El ganadero sevillano Leopoldo Sainz de la Maza, represetante del hierro del Conde de la Maza, ha remitido a SEVILLA TAURINA un comentario sobre el artículo de opinión del también ganadero Álvaro Domecq, en relación a los deficientes corrales de la Real Maestranza y la dudosa labor de los equipos presidenciales. También Diego Martínez, actualmente presidente de la Unión de Abonados de Sevilla, ha respondido al ganadero jerezano.
| Francisco Mateos.- El ganadero jerezano Álvaro Domecq Romero firmaba hace unos días un artículo de opinión insertado en las páginas de ABC de Sevilla. En dicho artículo -que fue reproducido por Sevilla Taurina (VER ARTÍCULO)-, el rejoneador y ganadero del hierro de Torrestrella criticaba con dureza los corrales de la plaza de toros de Sevilla, así como la labor de los veterinarios y presidentes sevillanos. Sorprendía que realizara estas declaraciones quien no ha lidiado esta temporada en la Maestranza. El ganadero Leopoldo Sainz de la Maza (representante de la ganadería sevillana de Conde de la Maza) y Diego Martínez (actualmente presidente de la Unión Taurina de Abonados de Sevilla y otrora delegado gubernativo de la Maestranza), han remitido a Sevilla Taurina sendos comentarios en los que responden con contundencia a Álvaro Domecq. El comentario del ganadero sevillano Leopoldo Sainz de la Maza -que sí ha lidiado en la Feria de Abril-, remitido a Sevilla Taurina, no exento de ironía, es el siguiente: "Muy bonito el artículo; sí señor. Pero, antes, hace años, cuando a él y la familia, le embestían los toros, los corrales eran los mismos, la misma gente asistia a los reconocimientos y se hacian los mismos comentarios. Parece ser que ahora que no embisten o salen mansos o son más chicos o se echan en medio de la faena, después de pasar por el caballo -que no picarse-, la culpa -ahora- es de los corrales, o del color del albero o de la altura de la plaza o que la puerta de los chiqueros es muy grande. Excusas todas, pero el fondo de la cuestión no se dice. Sería bueno que este fondo de la cuestón se pusiera en público por aquellos que han llevado a la cabaña brava a esta situación. Y digo por aquellos que lo han conseguido, no implico a todos los ganaderos, la generalización nunca es buena y en este caso menos. Ya esta bien de excusas sin sentido". Por su parte, Diego Martínez, que actualmente es presidente de la Unión Taurina de Abonados de Sevilla pero que otrora era delegado gubernativo en los equipos presidenciales de la Maestranza, ha remitido a Sevilla Taurina el siguiente comentario para aclarar algún aspecto del ya famoso y controvertido artículo de Álvaro Domecq: "Sr. Domecq: lo que le voy a decir lo hago con el perfecto conocimiento de haber sido el delegado gubernativo que intervino en el reconocimiento del toro "Ojito" de su ganadería. Ese toro que a diferencia de lo que usted afirma, salió a los corrales de la plaza, fue reconocido y aprobado la misma mañana del festejo, porque era un toro en tipo de su encaste, con hechuras de embestir y trapio justo para Sevilla. Lo único reseñable que ocurrió con ese toro fue que como derrotaba tanto en el cajón de pesaje era imposible que el fiel de la báscula quedara quieto y no fue posible su pesaje con exactitud. Ante la posibilidad que el toro se dañara o estropeara los pitones en el cajón, fue soltado al corral y estimado su peso entre la media aritmética de los pesos que facilitaron los veterinarios, empresa y delegado. Ese toro era de los que en otros tiempos embestían y emocionaban al aficionado. Ahora todo ha cambiado y precisamente no por culpa de los corrales, sino de los ganaderos que son los que selecionan al dictado de las figuras el toro borrego que no luce en el caballo y llega a la muleta sin fuerza, al paso y sin emoción". NOTICIA RELACIONADA:
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