REAL MAESTRANZA - 11ª Feria de Abril

Sin segundas lecturas

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Juan José Padilla en el tercio de banderillas. (FOTO: lopezmatito.com)
Juan José Padilla en el tercio de banderillas. (FOTO: lopezmatito.com)

Anodina tarde de toros en la que El Cordobés ha dado una vuelta al ruedo y Juan José Padilla ha sido ovacionado. El Fandi, con el peor lote del festejo, fue silenciado tras sus faenas. Aceptable presentación de los toros de la ganadería de Torrestrella, destacando, por nobleza y juego, segundo y cuarto.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Torrestrella, el primero lidiado como sobrero, bien presentados, flojos y de juego dispar. Los mejores, segundo y cuarto. 

ESPADAS: -Manuel Díaz ‘El Cordobés’, de caña y oro, vuelta al ruedo tras petición y silencio.
Juan José Padilla, de grosella y oro, ovación tras petición y silencio.

David Fandila ‘El Fandi’, de grana y azabache, silencio y silencio.
   
INCIDENCIAS: Casi lleno.

 

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Juan José Padilla en el tercio de banderillas. (FOTO: lopezmatito.com)
Juan José Padilla en el tercio de banderillas. (FOTO: lopezmatito.com)

 

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AL NATURAL
Poco contenido

Francisco Mateos
LA CORRIDA, AL COMPÁS
De soles y farolillos

Fernando Naranjo
LA VOZ DEL ABONADO
Toreo bufo

Union Taurina de Abonados de Sevilla

 


Manuel Viera.-

     No se trata aquí de despreciar las formas de un torero de descarnado estilo y amante de la provocación que, a veces brutal, a veces tierno, siempre consigue no dejar indiferente a nadie. Además, no busca en su toreo segundas lecturas. El Cordobés, frenético y desbordante en ocasiones, resalta siempre en el ruedo la esencia estrambótica de su lidia. Con su carácter divertido y aproblemático, bañado por una cautivadora simpatía, consigue el disfrute de una gente predispuesta y festera. Claro que hay quien se deleita sin ínfulas con este toreo divertido, mordaz y de aires populares, porque lo popular nunca fue populachero, y porque no hay nada más intencionado que lo que muestra Manuel Díaz con sus singulares formas. Y todo hecho y dicho con soltura.

     Será por eso por lo que El Cordobés decidió hacer lo que se espera de él y lo que realmente le apetece. Y a tenor de lo visto, lo que le vino en gana lo hizo sin engañar a nadie. Sin escurrir el bulto toreó a su primero, un sobrero de Torrestella con tan poca fuerza como el devuelto, acompañando la noble embestida, a media altura, sin que en ningún momento le enganchara el burel la muleta, trazos y más trazos a derecha e izquierda, a pies juntos, con la tela atrasada. Arrimones y desplantes y, cómo no, su peculiar ‘salto de la rana’ con el que complació a un público que le aplaudió con fervor. Estocada caída y los tendidos de sol que se tiñen de blanco, mientras los de sombra ni se inmutan. No hay oreja, pero sí se concede por su cuenta una vuelta al ruedo que su gente le aclama.

     Al cuarto, un buen toro en el caballo y en la muleta, le dio Manuel tal recital de pases despegados y anodinos que cansó hasta a su gente. Bajo espadazo y raro silencio.

     Juan José Padilla volvió a mostrar argumentos sólidos y convincentes. Su valor nadie la pone en duda. Su ambición tampoco. Hasta perdió el sentido de la medida con el quinto en un vano esfuerzo por mostrar su enorme actitud. Al segundo, un toro noble, aunque tardo en su embestida, lo toreó con la izquierda de manera notable. Naturales largos, templados, hilvanados y rematados, mostraron sin reserva lo mejor de una faena bien planteada, de menor calado con la diestra, pero ambiciosa y de auténtico valor. Y como, además, banderilleó de forma admirable, con tres sensacionales pares de poder a poder y mató con total entrega, la oreja en su mano hacía justicia, pero el palco no la concedió. Con el apagado quinto, tras su buen tercio de banderillas, quiso y no pudo. Valiente como él solo, se eternizó en la demostración de valor y ganas hasta el punto de no ser aceptada por parte del público. Tras la estocada fue silenciado.


