REAL MAESTRANZA - 7ª Feria de Abril

Gran obra de Emilio de Justo y evocador toreo de Morante

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Emilio de Justo con las dos orejas del tercer toro tras una faena muy vibrante y repleta de calidad.

Emilio de Justo le corta las dos orejas tras una faena muy vibrante y de calidad a un gran toro de Olga Jiménez, premiado con la vuelta al ruedo. Morante pasea un apéndice y se enfada con el presidente por no concederle una en el primero. Alejandro Talavante es silenciado. La plaza se ha llenado.


 SEVILLA / Corrida de toros 

TOROS: Se han lidiado toros de la ganadería de Hermanos García Jiménez y Olga Jiménez, aceptables de presentación y variado juego. El tercero, con el hierro de Olga Jiménez, fue un gran toro, bravo y de excelsa calidad en su embestidas, premiado con la vuelta al ruedo. Noble de escasa fuerza el primero, lidiado como sobrero, y segundo; noble y flojo el cuarto; complicado el quinto.
ESPADAS: –Morante de la Puebla (de naranja e hilo blanco), saludos tras petición y una oreja.
Alejandro Talavante (de blanco y oro), silencio tras aviso y silencio.
Emilio de Justo (de nazareno y oro), dos orejas y silencio.
CUADRILLAS: Saludó en banderillas Miguel Murillo.
INCIDENCIAS: Plaza llena de ‘No hay billetes’.


Manuel Viera.-

     Hablar de la belleza en la tauromaquia de Morante es, algo más que definir una de sus señas de identidad, el motivo que realmente le lleva a torear como torea, y en ella vuelca toda la intensidad de la lidia. Desde la imperecedera belleza artística de una media verónica, hasta la indudable magia de un natural.

     De inmediato comenzaron a despertarse los encantos de la imaginación con dos verónicas excelsas al primer toro con el hierro de Olga Jiménez lidiado como sobrero. Después brotó el toreo cuando muy pocos lo esperaban. Surgió también la pasión naturalmente evocadora hasta alcanzar un cierto rumbo emocional no suficiente para encandilar, pero sí para provocar el sobrecogimiento por ese aire fresco impregnado de genialidad que el diestro cigarrero le imprime a su tauromaquia. Y así aparecieron naturales lentísimos y ese toreo vertical diestro con el que quiso parar el tiempo. Los detalles por bajo, los molinetes y demás adornos tuvieron la eficacia empírica ajena a esquematismos con logros expresivos impactantes. Hundió el acero y he aquí que un público de sombra, ajeno a lo hecho, obvió la petición. Y un presidente que contó el revolotear de los pañuelos no encontró el número suficiente para otorgar lo merecido. Y, claro, Morante se cabreó.

     Gran calidad en la embestida tuvo el cuarto de Hermanos García Jiménez, pero adolecía de fuerzas. El sevillano de La Puebla templó su capote y dejó esculpida la verónica. Después, con la montera calada y en un arranque ambicioso se pudo comprobar la excelencia de un inicio en la tablas colmado de torería para seguir desgranando un toreo henchido de frescura y naturalidad que no excluyó la limpieza y fluidez lentísima de cada muletazo. Un toreo luminoso hecho con la verdad que caracteriza el valor de este toreo. Y otra vez la más absoluta incongruencia: hacer el toreo sin toro. Cosas de Morante.

     No obstante, hay que reconocer que la gran obra que mantuvo de fondo la emoción del toreo estuvo a cargo de Emilio de Justo con el tercero de la tarde. Un gran toro de Olga Jiménez, encastado, humillador, con una calidad en las embestidas difíciles de imaginar. Ver torear así al diestro extremeño supone asistir a un espectáculo de contagiosa emoción. Podría escribirse acerca del desbordante entusiasmo de un toreo genuflexo en el que el temple brilló con luz propia, de la precisión y hondura de cada natural, del magistral toreo diestro con el que puso a la gente en pie, de la encomiable entrega, pero en realidad debe subrayarse el valor y la verdad. De la manera arrebatadoramente contundente con la que Emilio hizo el toreo para provocar tanto disfrute y satisfacción. Con la espada no le quedó más que firmar lo hecho.

