REAL MAESTRANZA - 13ª Feria de Abril

Morante en estado puro

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Morante de la Puebla
Morante de la Puebla

Morante de la Puebla le corta las dos orejas al cuarto toro de Núñez del Cuvillo, el último toro que tenía de Feria en su cuarto paseíllo este año en la Maestranza. Roca Rey corta el apéndice del tercero. El Juli lo intentó de  todas las formas posibles y sufrió cornada de pronóstico grave en el glúteo.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Núñez del Cuvillode aceptable presentación, nobles y de escasa casta. Noble, flojo el primero; sin fuerzas segundo y tercero; noble, flojo y de notable calidad en la embestida el cuarto; descastado el quinto; parado y a la defensiva el sexto.

ESPADAS: Morante de la Puebla (de verde y oro), silencio y dos orejas.

-El Juli (de nazareno y oro), saludos y saludos.
Roca Rey (de verde y oro), oreja y saludos.
  
CUADRILLAS: Saludaron en banderillas José González ‘Suso’ y Antonio Chacón.
 
INCIDENCIAS: Plaza llena de ‘No hay billetes’. El Juli fue de «herida por asta de toro en región glútea derecha de 15 cm., que lesiona músculo glúteo mayor. Se practica limpieza, reparación de planos musculares y drenaje. Pronóstico grave».

 

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  Un natural de Morante al cuarto. 

   

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AL NATURAL
Sentir el arte

Francisco Mateos
DIEZ GANANDO UN PASO
Deudas, deudores y acreedores

Javier García Baquero
LA VOZ DEL ABONADO
Valor de Roca Rey y toros ‘amables’

Unión Taurina de Abonados de Sevilla
LA CORRIDA, AL COMPÁS
Y se quitó las horquillas

Fernando Naranjo
LA PINCELADA
Pérez Indiano

 

Manuel Viera.-

     Arte barroco y valor sin cuento. Suficientes para una obra claramente morantista. Esta vez no fue algo puntual, o superficial, sino una obra intachable y muy personal. La impecable verdad, la belleza de cada uno de los lentísimos muletazos y la naturalidad otorgada a la interpretación de su toreo le otorgan la categoría de superior. Un toreo inimitable por el que declaro mi admiración. Su sincerad expresiva ya se ha convertido en una de las formas más ensalzadas de este torero. Con un toreo que importa por lo que dice y cómo lo dice. Un genio en esto.

     Sucedió con el cuarto. El ‘núñezdelcuvillo’ no se picó. Como todos. Simular, señalar, y listo. Muy noble, muy paradito, muy para el toreo del artista de La Puebla. La enorme calidad de su embestida la dosificó el torero con unos ayudados por alto con sabor… y a los medios, sin importarle el viento que azotaba con fuerza. Y a partir de ahí empezó a construir una obra fascinante. Un toreo diestro de auténtica orfebrería con el que provocó la emotividad de una gente que empezó a gozar y al mismo tiempo a enloquecer. Un toreo destinado a la sensibilidad. Genialidad derrochada a manos llenas en dos tandas de derechazos hilvanados de incomparable trazo con los que paró el tiempo, para enseñorearse después con una brillante colección de naturales sublimes, de increíble lentitud en el trazo, llevándose la embestida hasta rozar los espacios infinitos. Y entre natural y natural siguió reflotando tauromaquias del pasado, ofreciendo, como anticuario del toreo, el barroquismo con el que ilustró la singularidad de su concepto.

     Acabó con la gracia en la improvisación. En la genialidad que invita al clamor. Y así, abandonado en la emotiva expresividad, aún ofreció imaginativos remates y desplantes de valor antes de finalizar con el feliz destino de una espada que hizo de colofón final.

     Morante venía a hacer el toreo en la última tarde de su comprometida apuesta por Sevilla y su Maestranza. Y lo hizo en el último momento, en su último toro. Porque su primero no le gustó, pese a la muestra de cinco sensacionales verónicas con las que también detuvo el tiempo. Se defendió por su poca fuerza el noble toro y el sevillano lo intentó a medias. Con la espada, muy mal.

