ESCÁNDALO en la Maestranza

Los tres veterinarios aprobaron como ‘apto’ el toro «despitorrado» de Zalduendo

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Los tres veterinarios dan como 'apto' el toro de Zalduendo número 91, que un mes antes fue rechazado en Bilbao por estar 'despitorrado'.
Los tres veterinarios dan como 'apto' el toro de Zalduendo número 91, que un mes antes fue rechazado en Bilbao por estar 'despitorrado'.

Ninguno de los tres veterinarios que reconocieron la corrida de Zalduendo en el pasado ciclo de San Miguel observó anomalía alguna en el toro número 91, al que dieron como apto de forma unánime. Sin embargo, un certificado del Gobierno Vasco reconoce que, un mes antes, el toro fue rechazado en Bilbao por tener el asta derecha «despitorrada».

Francisco Mateos.-

     La Unión Taurina de Abonados y Aficionados de Sevilla al fin ha recibido las actas de los tres veterinarios que actuaron en el reconocimiento en la plaza de toros de Sevilla en la corrida de toros de Zalduendo del pasado ciclo de San Miguel. Las actas de los tres facultativos –Francisco Herrera, Alfredo Luzardo y José González-Aguilar Palomeque– son idénticas, y los tres veterinarios sevillanos dieron como ‘apto’ al toro de Zalduendo marcado con el número 91, de forma que ninguno de ellos observara anomalía alguna en sus defensas.

     Sin embargo, tal y como demostró SEVILLA TAURINA mediante un certificado remitido por el Gobierno Vasco (VER), ese toro había sido rechazado en el segundo reconocimiento veterinario en la plaza de Bilbao un mes antes, ya que debió derrotar de forma importante en los corrales porque el día de la corrida por la mañana apareció con el pitón derecho completamente «despitortrado», lo que inmediatamente supuso el rechazo del toro y su devolución en el campo.

     En ese mes que permaneció en el campo algo debió ocurrir para que el toro llegara a los corrales de la plaza de Sevilla aparentemente ‘intacto’, de tal forma que los veterinarios no supieron darse cuenta de que el toro había sufrido esa importante lesión en su asta derecha. A pesar de que los veterinarios observan a los toros en el corral de reconocimiento a escasa distancia, a través de las troneras de unos burladeros, ninguno de los tres facultativos ‘sospechó’ ni tan siquiera que el toro hubiera sido ‘limpiado’ o ‘tocado’ en sus defensas, sino que lo dieron perfectamente como íntegro.

     Tras conocerses a través de la Unión Taurina de Abonados de Sevilla, el contenido de estas actas veterinarias, el caso se enreda aún más, ya que cabría preguntarse la responsabilidad de los tres veterinarios que no se ‘dieron’ cuenta de una posible manipulación -o limpieza de astas ‘no autorizadas’– de este toro número 91 de Zalduendo, ya que de lo que no cabe duda es de que el toro se «despitorró» en los corrales de la plaza de Bilbao. El toro fue aprobado en Sevilla un mes después en Sevilla y saltó al ruedo. Los tres veterinarios sevillanos estaban tan ‘seguros’ de su integridad que ni se les ocurrió enviar sus astas para su análisis post-mortem.

     La Delegación de la Junta de Andalucía en Sevilla anunció hace un mes una especie de ‘investigación’ sobre el caso (VER), obligada por las pruebas aportadas por SEVILLA TAURINA y la petición expresa en tal sentido de la Unión de Abonados, de la que no se sabe aún absolutamente nada por la falta de información habitual en la Delegación que dirige la delegada Carmen Tovar, que es la responsable de nombrar -en ocasiones de forma muy caprichosa- a los veterinarios de Sevilla. En el comunicado remitido a la Unión de Abonados de Sevilla y en comunicaciones telefónicas posteriores, la Delegación ha asegurado que está dispuesta «a llegar hasta el final con la investigación y depurar las responsabilidades que pudieran derivarse» de este festejo que presidió Gabriel Fernández Rey.


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