     No pudo ratificar lo dicho con la lidia al sexto, un toro sin fuerza y de embestida cansina y complicada que no le dio opción a un solo pase de categoría emocional. Desistió pronto.

     Talavante se presentó en la Maestranza con una lidia que, medida y templada, valiente y pura, hizo a su antojo con un buen toro de Hermanos García Jiménez que se lo puso a tiro. Antes había trazado el lance a la verónica con verdadera majestuosidad. Pero fue desde los inicios de muleta donde el extremeño deleitó con una bonita faena prologada con un templado toreo diestro, profundo y ligado, ejecutado con las dos rodillas en tierra. Momentos intensos de un clasicismo auténtico. Joyas al natural que brillaron en el amplio abanico de trazos nítidos y con encanto que sirvieron para dar intensidad a un toreo cautivador. Pero con la espada fracasó de forma increíble y todo se quedó en nada.

     El quinto resultó un toro áspero en su acometidas y por ello complicado. Alejandro intentó faena al natural sin que lo hecho llegara con la emotividad deseada. Abusó del pico de la muleta y con tendencia hacia fuera en cada uno de los trazos. El bajonazo fue infame.


 AL NATURAL 

Morante se suma a la petición de cese de los presidentes

Francisco Mateos.-

     Acudió el presidente de la Junta de Andalucía a ver la corrida de toros de hoy lunes de farolillos a la Maestranza. Juanma Moreno Bonilla es el máximo responsable taurino de la regulación administrativa en tema taurino. Por ejemplo, él es el responsable de la seriedad y presencia de los toros que se lidian, porque de él dependen los nombramientos de los mejores presidentes y veterinarios para cada plaza andaluza. Vería Bonilla hoy la escalera y enorme desigualdad de la mal presentada corrida de Hermanos García Jiménez. Vería cómo un alguacilillo mandaba a unos extremeños retirar del murete aladrillado de la barrera una bandera de su comunidad, ya que hacían el paseíllo dos extremeños, cuando no está entre sus funciones, además de que era tan pequeña la bandera extremeña que pareció ridículo. Y por supuesto vería lo sucedido con la concesión o no de una oreja en el primero; y si no, su amigo Morante se lo recordará estos días.

     Y es que Morante dejó una faena en el primero para aficionados. Quiso, y mucho, esta vez. Lo malo, José Antonio, son dos cosas: primero, que varias veces te ha podido la aparente desgana en Sevilla, y eso los aficionados lo ven y toman nota (Sevilla es muy buena afición, pero muy especial también); y por otro lado, los taurinos, los toreros, los ganaderos, los empresarios, los presidentes y veterinarios… el entramado taurino ha abusado tanto, tanto, tanto de la afición, que hasta en los tendidos de Sevilla quedan ya pocos aficionados. Tan pocos quedan, que en días de lleno como el de esta tarde son engullidos por una masa festiva y populacha, sin criterio taurino más que amortizar con orejas banales las caras entradas y contarlo en el Real de Feria por la noche, al calor de más copas de manzanilla. Y no se enteró ese público festivo que habéis metido -que bien metido está- en las plazas, de la faena para aficionados que hiciste. Y por eso no fue valorada. No se pidió el premio de la oreja de forma importante. Entre algunos aficionados de los pocos que quedan que te esperan con cierta inquina, y el mucho público sin conocimientos para valorar esa faena de un aroma de toreo antiguo, se diluyó la petción de oreja. Pocos pañuelos en la sombra, José Antonio: toma nota.

