Antonio Nazaré, sobrado de toreo

Antonio Nazaré ha cortado una oreja de ley y ha dado una gran tarde de toros en la última corrida de la temporada en la Maestranza. Curro Díaz fue ovacionado en su segundo y Matías Tejela fue silenciado en ambos. Emotivo minuto de silencio en memoria del presidente Julián Salguero.

Manuel Viera.-

     El toreo de Antonio Nazaré es sinónimo de calidad. Auténtica ejecución. Temple impecable. Ritmo y profundidad en lento avance. En este caso, la faena al tercero -extraordinario toro de José  Luis Pereda– fue armónicamente pura, exacta y adornada con un punto de emocionante equilibrio expresivo. No hubo embestida que se le resistiese a quien desbordó límites para ajustarse únicamente a su clásica y auténtica concepción.

     La faena fue un dechado de equilibrio, donde el muletazo diestro, profundo y de armónico trazo, se convirtió en formidable obra  distinta, solemne, y ejecutada con gran personalidad. Y este fue, precisamente, el mérito del sevillano, quien supo epilogarla con un toreo al natural intenso y luminoso notablemente rematado con detalles reveladores de su inmensa clase. Una cascada de naturales de mano baja, lentos y hondos, hilvanados, y con el adorno del pase por bajo y el obligado de pecho, resumieron la brillantez de una faena  sobrada de toreo hecha y dicha con asombrosa perfección técnica  y con gran fuerza y verdad en cada pase. La redondez, la contundencia del toreo zurdo, de elegante trazo y bello final, fueron las causas de un triunfo cantado. Estocada algo trasera, y oreja.

     La fuerza con la que se impuso Nazaré en la última tarde de la temporada en la Maestranza fue obvia y sin resquicio para la duda. Este sevillano de Dos Hermanas parece tener un virus en dosis adecuada para hacer posible un toreo que contagia por su exuberancia, por la espléndida versión del natural con el que esta tarde confirmó su enorme categoría.

     Antonio Nazaré, manejó el capote con gusto y despaciosidad desde que quitó por exquisitas y ajustadas chicuelinas,  al primer toro de Tejela, hasta la media genuflexo con la que saludó al tercero. No lo consiguió igual con el sexto, un toro con dificultad en las acometidas, pese a ello consiguió torear despacio en series diestras llevando siempre imantada a la tela la complicada embestida. Aislados naturales y extraordinarios de pecho pusieron fin a  su importante tarde. Pinchó, y perdió la ansiada oreja.

     Curro Díaz dejó la muestra, a la desesperada, de no más de cuatro trazos con la derecha al noble cuarto. La elegancia  contenida en cada muletazo avaló la marcada personalidad del jienense. Faena bien ejecutada, aunque vista y no vista, en esporádicos y descontinuos destellos de calidad. Tras el discontinuo trasteo dejó una estocada precedida de pinchazo. Con el primero, descastado y parado, marcado con el hierro de La Dehesilla, desistió con exacta medida en el tiempo tras vanos esfuerzos por agradar y sin posibilidad de alcanzar el objetivo. Con los aceros, mal.

     Aunque sus formas están repletas de matices y pueden llegar a encandilar, una cierta propensión hacia fuera en el pase y una expresividad agotada restaron grandeza y hondura al toreo de Matías Tejela. La faena al buen toro segundo no llegó a calar en la gente. Su toreo fácil, de medios pases, no emociona, y así la faena reveló su falta de verdad. El madrileño anduvo desconfiado e inseguro mientras planeaba conceptos  dirigidos a la galería. Con el quinto, sin calidad y sin humillar, demostró ganas e intentó lo imposible en una faena a derecha e izquierda que no llegó a alcanzar nota ni altura. A ambos toros los finiquitó con solvencia.

     Y he aquí el final de una temporada con mal principio y peor final, de la que se debería tomar buena nota para no copiarla más. ¿Por qué el desolador aspecto de unos tendidos vacíos? ¿Dónde está la razón que explique esta sinrazón? ¿Quien contesta a quién?

Tú a Madrid y yo a Marruecos

Francisco Mateos.-

     Entre la desgana de los actuales gestores de la empresa Pagés y la complicidad consentida de los maestrantes, este año se ha eliminado definitivamente la corrida de la patrona de Sevilla, la Virgen de los Reyes, el 15 de agosto, y se ha devaluado a límites insospechados la corrida del Corpus, reconvertida en una novillada más del abono. Lo de la Virgen de los Reyes, que andaba ya buscándolo Canorea y Valencia con carteles de puro trámite en los últimos años, no ha sido posible hasta que ha llegado el actual e ‘invisible’ teniente de hermano mayor maestrante, porque Alfonso Guajardo –que debía conocer las intenciones de Pagés- lo dejó muy claro en este portal: “Mientras yo sea teniente de hermano mayor de esta Institución, el día de la patrona de la ciudad habrá toros en Sevilla”. Casi le faltó apostillar con un sentido «¿Sin toros el 15 de agosto en Sevilla? ¡Por encima de mi cadáver!». Pues nada más salir de la tenencia y entrar el nuevo, corrida eliminada.

     Por tanto, sin el lastre del 15 de agosto, aliviada la empresa en la reconversión a novillada (bastante menos costes) de la tradicional corrida del Corpus, qué menos que esperar que Canorea y Valencia se esforzaran «una mijita, miarma» en hacer un cartel del 12 de octubre conforme a lo que ha sifgnificado esta fecha en los últimos 40 años. Pues nada: más de lo mismo; otro año con un cartel de puro trámite, para salir del paso y ya está. Y ante la esperada ridícula asistencia de público, seguir con la cantinela a los maestrantes del argumento de «la gente no viene al 12 de octubre; hay que reflexionar sobre esa fecha y quizás pensar en eliminarla». Y si no, al tiempo. Ya lo han conseguido con el 15 de agosto; se han cargado la categoría del Corpus; y ahora el 12 de octubre está en su punto de mira…

     Hace unos días hablaba con un amigo de Écija y reflexionábamos sobre este asunto. Me comentaba mi amigo (que es un aficionado de esos ‘enfermitos del toreo’ y que cumple los 36 tacos este fin de semana) que de pequeño su padre le regalaba por su cumpleaños la entrada para los toros del 12 de octubre. Me confesaba que lo vivía con una intensidad desmedida. «Estaba deseando que llegara mi cumpleaños porque eso significaba el regalo de la entrada de los toros para el 12 de octubre y poder ver a las figuras del toreo. Nos íbamos a Sevilla en el autobús, mi padre y yo, y regresábamos tambien en el autobús a Écija. Pero ahora… Ahora entiendo perfectamente que la gente se vaya este fin de semana a la playa o de viaje… Es lógico… Yo mismo voy a ir a ver a mi paisano Miguel Ángel Delgado a Madrid». Y le respondía yo que completamente de acuerdo, «de hecho yo me voy también de viaje, a Marruecos, con lo que tampoco estaré en la Maestranza».

     Así que hoy no he estado en la corrida, aunque cumplida y abundante información tienen en estas páginas. Ni se me hubiera ocurrido en la década de los 90 programar un viaje para un 12 de octubre; era una fecha sagrada. Curro, Espartaco, Emilio Muñoz, Joselito, Ponce, Aparicio  o Jesulín en sus mejores momentos,… ¿Cómo iba a perderme esos carteles? Inimaginable… hasta que llegó la nueva pareja de empresarios. Pues eso Manolo: tú a Madrid y yo a Marruecos.

GALERÍA GRÁFICA (www.lopez-matito.com)