     A juzgar por la muestra parece estamos ante un torero importante. Porque Roca Rey tiene un valor que da miedo, una quietud encomiable y un concepto muy auténtico. Un toreo muy templado, carente de violencia y hecho con verdad. Un toreo de enorme variedad con el capote y de improvisada ejecución con la muleta. Un toreo sin prisas, muy reposado, haciendo realidad lo que se le suponía. Un toreo que explotó con el valor y la verdad de dos faenas colmadas de detalles de exquisitez. Al noble y flojo tercero le quitó con saltilleras pese al molesto viento, y lo toreó muy despacio en una faena variada con ambas manos y con enorme quietud. Ligazón en los pases cambiados por la espada y miedo en unas bernardinas ajustadísimas. El público, apasionado, le pidió la oreja pese a caer muy baja la estocada. Y el palco la concedió.

     En plenitud ascendente e identificado como nadie con el valor se la jugó con el complicado sexto, un toro de muy escaso fondo que le embestía con molesto cabeceo. El peruano empleó el temple para que ni un sólo muletazo sufriera el derrote del toro. Mejor con la derecha que con la izquierda hasta llegar a un final de pánico. Muy quieto, impávido, se pasó las complejas embestidas rozándoles la taleguilla para acabar metido entre los pitones. Le ovacionaron con fuerza tras pinchar con el acero.

     El Juli se llevó una cornada grave en el glúteo como ‘premio’ a su raza de figura. No hay frontera capaz de contener a este torero que, cada vez más gallo de pelea, no se deja ganar por nadie. Rivalizó en quites con Roca Rey e hizo todo lo posible, sin conseguirlo, por hacerle faena al flojo y soso segundo. Ni fuerzas ni casta tuvo el quinto, al que Julián le trazó y ligó buenos muletazos faltos de transmisión. Con afán e insistencia quiso más para sólo conseguir la cornada. Tras fallar con los aceros, en ambos le ovacionaron.


AL NATURAL

Sentir el arte

Francisco Mateos.-

     Hay faenas que no se pueden describir. Quiero decir que se pueden describir técnicamente lo realizado, pero imposible describir la emoción producida. En Morante de la Puebla no es sólo lo que hace, sino cómo lo hace. Morante es distinto, y por eso goza del trato totalmente privilegiado respecto a los demás toreros. Morante es un artista en el más amplio sentido de la palabra. Si Morante no fuera torero, José Antonio sería decorador de interiores bohemios, pintor expresivo, diseñador de pulseritas de cuero y plata, o cantaor flamenco roto.

     Morante no es que tenga arte, sino que siente ese arte. Ha encontrado sin duda en el toreo esa válvula de escape del arte que corre por sus venas y aflora por los poros de su piel. Por eso, no es lo que hizo Morante, porque se vio más de lo que realmente había, sino cómo lo hizo. Es la carga de expresividad, es el movimiento del cuerpo, es el gesto de la cara, es la posición de los dedos, es el retorcimiento de la cintura, es la posición de la zapatilla… Todo eso es lo que no se puede transmitir, ni aprender, ni enseñar, ni comentar… Es el arte que se ve pero que no se toca. El premio es lo de menos, dos orejas etéreas y vaporosas, transformación material de algo que no se puede medir. Y eso es lo que pasó en el cuarto, más allá de describir los muletazos objetivos de un torero. Morante es distinto, y como tal capaz de ser genial en un momento fugaz. Y en Sevilla, más.

 


 

