REAL MAESTRANZA / 7ª Feria de Abril

Suspendida la corrida de rejones

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Los rejoneadores y el presidente inspeccionan el ruedo. (FOTOS: Arjona/lamaestranza.es)
Los rejoneadores y el presidente inspeccionan el ruedo. (FOTOS: Arjona/lamaestranza.es)

La corrida de rejones, primera de las dos del ciclo ferial, se suspende debido a la amenaza de lluvia en la capital sevillana. En un entorno de tensión, la empresa no aceptó la propuesta de los tres jinetes de recuperar el festejo para otra fecha para no dejar al público sin la ‘cumbre del rejoneo’. «O se torea hoy, o ya no se torea nunca más esta corrida», aseveró Eduardo Canorea.

LA FICHA

 
ASTADOS: Se iban a lidiar astados de la ganadería de San Mateo y San Pelayo, despuntados para lidia en festejo de rejones.

REJONEADORES: –Pablo Hermoso de Mendoza.
Diego Ventura.
Leonardo Hernández.
  
INCIDENCIAS: El día estuvo amenazante todo el día, aunque la lona había dejado en buenas condiciones el albero del ruedo. Desde las cuatro de la tarde comenzó una llovizna constante que no hacían posible comenzar con garantías de conclusión el festejo, quedando suspendido. La plaza registraba un casi lleno.

 

Francisco Mateos.-

     El día ha estado amenazante de lluvia toda la jornada. A las cuatro de la tarde comenzaba una llovizna que ha sido constante ya durante toda la jornada. El ruedo mantuvo todo el día la lona protectora, lo que había resrvado en buen estado el albero. A las seis de la tarde comenzaban a retirar la pesada lona. Los tres rejoneadores barajaban la suspensión del festejo, aunque dada la gran expectación y la categoría de la plaza y calidad del cartel, los tres consensuaron que se debía intentar buscar otra fecha y rescuperar el festejo por el interés del público. Así lo acordaron.

     A las seis y cuarto entraban en la capilla los tres jinetes (Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Leonardo Hernández), el presidente y los empresarios Eduardo Canorea y Ramón Valencia. A los pocos minutos salieron para inspeccionar el ruedo, que en esos momentos estaba en buenas condiciones. Seguía lloviznando. Volvieron a reunirse en la antesala de la capilla. El presidente advertía que si se comenzaba el festejo, había que concluirlo por respeto a los aficionados. Los rejoneadores, al trtarse de caballos, no podían asegurar que si lllovía durante el festejo pudiera concluirse, ya que los caballos remueven mucho el piso de plaza. Propusieron a la empresa aplazar la corrida para otra fecha y no privar al público de un espectáculo que había demandado casi llenando la plaza.

 

 

SECCIONES
AL NATURAL
Extraña política
LA CORRIDA, AL COMPÁS
Suspensión

 

 

Otra vez la dichosa tablilla del siglo pasado; los altavoces, sin estrenarse.

     Sin embargo, Eduardo Canorea aseguró que si la corrida no se ofrecía hoy, quedaba supendida para siempre. Sin aplazamientos. Esta es una consigna habitual en la empresa desde hace varias temporadas y que plantea cierta polémica al no estar explicada razonadamente con argumentos por parte de la empresa. Los rejoneadores, que querían recuperarla para otra fecha, no encajaron bien el ultimatum de la empresa: «o se torea hoy, o ya no se torea esta corrida». Y ahí acabó la corrida, con los tres jinetes saliendo de inmediato de la reunión con caras de pocos amigos y muy contrariados pr la negativa de la empresa a consensuar una nueva fecha. Sevilla se queda sin la cumbre del rejoneo con los tres ases a caballo.

    


AL NATURAL

Extraña política

Francisco Mateos.- 

     Se me va a terminar poniendo cara de Mourinho tras perder la ida de Champions con el Barça: «¿Y por qué?». Como todos saben, por razones obvias no puedo hacer la pregunta directamente a la empresa, pero me gustaría saberlo. «¿Por qué?». Ya ocurrió en el famoso año de las siete suspensiones por lluvia, y varios toreros -incluidos hata el propio El Cid, cercano a la empresa- criticaron esta política de Canorea y Valencia de no recuperar las corridas que no se puedan dar en su fecha y día. Los aplazamientos son habituales, si las partes se ponen de acuerdo y existe viabilidad favorable para ello. En cambio, desde que la empresa cambió de la gestión de Diodoro Canorea a sus herederos actuales, la política de la empresa es no aplazar, sino suspender directamente.

 

 

Los operarios recogen la pesada lona. (FOTO: Javier Martínez)


Sevilla se merece ver este espectáculo. Y la obligación de la empresa es dar toros. Es su trabajo. No logro entender la respuesta de «¿Aplazamiento? De entrada, no». ¿Por qué? ¿Por qué no se escucha la propuesta de los jinetes, se mantiene conversaciones con los apoderados, se miran fechas, calendario…


     No se ha explicado por parte de la empresa qué argumentos existen para no aplazar ningún festejo. Salvo una corrida de Miura que se suspendió y se recuperó en la fecha del 12 de octubre, no recuerdo otra que se haya recuperado por los actuales gestores. Hoy la plaza estaba casi llena. Los rejoneadores quieren torear. Había un preacuerdo de los tres para consensuar una fecha y recuperar el festejo. Desde la seis lo tenían hablado. A las seis y cuarto -algo tarde- se persona la empresa en el patio de cuadrillas, ya al borde de la decisión. Hay dos pequeñas reuniones. En la segunda los jinetes proponen buscar una fecha. La empresa se niega a ello: «O se torea hoy, o se suspende para siempre», advierte Canorea en forma de ultimatum. ¿Alguien me lo puede explicar?

     Yo puedo entender que si la fecha propuesta no ofrece garantías de registrar, al menos, el mismo nivel de público que para esta tarde, la empresa vea con recelo esa opción. Pero la fecha del sábado por la mañana, o el fin de semana siguiente al de Miura, bien el sábado tarde o el domingo por la mañana,… En fin, escuchar las propuestas de los jinetes, buscar un consenso, y siempre que existan indicios de poder mantener el mismo nivel de interés por parte del público, poder recuperar el festejo. Es una cumbre del toreo de rejones. Sevilla se merece ver este espectáculo. Y la obligación de la empresa es dar toros. Es su trabajo. Por eso no logro entender la respuesta de «¿Aplazamiento? De entrada, no«. ¿Por qué? ¿Por qué no se escucha la propuesta de los jinetes, se mantiene conversaciones abiertas para mañana lunes con los apoderados, se miran fechas, calendario… El «o se torea hoy, o ya no se torea otro día» no parece que sea, en principio, la política más flexible.

 

 


LA CORRIDA, AL COMPÁS 

 Suspensión 


Fernando Naranjo.-
 

Soñaba con escribir
al caballo y caballero,
junto a ese río torero
el bravo Guadalquivir,
que no dejó de latir
con el toro y el caballo.
Un chubasco de soslayo
provocó tal suspensión
que en muy funesta reunión         
¡lucieran el trueno y rayo!

Rugió el león maestrante…
«¿Mi corrida suspendida?
¡No se va a dar en la vida!
¡Conque vámonos pa’lante
porque otro año, Dios mediante,         
torearéis en La Algaba!»
 

«Ya pagaréis la jugada
de dejarme este marrón,
sin motivos ni razón
dejáis mi arca apuñalada».

 

 

 

 

 

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