     Y es verdad que el presidente, tu ‘amigote’ como has reconocido Gabriel Fernández Rey, pudo valorar desde perspectiva de aficionado esa petición, y aunque estuviera visiblemente en el límite la pañolada, conceder un trofeo para que se valore una faena con otra tauromaquia más allá del efectismo. Por eso entiendo tu cabreo. Las miradas desde el callejón tras la negativa del trofeo que le echaste a Gaby lo decían todo; o la oreja que no quisiste pasear en el cuarto. Se leyó en tus labios un «no tienes vergüenza», y posteriormente ya declaraste que «aunque el presidente es amigote, está ya para la jubilación». Bienvenido al club, José Antonio, de los que pensamos que en el palco de Sevilla y en los corrales hace falta una total revolución y cambio radical de presidentes y veterinarios. Tú que también eres amigo de Moreno Bonilla tendrás ocasión de proponérselo; el presidente de la Junta es quien los mantiene año tras año.


 DESDE EL TENDIDO DOS 

Lo de Morante no es Justo

Ignacio Sánchez-Mejías.-

     Perdonen ustedes, no quería hacer un juego de palaras con la terna de hoy, es que la reacción del público y del presidente en el primer toro de Morante no me ha parecido justo. A un toro nada claro y que esperaba, le montó Morante una faena que empezó en Mortante, con muletazos largos, artísticos y profundos y terminó en Gallito, con pases con la izquierda por alto para preparar la muerte. Se inventó la faena de principio a fin. Mató a la voz, dejándose ver y entrando muy despacio, pero el público no respondió a semejante obra artística de forma entusiasta. No sé si por ser el primer toro, por estar con el cubata, o porque no se enteraron buscando su localidad, o por lo que sea, y el presidente, con poca sensibilidad no concedió la oreja.

     Vayamos por partes. Si Morante corta oreja en el primero, la tarde se viene arriba y él más, y sale en el segundo a revienta calderas a por la Puerta de Príncipe, y si no la corta pierde la ilusión de este bien tan escaso para unos y tan fácil para otros. Por otra parte, hay que hablar del público. La plaza se ha convertido en una especie de ‘botellona’ donde hay mucha gente que sale más borracha de lo que entra. Al aficionado sensible lo han echado de la plaza a fuerza de ningunearlo y que lo que hay ahora mayoritariamente es un público festivo, triunfalista, que aplaude enloquecido tres pases por la espalda y un bajonazo y no tiene paladar para saborear el toreo. Es lo que hay, nos podemos quejar, pero es lo que hay. Ya nos dijeron, y con razón, que los aficionados cabíamos en un autobús y que había que atraer al ‘público’. Pues nada, a vender cubatas y a pegar espaldinas, rodillazos y bajonazos. Perdonen ustedes otra vez, pero me tenía que desahogar.

     El segundo de Morante decía muy poco, pero le montó otra faena de gusto y sabor, y con la montera puesta. Además, lo mató como un torero. Le dieron una merecida oreja. Conste que este toro en otras manos, al tercer muletazo la estaba la gente silbando para que lo matara. Estas faenas sólo están a la altura de Morante.

     Talavante se ha llevado el mejor lote de la tarde. Su primer toro embestía con bravura y transmisión, pero el torero lo emborronó todo atosigándolo, sin darle las distancias que parecía pedir el toro, con pases muy cortos y sin torear en largo. En resumen, se dejó ir un toro de dos orejas. En el quinto, otro toro con muchas posibilidades, el torero parecía que tenía poco que decir y casi no dice nada, en una faena deslavazada y sin criterio. Además, mató de un sartenazo.

     Emilio de Justo ha estado fenomenal. Su primero, agresivo por delante, le echó mano en el tercio de varas, y parecía que lo había calado, pero afortunadamente diez minutos después paseaba dos orejas ganadas a ley después de un faenón tragando a un toro bravo, con motor y carbón, y casta para vender caro cada uno de los pases que el torero le sacó. Gran toro y gran torero con cabeza y sentimiento. El sexto fue el peor del encierro, una pena. Emilio sale con mucho cartel después de esta corrida.

     Tenemos que felicitarnos porque todos los días está pasando algo significativo. Estamos viendo grandes toros, y grandes corridas, como la del sábado de Victorino. Y toreros dispuestos. Ojalá la semana de farolillos siga igual. Disfruten ustedes de la Feria y de los toros.