DIEZ GANANDO UN PASO

Deudas, deudores y acreedores

Javier García Baquero.-

  1. Lo vengo diciendo desde hace semanas: los dioses paganos del toreo mantenían viejas deudas como deudores con Morante, con la afición de Sevilla, con la del resto del mundo, con el resto de matadores del escalafón. Hoy, con un toro medio en noble de Cuvillo, alegrón por la Feria del ganadero de El Grullo, se ha sustanciado la deuda.
  2. Nada debe agradecer Morante a los dioses rebeldes. Dicen que ha toreado Morante por bulerías; yo me voy por tangos de Gardel: «Mano a mano hemos quedado». Morante, se salía a los medios, sonreía y toreaba antes de torear.
  3. Lo vio él primero, sacó José Antonio la libreta del ditero y en la hoja vieja de los 20 años empezó descontado verónicas de las que pagan una entrada en el primero, pero con la muleta en este ‘Dudosito’ fue borrando tauromaquias eternas, diez toreros viejos, Belmonte en los remates de las series en redondo y en las medias, Joselito acariciando los pitones en foto eterna, Curro en dar el pechito, los Vázquez citando de frente, a pies juntos Chicuelo, Puya… Ordóñez en la estocada y la muerte del toro… ¡Tantos y tan grandes!
  4. Torear no sólo es dar muletazos excelsos; los naturales los paría deleitosos, suaves, hondos, lentos (¿cómo se puede torear tan lento?). Hubo unos derechazos en redondo que no pueden ser más largos, más bajos, más grandes. Torear para liquidar deudas es entrar en la jurisdicción hediendo a torero, salir de las suertes echando gusto a macho alfa, rematar las series sintiéndose el rey, mirar al toro sabiéndose el puto amo, hacer un molinete genuflexo que hizo llorar…
  5. Y luego Juli, antes Juli, siempre Juli. Este bicho no tiene cuentas con los dioses, sus deudas son consigo mismo y se las va a cobrar aunque le cuesten cuchilladas del toro. Su actitud, sus formas en la plaza, su amor propio, su rabia sorda (como atravesó con el puñal de la mirada a Roca Rey cuando le tiró al toro en el quite al segundo de la tarde), me da que esa deuda se la va a cobrar al peruano algún día.
  6. La forma de tomarse esto de Juli lo hacen ser el torero más mandón de la historia del toreo. Se llevó un tabaco, pero tenía deudas con su orgullo de líder y quiso cortar las orejas porque ya Morante llevaba dos. Pinchó. ¿Perdió la guerra? Una batalla con heridas es una batalla triunfante para un lobo que huele la sangre como este Juli.
  7. Roca Rey viene a cobrarlo todo y rápido. Este tiene formas de querer mandar, cojones (o como se diga en quechua) para llevarlo a término, ganas como si hubiese pasado tela de gazuza torera y la poca vergüenza para hacer quites y tener maneras irrespetuosas delante del surmsum corda. Después del desahogo llega la hora de ponerse y éste se pone de verdad, con listeza, con trazo perfecto, con gusto y con detalles. Ojo al bicho.
  8. El criador de más éxitos con figuras del toreo en las dos últimas décadas ha pasado un bache. Núñez del Cuvillo apostó fuerte: dos corridas en dos días consecutivos en Feria de Abril es una apuesta perdedora o de pelotazo. Pasó lo que le pasa a todos los valientes que tienen fondo: el triunfo. El toreo le adeudaba cosas y en dos días ha amortizado riesgos, ha echado doce toros, 12, con seis buenos y al menos tres ‘depende’, han herido a dos toreros, y han permitido el triunfo a otros tres Enhorabuena ganadero.
  9. La deuda era grande con los aficionados que han creído siempre en Morante, el último torero hecho a la vieja usanza, creado a ‘jierro’ en las capeas de los pueblos de Huelva por Leonardo Muñoz, hecho a fuego lento y que en Sevilla tenía menos refrendos de los que hacen falta para creer en milagros, Hoy muchos lo han visto en faena completa por primera vez al de La Puebla. Han quedado colmados, se han visto escenas de éxtasis soñado en la plaza. Se lo merecían.
  10. ¡Ay, Morante! Ese torero distinto, con el valor obsesivo de la personalidad, consciente de su capacidad de ser y estar en torero. Él se conoce capaz de torear tan despacio: él se sabe competente para acariciar con tanta fuerza como tacto el alma torera. Gracias Morante, un aficionado ha saldado sus deudas contigo después de veinte años y cien tardes. Se dice que «el que paga, descansa», y se remata con que «el que cobra, más». Hoy usted, maestro, podrá dormir al fin tranquilo; yo sé que voy a soñar con un cambio de manos y dos series de tres y uno de pecho… con EL TOREO.

 


 

LA VOZ DEL ABONADO

Valor de Roca Rey y toros ‘amables’

Unión Taurina de Abonados de Sevilla.-

     Corrida muy desigual de Cuvillo. Mostrenco el primero, anovillados y terciados segundo, tercero y cuarto, y muy rematados quinto y sexto. Es la descripción externa del ganado de esta tarde. La descripción interna es vacía de contenido bravo. Escasa fuerza, nula casta y nobleza borreguil. Con este material, muy ¿torista? para el ganadero, ya pueden imaginar que la suerte de varas fue una autántica vergüenza. Por otra parte, una vez más la colaboración presidencial fue decisiva para dejar en el ruedo auténticas piltrafas derruidas y moribundas. Todo ello en el contexto colectivo de gente eventual que acude a la plaza una vez al año. Con estos aditamentos vimos como se aplaudían a picadores por no picar, a banderilleros por parear mal y a toreros por ‘destorear’. ¡Viva el triunfalismo para conservar viva la ‘media Fiesta’ del ‘medio toro’!

