Calor y sopor en tarde sin contenido

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Calor y sopor en tarde sin contenido

 

Real Maestranza – Novillada con picadores, Domingo 4 de Octubre de 2009

 

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de José Luis Pereda y La Dehesilla -primero y cuarto-, de aceptable presentación, aunque deslucidos por flojos, mansos y descastados. Destacó el noble quinto

NOVILLEROS:Martín Núñez, de turquesa y oro con los remates en negro, vuelta al ruedo, ovación tras aviso y silencio en e que mató por Joubert.
Javier Cortés, de verde y oro, saludos y silencio.
Thomás Joubert, de malva y oro, silencio y cogido.

INCIDENCIAS: Menos de un cuarto de plaza. Thomás Joubert fue cogido por el sexto en el escroto, «con penetración en bolsa testicular izquierda, evisceración del testículo y contundiendo el cordón espermático. Se exploran posibles trayectorias ascendentes sin encontrar ninguna. Se realiza limpieza y sutura, colocando un drenaje en cada bolsa y haciéndole profilaxis antibiótica. Pronóstico menos grave».

Thomás Joubert ha sido herido en el escroto de pronóstico menos grave. El francés no aportó nada nuevo esta tarde en Sevilla, aunque sus formas volvieron a dejarse llevar por su característico toreo basado en la quietud. Los utreros mansos y descastados de José Luis Pereda han deslucido la tarde. Martín Núñez ha dado la única vuelta al ruedo tras mostrarse indeciso y nervioso, dejando detalles de sus personales formas. El debutante Javier Cortés demostró más raza que oficio y dejó oculto su posible toreo en el valor y las ganas.


Martín Nuiñez en un derechazo al primero
FOTO: Matito.

Manuel Viera.-

Ha sido esta una tarde impropia de otoño. Calor, mucho calor en la Maestranza. Y sopor. Mucho sopor en un espectáculo anodino y sin contenido. Los bien presentados novillos de José Luis Pereda se quedaron en eso: en presencia. La mansedumbre y la falta de casta marcaron el último festejo menor de la temporada en Sevilla. Y a las desganadas embestidas de los pupilos del ganadero onubense se les unió la excesiva presión con la que salió a la plaza el sevillano Martín Núñez, la escasa técnica de un enrazado Javier Cortés y el extraño valor de un despistado Thomás Joubert, que terminó en la enfermería con una cornada en el escroto.

Poco más se puede contar de un festejo que tenía el interés de volver a ver las notables maneras ya mostradas por un sevillano, la no menos notables formas de un francés ‘acastellado’ y el optimismo ante el toreo de un madrileño con triunfo reciente en Madrid. Y a pesar de ello, todo fue silencio. Silencio sólo roto por los seguidores de Martín Núñez, que venían dispuestos, pese a todo, a elevar a su torero a las alturas. Pero he aquí que al gitano sevillano le pesó la responsabilidad de la tarde. El sí porque sí. El conseguir, hoy, un puesto para mañana. Es decir: estar en la próxima Feria de Abril. Y esto atenazó su toreo. Lo hizo menos flexible. Fue menos natural. Con el manso y complicado primero anduvo decidido pero poco seguro. Toreó despacio a


Pase a piés juntos de Cortés al segundo .
FOTO: Matito

la verónica y anduvo acelerado a veces con la muleta, no pudiendo darle continuidad a una faena en la que algún que otro lento y hondo muletazo diestro se perdió entre otros muchos anodinos y banales. El nerviosismo y falta de oficio se hizo notar ante las complicadas embestidas del novillo de La Dehesilla. Aguantó después en los de pecho, trazados con su peculiar estilo, pero no tuvo la capacidad necesaria para transmitir a los tendidos su emotivo toreo. Una estocada desprendida desató el júbilo en sus seguidores, hasta tal punto de hacerle dar la vuelta al ruedo tras pedirle una oreja que no venía a cuento.

Y con el flojo cuarto lo intentó todo. Martín Núñez volvió a torear despacio con la capa. Aprovechó la clase y el buen tranco del utrero de La Dehesilla esperándolo en los medios para hacérselo pasar con pase cambiado por la espalda. Le dio uno; al segundo el novillo rodó por los suelos. Y así imposible. Todo lo que intentó y pudo hacer el sevillano careció de emoción. En su haber el largo y sentido natural y el no menos elegante toreo diestro. Mató mal y aguantó una desagradable agonía del animal sin decidirse a finiquitar con el descabello. Feos detalles que se han de evitar.

