GALLEANDO

Gestos, y gestas

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El Juli (cuatro tardes, una la de Miura), Manzanares (cuatro tardes, una en solitario) y Morante (mano a mano con Manzanares), posibles pilares de la temporada sevillana.
El Juli (cuatro tardes, una la de Miura), Manzanares (cuatro tardes, una en solitario) y Morante (mano a mano con Manzanares), posibles pilares de la temporada sevillana.

«…Morante, el más carismático de los toreros, no se escabulle y aúna esfuerzos en la búsqueda de esa fórmula que ha de cambiar el imperfecto presente siempre insatisfecho. Y aunque existen otros gestos de elevada intensidad la mayoría le reconoce y admite sin recelos su propuesta del ‘mano a mano’ con Manzanares por San Miguel…»

Manuel Viera.-

     El fenómeno más común de la temporada que se aproxima es la proliferación de gestos, y gestas, con los que las figuras quieren romper la sensación monótona de lo cotidiano en los más importantes ciclos del panorama taurino. Sevilla y Madrid gozan en sus respectivas ferias de la actitud precisa de los que tienen la responsabilidad como comportamiento, y han sabido a dónde mirar y ajustar la exigencia a la dura realidad de una Fiesta bajo mínimos. Tras apostar Talavante por los seis ‘victorinos’ en Las Ventas por San Isidro, y Manzanares con otros seis de distintos hierros ganaderos solos para él en plena Feria de Abril, El Cid y Daniel Luque se apuntan a los ‘albaserradas’ del hacendado de Galapagar, y El Juli, torero esencial capaz de generar una profunda emoción, y con acallada prontitud, no le hace ascos a los ‘miuras’ para no dejar para mañana lo que puede hacer hoy. Y hasta Ventura muestra su madurez y liderazgo en el toreo a caballo con otra encerrona en la Maestranza.

     No es de extrañar, pues, que el carácter concreto de los gestos le interese también a quién es administrador de lo genial y de los fundamentos de un toreo original y deslumbrante. Morante, el más carismático de los toreros, no se escabulle y aúna esfuerzos en la búsqueda de esa fórmula que ha de cambiar el imperfecto presente siempre insatisfecho. Y aunque existen otros gestos de elevada intensidad la mayoría le reconoce y admite sin recelos su propuesta del ‘mano a mano’ con Manzanares por San Miguel. Pese a que, a veces, volver sobre lo mismo acaba resultando menos útil y más complicado. De todas formas, así se explica la necesidad de unos toreros reivindicando su poder de convocatoria y tirando de un carro que estaba con el freno echado desde hace mucho tiempo.

     Tal vez, y gracias al creciente protagonismo de los guiños, el modelo de organización, mecánico y gastado, de estos grandes ciclos se puede convertir en un canto al toreo verdadero e imprevisible. En este contexto se vislumbra una Feria de Abril de indudable calidad en el que el gesto, y la gesta, convenido como acto de focalización de las figuras, cambien una situación anómala y venida a menos en los últimos años. Una Feria que no estará exenta de la espectacularización de los acontecimientos. Eso sí, queda la duda de si una vez alcanzada la intención sirve para algo. Y es que el complejo proceso de relevo generacional se ralentizará a causa de la obvia disminución de puestos y la monopolización de los de arriba. Y no es afán polemista.


*Manuel Viera es redactor y responsable de las crónicas de Sevilla Taurina, así como colaborador taurino de Punto Radio en Sevilla y Utrera. (manuelviera.com).

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