Paco Ojeda, Eduardo Dávila Miura, Antonio Alfonso Martín o Rafael Torres coinciden en haber concedido la segunda oreja a Pepín Liria y no conceder la vuelta al ruedo al toro. Curro Puya, el asesor de la presidenta, esquivó pronunciarse. Víctor Janeiro se ofrece a la empresa para matar la corrida del 15 de agosto.
Francisco Mateos.- Dos argumentos protagonizaban esta tarde los corrillos de los prolegómenos del octavo festejo de la Feria de Abril: la épica tade de El Cid y el arrojo de su banderillero Carlos Casanova para tirarse a cuerpo limpio sobre el cuello del toro, y la desafortunada tarde de la presidenta, Ana Isabel Moreno. En ambas cuestiones, una positiva y otra negativa, había unanimidad entre los taurinos. Varios toreros se acercaron a la Maestranza, como cada tarde, para seguir de cerca a sus compañeros. Así lo hizo Paco Ojeda, con esa impronta de torero de campo que no pierde con el paso de los años, sino más bien al contrario. Paco Ojeda comentaba que "la tarde de los 'victorinos' fue muy emocionante. Los tres toreros han estado hechos unos tíos de verdad. Me ha encantado Antonio Ferrera, muy centrado con sus toros. Y lo de Pepín Liria es fuera de lo normal. ¡Qué derroche de valor y desprecio a la vida para conseguir un objetivo. Lo malo fue lo de la presidenta, que demostró tener falta de sensibilidad para esa segunda oreja que pedía a gritos toda la plaza y la falta de conocimientos para ordenar la vuelta al ruedo al toro de Victorino", conluyó con rotundidad. En el palco maestrante debuta este año como asesor el banderillero Curro Puya, también profesor de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla. A su llegada a la plaza le preguntams sobre ese momento de la segunda oreja solicitada para Liria, y que, si como suponemos todos, sus inclinaciones de cabeza asentando a preguntas de la presidenta eran significativas de que estaba diciéndole que le diera la segunda oreja, que finalmente no fue concedida por la presidenta. Curro Puya, esquivo, sólo dijo a sevilataurina.com "no sé, no sé", y prefirió marcharse. En fin, él que tantos palos puso exponiendo su cuerpo y pisando terrenos complicados, ha preferido en esta ocasión echar 'patrás' la piernecita y marcharse a tablas. Lástima, sería bueno saber su opinión. El que sí lo tenía muy claro -o mejor dicho, clarísimo- era Dávila Miura, que, como cada tarde, colabora en las retransmisiones del festejo de la cadena Ser, a cargo del compañero Paco García. "Han sido dos fallos gordos, pero después ha tenido otros menos graves, como avisos a destiempos cayendo el toro,… Lo de la vuelta al ruedo del toro no lo ha entendido nadie, y lo de Pepín Liria es gravísimo. Y que conste que a Pepín es al que menos le importa a estas alturas una oreja más o menos, porque el año que viene no viene seguro ni aquí ni a ningún sitio, pero es grave porque lo pedía toda la plaza, y con la afición de una plaza no se puede andar jugando. Espero que le sirva de experiencia, pero no sé cómo han podido producirse esos dos errores tan garrafales", concluía Eduardo, que desde luego se ha tomado en serio aquello de la crítica taurina. Más comedidos, pero coincidente en el fondo, se mostraban dos toreros sevillanos: Rafael Torres y Antonio Alfonso Martín. Ambos llegaban juntos para disfrutar de la corrida de Torrealta. Curiosamente los dos tomaron en su momento la alternativa en esta plaza de la Maestranza, y los dos con Curro Romero de padrino. Rafaelito Torres tenía muy claro que "no era toro de vuelta al ruedo, ni acertó a negarle una segunda oreja a Liria que se la había ganado a ley", argumento que también corroboraba su amigo Antonio Alfonso Martín. Éste recordaba su época de torero, "y antes había más entendidos, más aficionados de verdad; ahora hay más público y muchas tardes lo paso fatal con los comentarios de la gente en los tendidos, que demuestran que existe grandes carencias de conocimientos taurinos. De todos modos, hay un nuevo sector de aficionados jóvenes que es muy interesante", concluía el torero. Parece que la indiganción entre los toreros por la actuación de la presidente era total. Para poder corroborarlo una vez más, volvimos a preguntar a otro torero, gaditano en esta ocasión, que llegaba hablando por el móvil a la Puerta del Príncipe. Víctor Janeiro sólo tenía palabras de emoción para Pepín Liria. "Lo que ha hecho ese tío es para ponerle un monumento. ¡Qué manera de jugarse la vida! Y qué desastre la presidenta en no oir el clamor de toda la plaza demandando la segunda oreja". Para despedirnos le preguntamos sobre si le gustaría torear en la Maestranza, a lo que el hermano pequeño de Jesulín contestó sin pensarlo dos veces: "¿Dónde hay que firmarlo? Yo encantado, aunque me toque hasta la presidenta… ver si es verdad y me pone la empresa. ¿El 15 de agosto? Pues claro que me vale, también lo acepto. Estoy deseando torear en Sevilla". Tras saludar al presidente de la Asociación de los empresarios andaluces, el fiel aficionado Santiago Herrero, nos topamos de frente con dos tunos, perfectamente ataviados a pesar del calor que hacía en Sevilla. Sus ropajes contrastaban con un espectáculo taurino. "Es que somos de la Tuna de Biología, y hemos venido en misión especial para comprobar la calidad de los toros a lidiarse hoy". Guasa. Y gracia también. NOTICIAS RELACIONADAS:
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