Aclaraciones del apoderado de Morante

Barrera: «Las figuras cobran en Sevilla el mismo dinero que en plazas de tercera»

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El sevillano Antonio Barrera, apoderado de Morante.
El sevillano Antonio Barrera, apoderado de Morante.

El apoderado de Morante, el sevillano Antonio Barrera, ha aclarado cómo fueron las negociaciones con los empresarios de la Maestranza para tratar de alcanzar un acuerdo y vuelta a la normalidad. Barrera acusa claramente a Eduardo Canorea y Ramón Valencia de voluntad sincera de normalizar la situación, apelando por un cambio de empresario «que respete a los toreros». 

Redacción.-

     El apoderado de Morante de la Puebla, el torero sevillano Antonio Barrera, ha aclarado algunas de las razones de la nueva ausencia de Morante de la Puebla en la temporada sevillana por el conflicto abierto entre las principales figuras del toreo y los empresarios Eduardo Canorea y Ramóin Valencia.

     En una entrevista en el diario ‘La Razón’, Barrera afirma que las negociaciones con la empresa de Sevilla han sido «desilusionantes. Sobre el 14 de enero tenemos la primera reunión, que son veintitantos días después del primer movimiento público sobre contratación que hacen en la Feria. Hubo una llamada y disponibilidad absoluta por nuestra parte para reunirnos y negociar. Se habló de ganaderías. Primero de Resurrección y dos tardes más. Les pedí el sábado de preferia, porque el último año Morante cedió la fecha porque estaba programada la encerrona de Manzanares. Pedimos el sábado de preferia y me dicen que no, a pesar de que afirman que tienen todo libre y que no hay nadie contratado en firme. Aún así les pedimos que para que hubiera armonía avanzaran con el resto de las figuras y se hablara con ellas. Apuntamos cinco ganaderías para quedarnos con tres y que hubiera margen. Me dicen que han hablado con El Juli y que parece que va bien. Les pregunto por los demás, por los carteles, y me cuentan que el sistema empresarial de la Maestranza es cerrar una contratación y luego hacer otra. Yo les trasmití que es un momento delicado como para adaptarse y hacer las cosas con normalidad como se hacen en otras plazas…».

     Antonio Barrera, aunque no se pronuncia directamete, deja claro que no ha percibido en la empresa de Sevilla una voluntad sincera de cambiar y negociar una vuelta a la normalidad. «A los hechos me remito… Con este no avanzar, con esta incertidumbre de espera, de querer hacer de menos al uno y al otro en una guerra innecesaria y perjudicial… para arreglar esta situación entre torero y empresa era necesario mostrar voluntad, pero por ambas partes. Me hablan de San Miguel, y viernes y lunes de Feria. Morante lo puede asumir, pero me están dando las peores fechas. Les ofrezco la posibilidad de cinco tardes en caso de que quisiéramos ir a San Miguel, pero sin saber cómo van las otras negociaciones. Y veo que me dan hueco y me huele mal. Les pido un proyecto aproximado de los carteles para enseñárselos a José Antonio y que el maestro decida. Me dijeron que ningún torero del escalafón, salvo Manzanares, iría más de una tarde a Sevilla porque encarece el presupuesto de la Feria y esto es una empresa. Me dicen que no se han arreglado con Perera y que Juli dice que si no se arregla con todos, él tampoco va…»

     El apoderado de Morante habla del tema económico de forma directa. «Nunca se habló de dinero. Les dije desde el principio que ese no iba a ser el motivo de no arreglarnos, aunque el dinero que cobran las figuras en Sevilla es como el de muchas plazas de tercera«.

     La empresa le facilitó a Antonio Barrera el esbozo de la Feria de Abril, ya con las ausencias de Perera y El Juli, además de la habitual de José Tomás. «Le enseño los carteles a Morante y después de un suspiro cabizbajo se descorazonó y me dijo «ya hablaremos de Sevilla; ahora déjame». La sensación es que se quería salvar la Feria con Morante… Para Morante no ha habido decision más dura que tener que volver a decir que no… Quizá si hubieran llamado en los tiempos adecuados al resto de figuras y como merecen hubiera sido distinto…».

     Sobre los rumeros y algunas informaciones que apuntan a una estretegia del grupo que apodera a Morante y Talavante, cuyo máximo responsable es Alberto Bailleres, Antonio Barrera vuelve a ser tajante: «Es total y absolutamente mentira. Ni EMTSA ni la Fusión Internacional por la Tauromaquia han hecho ningún movimiento jamás y ni siquiera hemos tenido la intención, ni en una sola conversación. Si quisiéramos ser empresarios de Sevilla, aun sabiendo que es muy difícil, hubiéramos presentado un proyecto serio a las personas indicadas. Esto es una guerra sucia y lamentable por personas cercanas a la empresa».

     Sobre qué empresario sería entonces el adecado para una plaza como la Maestranza, Barrera afirma que «cualquier empresario que respete sería bueno para Sevilla. Me da igual uno que otro, pero que nos respete».

     Por último, comenta la polémica abierta por algunos mensajes privados enviados desde el móvil de Morante. «No voy a entrar en mensajes privados, pero lo que se habla entre dos personas es íntimo. Cualquiera que saca a la luz una conversación íntima deja en clara evidencia sus valores».

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