«…Dicen los que lo vieron que fue como si un hipotético espíritu santo taurino se hubiese posado en el coso cordobés para que los testigos se sintiesen transportados a una emoción absoluta. Y como en el vídeo nunca aparece espíritu santo alguno, pues un servidor se quedó a medias…»
Luis Carlos Peris.-
Cuentan y no acaban los privilegiados que estuvieron el sábado en Los Califas, que así se llama la plaza de toros de Córdoba. Un servidor no fue de la partida y sólo ha podido atisbar lo que bordó Morante mediante el vídeo. Algo bueno han de tener esas redes sociales que tantas veces ejercen de basurero asocial y gracias a ellas he podido entresacar mucho de lo que al cigarrero le llegó a las muñecas directamente desde el corazón.
Dicen los que lo vieron que fue como si un hipotético espíritu santo taurino se hubiese posado en el coso cordobés para que los testigos se sintiesen transportados a una emoción absoluta. Y como en el vídeo nunca aparece espíritu santo alguno, pues un servidor se quedó a medias. Pero fueron tan totales esas medias que aún no he salido del asombro y del embeleso que se siente cuando a José Antonio Morante le baja el sentimiento hasta las telas de torear.
*Luis Carlos Peris es periodista sevillano. / Publicado en Diario de Sevilla.
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