Opinión

Un pedazo de cartel

domingo 2 enero, 2011

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A la izquierda, el cartel de la Feria 2011, y a la derecha el cartel taurino 2011.

«…José María Sicilia le ha quitado la cartera a los maestrantes tomándoles el pelo con un trozo de cartel de los toros que les ha cobrado a precio de cartel entero. Lo de Juan Valdés es lo que Sevilla entiende por un cartel, no una tomadura de pelo a unos señoritos que buscan una coartada moderna para que no les llamen fachas. Un cartel tópico, ¿pasa algo?…»

Antonio Burgos.-

Como la lengua española está de moda a causa de las chuminadas de la nueva Ortografía para uso de zoquetes que nos impone la Real Academia Española, que con estas cosas va a quedar a la altura de la Academia Ripollés… Como la lengua, digo, está de moda, no les extrañará que arranque hoy el artículo sosteniendo que un ‘trozo’ no es lo mismo que un ‘pedazo’. Aunque signifiquen lo mismo, no es igual un ‘trozo’ que un ‘pedazo’. Sobre todo si se aplica a Sevilla y a su cartelería. Y como si estuviéramos en clase y este recuadro fuera una pizarra, le pido prestada la tiza al montañés de la Taberna San José, y escribo en el encerado la explicación, con dos frases en las que uso ambas voces:

Trozo.- «José María Sicilia le ha quitado la cartera a los maestrantes tomándoles el pelo con un trozo de cartel de los toros que les ha cobrado a precio de cartel entero».
Pedazo.- «Juan Valdés ha pintado para la Feria del 2011 un pedazo de cartel».

Pero mejor que yo lo ha dicho la escultura de Pastora Imperio que está en la esquina de la calle O´Donnell. Sí, ese bronce de Pastora, verde como sus ojos de enamorar marajases de la India y zares de Rusia, habla. Habla por los brazos de Matilde Coral. Cuando la noche del recital de Miguel Poveda para Andex vi a Matilde Coral levantarse de la silla con su mantón, y levantar los brazos, y mover la gracia de sus manos, pensé que era el bronce de Pastora Imperio que había llegado al escenario del Maestranza. Y esas manos de la gracia hablaron cuando en el Ayuntamiento descubrieron el cartel de Feria de Juan Valdés. Dijeron los brazos de bronce de Pastora, por boca de Matilde:

-¡Esto es Sevilla!

Sí, señor. Lo de Juan Valdés es lo que Sevilla entiende por un cartel, no una tomadura de pelo a unos señoritos que buscan una coartada moderna para que no les llamen fachas. Un cartel tópico, ¿pasa algo? El sevillano sabe lo que tiene que ser un cartel y Juan Valdés, que nos conoce, lo ha pintado con su maestría. Esas dos flamencas que bailan en el cartel de Valdés están bailando desde siempre. Yo las he visto bailar en ‘Fiesta en Sevilla’ de Bacarisas. Yo las he visto en ‘Baile por bulerías’ de García Ramos. Y esa cornucopia del fondo, con Giralda, la he visto muchas veces en Hohenleiter. Y esos farolillos y listas de casetas los he visto en Juan Miguel Sánchez, pura vanguardia de las vanguardias.

El cartel de Juan Valdés es justo lo contrario que la campaña ‘Andalucía 10’ de la Junta, derroche que quiere acabar con la Andalucía de toda la vida… menos con el paro. El cartel de Valdés invita a venir a Sevilla, a vivir la Feria. Es, por tanto, una contribución para el crecimiento del PIB mucho más importante que los despilfarros de la Junta. El turismo del que Sevilla vive viene para ver lo que Juan Valdés ha pintado, no las ‘Setas’ de la Encarnación. Francisco Correal lo ha clavado: «Nadie viene a Sevilla para ver cómo se hacen los aviones. La gente coge los aviones para ver cómo se hace Sevilla».

Pues se hace con gestos como la valentía artística de Juan Valdés, pues es heroico pintar algo tan clásico y tan nuestro como ese pedazo de cartel frente a la dictadura de los cretinos de la modernidad que dicen que lo progre es un trocito de cartel con el papel en blanco y arriba los valleinclanescos cuernos de Don Friolera, por no citar otros cuernos de aquí de Sevilla en los que está usted pensando…

*Antonio Burgos es periodista y escritor sevillano. / Publicado en ABC-Sevilla.

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