Curro Molina

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El banderillero sevillano Curro Molina. (FOTO: Manon)
El banderillero sevillano Curro Molina. (FOTO: Manon)

«…Pasará de la magia de un capote de brega, del arte natural de un par de banderillas, del asombroso realismo al clavar los dos palos salvando con enorme valor y pureza las afiladas puntas de los miedos, a apoderar a quien le ilusione. O a introducirse en el campo bravo para hacer de él su modo de vida…»

Manuel Viera.-

     Su vida con el toro fue puro hedonismo en el que el placer se confundía con el saber, el valor, la técnica y el sentido artístico de su toreo que le acechaba cada tarde de corrida. Y tras esta dicha surge la desdicha de una grave lesión de abductores con el terrible fondo de una escueta frase médica: «esto no tiene solución». De esta forma se encuentra de frente con la realidad, que no es una teoría o una posibilidad. Es real. Tan real como la decisión de tener que abandonar un oficio con el que se dejaba embriagar del éxtasis en su tardes de triunfos.

     Hay personas que parecen destinadas a que le sucedan cosas extraordinarias. Curro Molina, uno de los mejores lidiadores y banderilleros de la última década, es una de ellas. Dejará de ser un héroe de nuestro tiempo en el ruedo de una plaza de toros para intentar regresar a sus orígenes. Dejará de hacer las delicias de los aficionados para llevar su afición y sabiduría a otros aspectos también vinculados al mundo del toro. Pasará de la magia de un capote de brega, del arte natural de un par de banderillas, del asombroso realismo al clavar los dos palos salvando con enorme valor y pureza las afiladas puntas de los miedos, a apoderar a quien le ilusione. O a formar ‘atletas’ para el toreo a quien se lo pida. O a introducirse en el campo bravo para hacer de él su modo de vida.

     Sus palabras, tras la adversidad, rebosan tanto optimismo vital como para encontrar esa puerta por la que salir a buscar ese otro camino que le lleve al sitio que le ha de hacer de nuevo feliz, estar cómodo con su profesión y a la vez seguir a gusto consigo mismo y con los demás.

     Con una u otra nueva faceta a la que le ponga ilusión y dedicación los resultados estarán a la altura de su conocimiento y ambición. Y seguro que no demasiado tarde tendrá su recompensa como la tuvo en el ruedo de la plaza delante de un toro. Lo merece.


*Manuel Viera es redactor y responsable de las crónicas de Sevilla Taurina, así como director del programa ‘Toros y Punto’, de Punto Radio-Utrera. (manuelviera.com).


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