Cinco meses de recuperación

Curro Durán, intervenido del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha

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El novillero Curro Durán tras ser operado de la rodilla. (FOTO: Sevilla Taurina)
El novillero Curro Durán tras ser operado de la rodilla. (FOTO: Sevilla Taurina)

El novillero sevillano Curro Durán ha sido intervenido de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. La lesión se produjo el 5 de agosto durante la lidia de su primer novillo en la plaza de Navas de San Juan. El novel de Utrera tiene puesto su objetivo en el debut con caballos en la temporada taurina de 2013.

Manuel Viera.-

     El novillero sevillano Curro Durán, hijo del matador de toros del mismo nombre, ha sido intervenido quirúrgicamente de rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lesión que arrastraba desde mediados de la pasada temporada taurina. El novel utrerano se sometió a una artroscopia en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba para comprobar el alcance de sus molestias, descubriendo de inmediato los doctores la temida rotura. La cirugía ha consistido en la reconstrucción del ligamento por medio de un injerto obtenido del mismo paciente.

     Curro Durán ha comenzado ya a doblar y a estirar la rodilla y en unos días tendrá el alta hospitalaria para comenzar la readaptación con fisoterapia y una paulatina integración a su actividad como torero, para así conseguir en su día niveles similares a los previos a la rotura. El novillero se encuentra muy animado y deseoso de comenzar la rehabilitación. «Sé que tengo que tener mucha paciencia, pero voy a realizar un gran esfuerzo por recortar los plazos de recuperación. Mi ilusión y mi deseo es debutar con caballos en la próxima temporada, y voy ha hacer lo imposible para cumplir el objetivo».

     El diestro de Utrera ha realizado una bonita y exitosa campaña durante el 2012 hasta que se produjo la lesión. «Fue el 5 de agosto en la plaza de toros de Navas de San Juan. Toreaba el primer novillo y en el primer muletazo por el pitón izquierdo se me vino por dentro desplazándome con los cuartos trasero. Desde ahí estoy roto».

     De todas formas habrá que esperar cinco o seis meses hasta que el injerto implantado adopte las mismas características del ligamento. No obstante la juventud y las inmensas ganas de su debut con los del castoreño pueden hacer milagros.

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