Tres bollos para la gloria

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«…Yo le mangué a mi madre tres bollos de pan y se los vendí al dueño de un restaurante. Con aquel dinero fui a ver la alternativa de Manolo Vázquez porque, como él, yo también quería ser torero, torero como los Vázquez, como Joselito. Torero para dar a mi familia una vida mejor. Ese era mi sueño…»

Antonio Tornay.-

     Desde Gelves a Sevilla se fue andando. Le empujaba su sentimiento. O quizás era el espíritu de Joselito ‘El Gallo’ y su leyenda quien le llevaba a la conquista del mundo. Gelves es su pueblo natal, allí hay una maravillosa plaza que lleva su nombre y un monumento, incluido un toro, rodeado de buganvillas, digna de ver.

     Era, es, un hombre humilde que pretendía sacar adelante a su familia en aquel país que es el nuestro en que unos, pocos, eran muy ricos y otros, muchos, muy pobres. No sé si con alegría o arrepentimiento, pero se emociona al recordarlo. Allí, junto a la buganvilla, junto al toro de Gelves, justo a la hora en que el sol toma el burladero del horizonte y los viejos jornaleros plegaban sus quehaceres.

Yo le mangué a mi madre tres bollos de pan y se los vendí al dueño de un restaurante. Con aquel dinero fui a ver la alternativa de Manolo Vázquez porque, como él, yo también quería ser torero, torero como los Vázquez, como Joselito. Torero para dar a mi familia una vida mejor. Ese era mi sueño.

¿Y…? -le pregunté-.

Toreé de novillero, sí, me dieron oportunidades para haberlo conseguido. No fui capaz. El toro y el toreo es algo muy serio, a mí me faltó valor y creo que algo más… para haber sido gente en el toreo.

¿Le duele?

No. Ni me arrepiento. Me duele lo que le quieren hacer ahora al toreo. No se lo merece. El toreo siempre fue ilusión. Ilusión por dejar de ser pobre, ilusión para sobrevivir, la ilusión de soñar, ilusión por hacer lo que otros no son capaces… Al toreo le debemos reconocimiento incluso los que no fuimos gente entre su gente.

Entiendo.

Yo le mangué a mi madre tres bollos de pan… Siempre lo recuerdo pero nunca me arrepentí de lo que hice.

Tres bollos para la gloria.

Eso. A veces imagino que lo he conseguido… y sólo eso merece la pena.


*Antonio Tornay es aficionado y ganadero sevillano.

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