Adecuación de la Maestranza

Los asientos de la Maestranza

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«..Ignoro las medidas estándares de las posaderas en España, pero agradecería algo más de sitio lateral. Pero el mayor problema de la comodidad de la Maestranza no son los vecinos de los lados: son los de delante y los de detrás. En esto de la separación entre filas seguro que no se cumple ninguna normativa. Para sentarse tienes que hacerlo con las piernas abiertas y ‘encajar’ la espalda del vecino de delante…»

Ignacio Sánchez Mejías.-

     Leo en la prensa que la Junta de Andalucía ha instado a los propietarios de la Maestranza a otorgarnos a los asistentes 50 centímetros de sitio por almohadilla, a lo que estos han respondido, entre otras cosas, que estos 50 centímetros no los tienen ni las sillas de la carrera oficial ni los asientos de los estadios del Betis y del Sevilla.

     Ignoro las medidas estándares de las posaderas en España, pero sí les puedo asegurar que yo, que en la plaza de toros estoy rodeado de vecinos digamos fornidos, agradecería algo más de sitio lateral. Pero el mayor problema de la comodidad de la Maestranza no son los vecinos de los lados: son los de delante y los de detrás. En esto de la separación entre filas seguro que no se cumple ninguna normativa. Para sentarse en el tendido tienes que hacerlo con las piernas abiertas y ‘encajar’ la espalda del vecino de delante en el hueco así formado. Igualmente, tienes que encajar la tuya entre las piernas del de detrás; en caso contrario tienes que soportar rodillazos en las espaldas durante 19 días seguidos.

     Pero el gran problema viene cuando las asistentes son mujeres, que no tiene la misma libertad que los hombres para hacer ciertas cosas con las piernas y más si vienen de la feria vestidas a modo. No sé cómo nuestra extinguida ministra de igualdad no cayó en este detalle, porque hubiera obligado a los maestrantes a cambiar las medidas de las filas bajo pena de cierre perpetuo.

     Resumiendo, si me van a dar algo más de sitio lo prefiero por delante y por detrás, pero comprendo que eso sí que es delicado porque habría que cambiar toda la estructura del tendido. Seguiremos con los rodillazos en las espaldas.


*Ignacio Sánchez-Mejías es economista, auditor de cuentas, socio de SMT Auditores y profesor asociado de la Universidad de Sevilla / Publicado en el blog ‘Desde el tendido 2’ de ABC-Sevilla.


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