El Cordobés, frenético y desbordante en ocasiones, resalta siempre en el ruedo la esencia estrambótica de su lidia. Con su carácter divertido y aproblemático, bañado por una cautivadora simpatía, consigue el disfrute de una gente predispuesta y festera


     El Fandi confirmó, una vez más, su perfecta sintonía con el público. Su espectacular y certero tercio de banderillas resaltó sobremanera en una lidia sin demasiada importancia a sus dos complicados toros. Tras clavar de forma sensacional cuatro pares de garapullos al tercero, se adentró en un laberinto de pases sin conseguir doblegar el complicado cabeceo de un toro de corta embestida. Estocada y silencio.

     Con el sexto no dudó en las dos largas cambiadas de rodillas pegado a tablas, ni a la hora de clavar mezclando poderío físico y verdad. Después le fue imposible poner orden a las complejas y medias embestidas del toro de Torrestrella, No mató bien y fue silenciado.


AL NATURAL

Poco contenido

Francisco Mateos.-

     Es complicado sacar reflexiones positivas de la tarde de hoy. Me vengo a casa preocupado. Hablamos siempre de aficionados, pero en tardes como la de hoy me doy cuenta que los aficionados somos minoritarios y las plazas, los llenos, salvo puntuales plazas y en puntuales ocasiones, se llenan a base de un público sin conocimientos suficientes para valoraciones profundas, un público pasajero y eventual. No se entiende de otra forma la locura desatada con el simpático y buena persona de Manuel Díaz ‘El Cordobés’. Manolo ha sido sincero a sí mismo y ya se ha quitado complejos de años anteriores cuando toreaba en Sevilla: salto de la rana, desplantes, tirar los trastos, diálogos constante con los tendidos, faenas premeditadamente realizadas en el sol, medios muletazos de ‘destoreo’ para estropear sus dos buenos toros… Pero así es él, y así se ha presentado, sin ocultarlo. Y a la gente que ha venido hoy, en su mayoría, le gusta.

     Me quedo con el toreo templado de Padilla con el capote, con sus muletazos que han ganado en profundidad y hondura. Me quedo con la espectacularidad en banderillas de El Fandi; pero eso, espectacularidad, porque los buenos pares de banderillas en el toreo no son tan espectaculares pero sí más emotivos. Pero como espectáculo, casi de recortadores valencianos, me vale lo realizado por El Fandi.


LA VOZ DEL ABONADO

Toreo bufo

Unión Taurina de Abonados de Sevilla.-

     Hace algunos años, en la programación de todas las ferias se incluía al final del ciclo el clásico espectáculo cómico taurino musical, oferta que en la mayoría de las plazas ha desaparecido por circunstancias que no es momento de analizar. Pues bien, aquí en Sevilla este tipo de espectáculo sigue en el cartel. Se suele dar el sábado de farolillos donde acuden a la Feria criaturas de toda la piel de toro y, de paso por el Real para ver el paseo de caballos, se dan una vuelta por la plaza para ocupar el sitio de los abonados, los cuales desertan -y con razón-, y ayudan con su presencia a solventar el déficit de la corrida del Domingo de Resurrección y que la empresa Pagés no se encuentre ‘en bancarrota’.

     Todo estaba preparado para el gran festín de orejas y triunfalismo, pero llega el presidente del festejo y manda parar. Esta vez hay que alabar la actuación de don Fernando Fernández-Figueroa al devolver al primero, tullido total; y eso que nadie de los presente lo pidió. Luego, más tarde, no atendió peticiones de oreja del tendido de sol para El Cordobés y Padilla, aguantando sendas pitadas como debe hacer un buen usía.

     Aquello parecía y era lo que realmente programaron. La música tocando en faenas sin relieve alguno, pares de banderillas en carreras olímpicas, gesticulaciones de El Cordobés hacía la presidencia a modo de plaza de talanquera, espectadores dormidos a los que había que sostener para que no se cayeran hacía adelante. En fin, bochorno de tarde en la que contribuyó también un protagonista que no estaba previsto. Este actor, cuyo comportamiento no estaba en el guión, fueron los toros de Torrestrella, que en las últimas temporadas estaban saliendo encastados y que hoy fueron un hierro más de los habituales en la moda del toro flojo, bobalicón y por consiguiente ideal para este tipo de ópera bufa.