Javier Cortés demostró más raza que oficio. Su toreo quedó posiblemente oculto por el valor y las ganas. Su escasa técnica le hizo, quizá, llevarse más de un susto. No obstante el debutante madrileño estuvo solvente con el manso


Momento de la cornada sufrida por Tomasito
FOTO: Matito.

segundo, un novillo que se le colaba de mala manera y le topaba los engaños con complicadas embestidas. Unos muletazos diestros con la figura erguida destacaron de una faena porfiona y deshilvanada. Le ovacionaron tras estocada precedida de pinchazo. Y con el noble quinto no estuvo bien. Hizo concebir esperanzas en un prólogo de faena en la que intercaló buenos muletazos por alto y por abajo. Después todo quedó en vanos intentos a derecha e izquierda. La intermitencia del trasteo, con demasiados enganchones, fue tónica general en una faena que se quedó en el escueto prólogo y en el epílogo del trazo del natural a pies justos. La espada se le atravesó.

Thomás Joubert no aportó nada extraordinariamente nuevo, aunque sus formas se dejaron llevar por un característico toreo, en el que el valor y la quietud se hacen imprescindibles. Sin embargo, poco lo pudo demostrar con el manso y descastado tercero. Los topetazos a la tela se sucedieron tanto a derecha como a izquierda, sin que el francés nos dejara intuir que no todo lo que hacía era necesariamente banal. Tras pinchazo y estocada el silencio se hizo notar. Con el tardo y rajado sexto, al que dejó sin picar, quiso de nuevo dejar constancia de su tauromaquia. Volvió a quedarse quieto, y aunque los muletazos carecieron de emoción, sí estuvo infinitamente decidido, aunque quizás demasiado despistado en su valor, hasta tal punto de llevarse el sinsabor de la cogida. De un feo espadazo terminó con el manso su compañero Martín Núñez.

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AL NATURAL

Los pequeños detalles…

Francisco Mateos.-

En una plaza de la categoría e importancia de la Real Maestranza sevillana, los pequeños detalles cobran su real importancia. Aquí se mima lo más mínimo. Por eso chocó cuando la empresa dio a conocer las combinaciones de los carteles -feas y raras- de las tres novilladas de septiembre que no se aclarara quien era Thomás Joubert, que a más de uno -me incluyo- nos despistó, ya que se trataba de Tomasito, que debe haber crecido el muchacho y quiere desprenderse del diminutivo. O que no se nos informara sobre quién era el tal Fernando Labastida, un perfecto desconocido que a la postre resultó ser un mexicanito que debutaba en España directamente en la Maestranza (¡menuda potra!… o enchufe); de familia ganadera y solvente, eso sí.

En la novillada de hoy -aburrida novillada-, dentro de su programa ‘oficial’, se anunciaba el cartel del próximo festejo, que será el último del año. Para esa corrida del 12 de octubre se informaba ‘oficialmente’ que el cartel está compuesto por toros de San Miguel para Salvador Cortés, Luis Bolívar y Rubén Pinar. Y no es así, puesto que Salvador Cortés Tomó la alternativa un año después que el colombiano. Es decir, que el orden correcto es Bolívar, Cortés y Pinar. No dejan de ser unos meros detalles pero, tratándose de la plaza de la que se trata, se deberían cuidar de forma exquisita.

 

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Comentarios disponibles:
Fecha: 2009-10-06 10:32:47 Autor: L.C. Martín
Yo no estuve en Sevilla el domingo, me quedé viendo a Carmona en Osuna, pero vuelvo a leer al Sr. Viera que Tomas Joubert es acastellado y ahora viendo las fotos de los naturales aqui no veo ninguno como los de Castella, si los comparamos con los que dió en Madrid el sábado no se parecen nada, a mi me parece que el chaval tira más para José Tomás, por no decir que es un calquito

Fecha: 2009-10-05 08:16:24 Autor: Kapy
Al cuarto novillo, creo que le sobro el tercer par,ya tenia dos pares y se protesto por flojo,y de Martin Nuñez, alguire debia de decirle, que las vueltas al ruedo por su cuenta se esta engañando el solo…

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