REAL MAESTRANZA - Novillada con picadores

David de Miranda, diferente a lo habitual

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El novillero onubense David de Miranda ha dado una vuelta al ruedo en la tarde de su debut en la Maestranza. El también debutante Días Gomes, de Portugal, ha sido ovacionado en su primer novillo. Con una ovación también saludó Tomás Angulo tras la lidia al encastado segundo novillo del Conde de la Maza.

LA FICHA

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de Conde de la Maza, bien presentados, de interesante aunque desigual juego. Destacaron el encastado segundo y el noble tercero.

NOVILLEROS: -Manuel Dias Gomes, de azul y oro, ovación y silencio.

-Tomás Angulo, de tabaco y oro, ovación y silencio tras aviso.
David de Miranda, de azul y oro, ovación tras aviso y vuelta al ruedo tras petición.
 
INCIDENCIAS: Menos de media plaza. El banderillero Rafael Guerrero ha sufrido «herida por asta en cara anterior de muslo izquierdo que produce herida en colgajo de unos 15 centímetros interesando planos superficiales. Pronóstico menos grave que le impide continuar la lidia».

 

El onubense David de Miranda, en la vuelta al ruedo en el último. (FOTO: plazadetorosdelamaestranza.com)

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López-Matito
VIDEO DE LA NOVILLADA

 

Manuel Viera.-

     Valor y temple en las naturales formas de David de Miranda. Su concepto ha quedado mostrado de manera eficiente ante los complicados e interesantes novillos del Conde de la Maza. El debutante onubense aunó esfuerzos mostrando una personalidad muy definida para dar sorprendente solución a una lidia convincente y emotiva. Su quietud y aguante bien le pudo costar un serio disgusto al quitar con el capote plegado por la espalda al flojo tercero: un ‘tren’ a toda velocidad se lo llevó por delante. Pero he aquí que dolorido y enrabietado, de inmediato, volvió a repetir el ajustado lance provocando el clamor en la gente. La verónica es todo compás y verdad. Su toreo, impecable y de una notable calidad expresiva, está fuera de toda duda. Busca el temple y se queda muy quieto. Ajusta el muletazo de forma natural. Lo hace diferente a lo habitual.

     Una colección de pases zurdos al soso y rajado sexto sirvieron para reconstruir una faena que se quedaba a medias por falta de continuidad. Todo sucedió muy despacio, gustándose y gustando el trazo del lento e hilvanado natural. Lo mejor, sin embargo, no fue el sabroso toreo de izquierda, sino la forma de hacerlo, la manera de entenderlo y, sobre todo, la indiscutible verdad.

     De parecida forma toreó al flojo tercero por el buen pitón izquierdo. Aquí consiguió su mayor brillantez en un toreo de mucho gusto, ligado y de enorme convicción. Naturales intensos y rematados con el detalle revelador de la calidad. Y al final, cuando Rafael Guerrero se disponía a fijar al novillo, mientras el debutante cogía la espada, el banderillero fue empitonado y herido en el muslo izquierdo de pronóstico reservado. De Miranda pinchó a sus dos novillos malogrando, quizá, un triunfo de orejas.

     La última novillada de abono ha sido interminable. Estas funciones de toros de casi tres horas de duración se hacen insoportables, y más aún cuando la lidia transcurre monótona entre enormes cantidades de pases sin contenido. Alguien debería avisar a los que se juegan su futuro del cansino proceder ante la cara de sus respectivos novillos. Tomás Angulo no se cansó de dar muletazos durante toda la tarde. Con el sobrero segundo, un complicado por encastado novillo condeso, lo intentó todo sin conseguir un solo muletazo limpio. La apuesta con el exigente utrero se hacía difícil, pero había que hacerla. El extremeño no lo entendió así y todo trascurrió entre dudas. Mató de estocada.

     Al quinto no pudo aprovecharle el buen tranco de las primeras acometidas. Después se eternizó en un trasteo de infinitos pases, trazados uno a uno, insulsos, anodinos y sin la frescura que un día mostró en esta misma plaza este novillero de Llerena. Se paró el novillo con complicadas acometidas finales y difícil comportamiento para la suerte final. Logró introducirle el acero en segundo intento.

     El primero del Conde de la Maza fue un bonito y serio novillo de flojo comportamiento y sosas embestidas. Además, fue muy mal picado. Dias Gomes le echó voluntad y poco más. Con el noble y también flojo cuarto hizo insoportable la lidia. Ante la cantidad de pases se atisbaron algún que otro natural de notable trazo antes de que el debutante portugués finiquitara al utrero de dos pinchazos.

 


 

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(EN BREVE) 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
     
     
     
     

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