El toro «Gallareto», de Victorino Martín, «Mejor toro de farolillos»

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El trofeo ha sido fallado por el jurado del restaurante sevillano Río Grande y la emisora sevillana de Onda Cero. Este galardón cumple su quinta edición consecutiva. El toro fue lidiado por Pepín Liria, que le cortó una oreja aunque se le pidieron las dos con mucha fuerza, negada por la presidenta Anabel Moreno, que también premió injustificadamente al siguiente toro con la vuelta al ruedo y dejó a este, ahora galardonado, sin premio. Curiosamente, la presidneta forma parte de este jurado.


Pepín Liria toreando al toro "Gallareto", de Victorino Martín.
FOTO: Guillermo Lorente.

Redacción.-

     El jurado calificador del premio 'Al mejor toro de farolillos', que cada año entrega el restaurate sevillano Río Grande y la emisora local de Onda Cero, ha fallado este año en su quinta edición del galardón como premiado al toro de la ganadería de Victorino Martín de nombre 'Gallareto', número 136, de capa cárdeno bragado y 515 Kilos. Su lidia correspondió, en cuarto lugar d ela corrida, al diestro murciano Pepín Liria, el pasado jueves 3 de abril. Liria le cortó una oreja aunque se pidió por la inmensa matoría las dos orejas, negadas por la presidenta Anabel Moreno.

     El próximo lunes, 2 de Junio, a las nueve y media de la noche, se entregará este V premio 'Al mejor toro de farolillos' en el Restaurante Río Grande, durante una gran cena de gala, en su salón principal.

     Llama la antención que entre el jurado de este premios se encuentre la presidenta Anabel Moreno, que presidió dicha corrida y sus actuaciones fueran muiy protestadas, incluso a gritos coreados de ¡Fuera, fuera! Anabel Moreno -la apuesta personal para las presidencias del delegado de la Junta en funciones, Demetrio Pérez- no premió a este toro ahora condecorado con este premio como 'Mejor toro', y en cambio sí premió al quinto de esta misma corrida con la vuelta al ruedo, decisión rechazada con silbidos por los aficionadios en la plaza y desautorizada por el propio ganadero al finalizar la corrida, que reconoció no ser merecedor del premio de la vuelta al ruedo, algo que sí se había merecido el cuarto, en su opinión.

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