     Respecto al plano artístico queda dicho en el titulo de esta reseña. Aquello era un recital de mantazos de capa y muleta, sin absolutamente nada que resaltar y con las faenas todas de cara a los tendidos de sol para buscar el aplauso fácil que le hubiera permitido con otro presidente engordar el esportón de orejas que se llevan todas las temporadas para encabezar un escalafón que habla por sí solo de la decadencia de esta Fiesta.


LA CORRIDA, AL COMPÁS

De soles y farolillos

Fernando Naranjo.-

Sevilla y ‘Los Alburejos’
hoy se vuelven a citar.
Vuelve su casta ejemplar.
Ojalá vuelen los tejos
como negruzcos vencejos
cuando se arrastren postreros
Quiera Dios que a los toreros
en mutuo acuerdo fundidos
agasajen los tendidos
y que vuelen los sombreros.

También un sol de justicia
asolaba el tejadillo,
y el reloj del Baratillo
fiel con puntual avaricia
de rubores se desquicia
dando orden a los Zuluetas.
Mellizas ambas siluetas,
cruzan rasurado albero,
y en plateresco sombrero
la llave de oscura puerta.

Hoy tampoco fue completa
pero dieron emoción
y también su desazón.
La presidencia, coqueta,
¡a modestos enrabieta!
¡Qué pena de mi Sevilla
a cuestas con los trencillas
de rebotes nazarenos!
Solo premia a ‘sus’ más buenos
y no a los de ‘calderilla’.

 

El de herencia califal
fuera recreando su obra,
ya clásica y sin zozobra
en su estilo más cabal.
Tiene su ambiente social
y apartado de correos.
Ejecuta corcoveos,
mas siempre con sumo agrado
dejar su hechizo acuñado
consanguíneos maniqueos.

Como también el pirata,
revuelo del Guadalete,
siempre afanado promete
pues pone firme la ‘pata’.
Y su honradez lo delata
para empresas con vitola
su avatar de rompeolas.
Ulises tan marinero
y espada tan tesonero
no lo anuncian caracolas.

Elegante el nazarí
hoy no tuviera su lote,
más defendiera su islote
de azabache y carmesí.
Puso farpas de alhelí
cual granaíno profeta
y Sevilla lo respeta
cuando el gentío es cabal:
banderillero juncal
¡toda España lo respeta!


GALERÍA GRÁFICA (lopezmatito.com)

Manuel Díaz 'El Cordobés'.

Manuel Díaz 'El Cordobés'.

Manuel Díaz 'El Cordobés'.

Manuel Díaz 'El Cordobés'.

Manuel Díaz 'El Cordobés'.

Manuel Díaz 'El Cordobés'.

Juan José Padilla.

Juan José Padilla.

Juan José Padilla.

Juan José Padilla.

Juan José Padilla.

El Fandi.

El Fandi.

El Fandi.

El Fandi.

El Fandi.

 


 

OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

Los alguacilillos le entregan la llave al torilero. Los habituales colapsos por falta de escaleras suficientes. El torilero inspecciona el ruedo para abrir el portón.
A los veterinarios no les gusta este cartel; no han llenado su burladero. Tampoco la propia empresa ha colgado el 'No hay billetes' en el suyo. Y por supuesto menos aún les gusta a los maestrantes esta combinación de toreros.
Otro que se ha escaqueado hoy: el delegado de la Junta, Javier Fernández,... y su inseparable asesor. Quien no falta ningún día a su cita con la Maestranza es nuestro compañero Manuel Viera, autor de las crónicas. Siempre es agradable ver en los tendidos maestrantes caras bonitas que saben cómo arreglarse para ir a los toros.
Un elegante fotógrafo espontáneo en el burladero de la Junta de Andalucía. La sombra del toro y torero proyectada sobre el dorado albero. El Cordobés derrocha pura felicidad y simpatía en el ruedo.
El hierático presidente ha sembrado en el festejo de hoy la polémica. Ay, ay, ay.... Esos pitones que se abren al mínimo contacto... Otra muestra de algunos pitones de los toros lidiados hoy.


LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez)

El primero, de Torrestrella, devuelto. El sobrero primero, de Torrestrella. El segundo, de Torrestrella.
El tercero, de Torrestrella. El cuarto, de Torrestrella. El quinto, de Torrestrella.
El sexto, de Torrestrella.

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