     Reseñar de los protagonistas el arte y las posturas de Morante ante el claudicante y medio muerto cuarto toro. La Sevilla clueca que le aplaude por no matar un toro, se extasía cuando el de La Puebla se pone bonito ante la sosería y el descaste del cuarto de la tarde. Como mata a la primera, el triunfalismo sobre el ‘medio toro’ está servido. La colaboradora presidenta concede muy gustosamente dos trofeos.

     Una vez más Julián López pone de manifiesto su gran técnica ante sus oponentes, además de vergüenza taurina para responder a Roca Rey con un quite. Esta competencia es buena. El Juli parecía rabioso por triunfar. Las ganas se adivinaban desde el tendido. En sus toros, amuermados y carentes de emoción, tuvo que ser el diestro quien se arrima y mezcla su gran técnica con grandes dosis de valor. Este planteamiento le costó una cogida en su segundo toro y hubo de ser atendido al final de la faena en la enfermería.

     Lo de Roca rey es otro cantar. A este torero le da igual que los toros embistan o no, que planteen problemas o no. Hace uso de una tauromaquia variada aplicada a los problemas que surjan. Nos gustaría saber si ante toros encastados sigue en esta línea. Si es así puede mandar a los albañiles a los de cabeza del escalafón. Esta tarde, como los toros gozaban de escasas cualidades de bravo, la raza la pone el torero arrimándose y obteniendo pases inverosímiles para pasarlos por sitios imposibles. Esta emoción que no tiene el toro es provocada por el torero y de seguir así arrasará esta temporada allá donde actúe. Se ganó a base de valor una oreja.

 


 

LA CORRIDA, AL COMPÁS

Y se quitó las horquillas

Fernando Naranjo.-

Cuatro de blandas facturas
y dos de oscuro color;
alguno causó dolor.
Los ‘rubitos’ con harturas
sosearon partituras.
Mas uno ofreció el topacio
y en un claro oscuro espacio,
huérfano fue de emoción;
lo declama mi renglón;
pero embistió muy despacio…

Y Sevilla como loca
volvió a rendir pleitesía;
ella, tan de sacristía,
el ‘tunante’ la trastoca
si el del clavel se destoca
y la banda pone el son.
Tan despacio el diapasón
que hasta el sol el muy cobarde
aguarda ver el alarde
suscrito a toda función.

Cuando Morante al platillo,
todo dios en cautiverio,
para esperar el misterio
que ‘naqueró’ el giraldillo.
Su compadre el Baratillo
puso cadenas al sol
y su vientre en fa mayor
arrancó la fantasía
de torera melodía.
¡Sonó ‘La Gracia de Dios’!

 

Porque este pueblo es así,
si se torea tan lento,
y derrochan sentimiento
de azahar y de alelí;
se para el Guadalquivir
‘pa’ pedir explicaciones
por toreras emociones
sin permiso del gobierno.
Mostrar el toreo eterno
trae sus complicaciones.

De Madrid, el pundonor
tarde a tarde de corrida;
esa ambición desmedida
siempre en un tono mayor,
él se encela del clamor
inflamándose sus venas
al barrer rubias arenas
y presentarle batalla.
Fuera ese quinto un canalla
que truncó su tarde buena.

El reino de Al Mutamid
no se le vende a cualquiera.
Sevilla… ¿Qué más quisieras?
No quiere el Guadalquivir
a un joven kikirikí
de bravo y fino plumaje
presentar el vasallaje.
No suele ser de recibo.
Mas, ¿con recelo lo escribo?
Ella va de maridajes.


LA PINCELADA (Pérez Indiano)

 

Autor del apunte: José Tomás Pérez Indiano.

Abanicos de aplausos, en bandadas,
descienden, giradores, del tendido,
la ronda a coronar de los espadas
.

Rafael Alberti

 


GALERÍA GRÁFICA (lamaestranza.es)

Morante de la Puebla

Morante de la Puebla

Morante de la Puebla

Morante de la Puebla

Morante de la Puebla

El Juli.

El Juli.

El Juli.

El Juli.

Roca Rey. Roca Rey. Roca Rey.

OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

Los maestrantes también han llenado hoy su palco.

Intervención pilicial ante la aglomeración de público.

El picador Diego Ortiz quedó atrapado tras la caída del caballo.

Peruanos para ver a Roca Rey.

El Juli, tras la cornada.

Morante.

Morante: entre sol y sombra. Pendiente de la lidia. Morante, feliz.

 

 


LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez)

Primer toro.

Segundo toro.

Tercer toro.

Cuarto toro.

Quinto toro.

Sexto toro.

 


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