(www.ignaciosanchezmejias.es)


 LA VOZ DEL ABONADO 

Paradoja

Unión taurina de abonados y aficionados de Sevilla.-

     Paradoja: dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Ocurre que en Andalucía gobierna el PP, partido con mayoría absoluta para gobernar y por tanto con tiempo, capacidad y posibilidades de hacer las cosas bien en la Tauromaquia. Los aficionados agradecemos muy mucho el apoyo del PP a nuestra Fiesta y sus dirigentes así lo manifiestan dentro y fuera de las plazas. También nos preguntamos qué tauromaquia defiende y apoya el PP. Aquella que desarrollan con escaso rigor, pureza y pisotea continuamente la excelencia y la norma reglamentaria, o bien pretende el PP que todo aquello que ocurre en los ruedos andaluces responda a una cultura taurina seria y sin manipulaciones.

     Los resultados ahí están: la seriedad, categoría de las plazas y el rigor reglamentario brillan por su ausencia. La plaza de Sevilla es la primera de Andalucía y espejo en las que se mira el resto de la región y de medio mundo taurino. Lo que ofrece Sevilla, excepto contadas ocasiones, es el medio toro y una tauromaquia superficial, carente de profundidad, que atrae y sostiene una masa con escasos criterios de afición, la cual jalea y aclama faenas efectistas o populistas que no dejan ninguna huella. A veces ocurre que Daniel Luque o la casta de los ‘victorinos’ nos hacen concebir esperanzas de que esta Fiesta maravillosa sigue viva y por muchos embates que sufra aún puede seguir colmando las exigencias de los aficionados.

     Este año vamos en el mismo camino de la anterior temporada concediendo los máximos premios a lidiadores que no lo merecen. Los presidentes no aguantan la mínima presión. Es un clamor que la prensa especializada taurina, un día sí y otro también se haga eco de la falta de categoría y declive de la Maestranza. Los últimos ejemplos. Se lidian en Sevilla toros aprobados en Olivenza o las dos más que generosas e inmerecidas Puertas del Príncipe de esta Feria. La plaza de Sevilla debe ser la excelencia del toreo y el PP tiene la gran oportunidad en su periodo de mandato de conseguirlo. Debe tener el PP la valentía de suprimir de un plumazo los políticos analfabetos taurinos que son responsables en Sevilla y en la comunidad de las competencias en la Fiesta.

     Debe liberarse de esos presidentes ‘influencer’ que tanto daño hacen. Deben de ‘arremangarse’ y coger la sartén por el mango para plantar cara a tanto manipulador, ‘agradaor’ y abrazafarolas que le ofrece al partido la foto, la mesa y el mantel, porque esa propaganda les viene bien para sus ambiciones políticas pero es nefasta para la Fiesta. En definitiva, debe el PP no ser contrario a la lógica y trabajar por una tauromaquia grande alejada del clavel y la adulación. Debe pensar más como verdadero aficionado y no mostrar la política del avestruz de no querer aceptar la realidad de la paradoja en la que se encuentran.

     La corrida de esta tarde es otro ejemplo de esta contaminada tauromaquia. Todos se ponen de acuerdo para reconocer y aprobar un encierro desigual de presencia pero con el contenido del medio toro. Algo de toreo de capote de Morante y Talavante. Suerte de varas minimizada en el picoteo habitual. En definitiva todo preparado y orquestado para que la teoría del ‘toro artista’ sea una realidad. Así fue, del primero al quinto sirvieron bastante en la muleta para ofrecer un recital largo de pases y mas pases rápidos sin ni siquiera intentar aplicar distancias ni templar embestidas. Eso sí: el respetable y generoso publico obliga al presidente ‘amigote’ de Morante a conceder orejas y que todo el mundo salga contento hoy para olvidar mañana lo superficial que fue todo.


GALERÍA GRÁFICA (Pagés)


LOS TOROS (Javier Martínez)


OTARS IMÁGENES (Javier Martínez)

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