Rubén Pinar, con marchamo de torero caro

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Rubén Pinar, con marchamo de torero caro

Real Maestranza – Novillada con picadores de abono, Domingo 4 de Mayo de 2008

NOVILLOS: Se han lidiado cuatro novillos de la ganadería de Peralta, mal presentados, chicos y sin cuajo; y dos del Conde de la Maza -quinto y sexto, este último como sobrero-, bien presentados.

NOVILLEROS: Pepe Moral, de azul y oro, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
-Rubén Pinar, de malva y oro, una oreja y vuelta al ruedo.
-José Carlos Venegas, de verde y oro, silencio tras aviso y ovación.

INCIDENCIAS: Dos tercios de plaza.

Tras la demostración de un toreo muy depurado, templado y ligado, el debutante en esta plaza Rubén Pinar ha dejado una extraordinaria impresión. El albaceteño le ha cortado la oreja a su primer novillo y ha dado la vuelta al ruedo tras estoquear al quinto. Pepe Moral, con un mal lote, no ha podido lucirse, al igual que José Carlos Venegas.

Manuel Viera.-

Tiene Rubén Pinar una clara habilidad para sacar faena de donde parecía no haberla. A base de técnica y buen oficio consiguió finalmente su objetivo. Interesante trasteo servido con excelentes muletazos, más diestros que zurdos, el realizado por el albaceteño a su primer novillo, un feo, chico y escurrido animal con el hierro de Peralta. Faena, no cabe duda, determinada por un concepto muy depurado del toreo y una muy buena colocación que le permite trazar y ligar los pases con sentido e intensidad. Pinar tiene marchamo de torero caro. Lo demostró sin titubear. Seguro y no exento de valor templó embestidas y ligó pases con una lentitud pasmosa. Tan interesante faena concluyó con el verdadero broche de oro que significó la notable estocada. Y oreja ganada a ley.

Resultó admirable ver torear al debutante Rubén Pinar al quinto, un encastado, serio y bien hecho novillo del Conde de la Maza. De esta forma siempre está garantizada la emoción. El joven diestro de Tobarra la provocó de inmediato en los tendidos con un lento y acompasado toreo de capa.

Un toreo que también fue ejecutado con la tela roja con vigor y enorme firmeza, y que requirió la colaboración de un animal encastado y con la movilidad suficiente para permitir transmitir verdad a los tendidos. Lo tuvo el albaceteño y lo aprovechó con habilidad técnica y expresivas formas, que unidas al valor y a la ambición dieron como resultado una faena a derechas, de mano baja, con la tela barriendo el albero, muy templada, con ritmo, muy bien hilvanada y perfectamente rematada con lentísimos pases de pecho. Con sobrada naturalidad, Pinar, ejecutó un toreo contundente y de buen gusto. Dos descabellos fueron los culpables para no alcanzar mejor premio que la vuelta al ruedo.

La faena de Juan Carlos Venegas al sexto condeso, lidiado como sobrero, resultó algo aséptica. Los muchos y bien dibujados muletazos diestros habrían requerido una pizca más de autenticidad expresiva, con la emotividad que debe transmitir el ajuste del pase y el auténtico remate. Faena de circunstancias, y no por lo anodino de la infinidad de pases, sino por la forma inusual con la que la planteó a un novillo sin humillar, sosote y de escasa calidad en sus embestidas. Tampoco con la 'birria' que se corrió en tercer lugar dijo nada extraordinario con capote y muleta. Le puso enormes dosis de voluntad, utilizando después la espada con brevedad.

Es una lástima que a Pepe Moral le tocaran en suerte esta tarde dos novillos de Peralta chicos, sin presencia y, además, molestos y complicados. Es una lástima porque las formas del palaciego no son nada desdeñables. Sin embargo, sí se le puede pedir a quien sabe torear con seriedad, buena técnica y exigencia estética mayores sutilezas. La actuación de Moral no ha sido buena. Su toreo ha sido muy poco convincente, muy carente de emotividad, apuntando a veces demasiados riesgos, fundamentalmente el de las prisas, y es entonces cuando el muletazo de buen trazo deja de estar verdaderamente vivo, le falta pulso, no gusta, porque torear con prisas no es torear.

Pepe Moral no le cogió el temple al molesto cabeceo del primero, y aunque le echó ganas al complicado, por flojo, cuarto no pudo trazarle ni un solo pase bueno. A ambos novillos los mató mal.

Tras presenciar los abecerrados novillos de Peralta que saltaron al ruedo me pregunto cómo serían los rechazados. No es de recibo que en tan emblemática e importante plaza de toros se echen al ruedo tan impresentables animales. No son dignos para Sevilla, ni dignos de ser expuestos en manifiesto público. Tras el bajón en la presentación de algunas de las corridas de Feria, también en las novilladas se deja notar. Y así no se puede seguir.

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