decisión de un cambio al frente de la Maestranza.

     ¿Alguien se cree de verdad que Canorea-Valencia van a cambiar de actitud? ¿Alguien cree de verdad que van a llamar a la Unión Taurina de Abonados para mantener encuentros de trabajo e intercambios de opiniones para poder mejorar y satisfacer a sus clientes? ¿Alguien cree que levantará el veto a SEVILLA TAURINA tras cinco años de una medida arcaica y desfasada? ¿Alguien cree que Canorea-Valencia van a provocar estos meses una auténtica revolución de promoción novedosa y moderna en Sevilla y su provincia para revitalizar la Fiesta de los toros y lograr rescatar lo mucho perdido en los últimos cinco años? ¿Alguien cree de verdad que Canorea-Valencia son los empresarios perfectos que necesita Sevilla en este delicadísimo momento?

     Esa es la cuestión real. Se ha iniciado hace un año el comienzo de un posible cambio en la Maestranza. El comunicado de Canorea-Valencia no es más que un clavo al que agarrarse obligados por las circunstancias, y no una prueba de buena voluntad. Ese comunicado tendría que haber llegado hace 12 meses, y no por escrito y enviado a distancia, sino en persona y con sincera voluntad de cambio. Si los toreros sucumben a la pantomima del comunicado obligado y se dan por satisfechos con ello, además de no cumplir lo que dijeron hace un año, estarían colaborando en prolongar unos años más el cambio que más pronto que tarde va a llegar a la Maestranza.


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