OPINIÓN: Serlo y parecerlo

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«…Serlo y parecerlo. Así debía ser la mujer del César. Ser la mujer del César y, además, parecerlo, que era aún más importante. Un jurado debe ser objetivo y, además, parecerlo. Plaza madrileña, alumnos madrileños, premios de una fundación madrileña,… y un sevillano que torea bien… Algo se les había salido de cuadro y previsiones…»


Sotillo, al fondo, observa absorto la entrega del premio.
FOTO: Paloma Aguilar (burladero.com).

Francisco Mateos.-

     Curioso el resultado final del ciclo 'La Oportunidad' de Vistalegre, en Madrid. El jurado -desconozco quiénes lo componen- eligió a dos de los tres finalistas: Gómez del Pilar, un destacado alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid; y Tomasito, alumno de Arles. Estaba entre los participantes del ciclo el sevillano Daniel Sotillo, el último joven valor sacado de la Escuela de Tauromaquia de Écija, esa pequeña factoría de hacer buenos toreros que 'engrasa' perfectamente Pepe Luis Vargas. Había cortado una oreja, pero parece que ello no fue suficiente para incluirlo en la final por el prestigioso y exigente jurado.

     El tercero de los finalistas, afortunadamente, no lo elegía el jurado, sino que era elegido de la forma más democrática posible: por el público. A través de votaciones directas en la plaza y de los modernos SMS (textos de mensajes desde móvil) se daba la posibilidad de elegir al que cada aficionado consideraba que había sido el mejor. La sorpresa fue que ni Tomasito ni Gómez del Pilar (los dos elegidos por el jurado como primeros finalistas) estaban en las preferencias del público asistente, sino el sevillano Daniel Sotillo, al que no habían elegido. Fue el más votado y con diferencia: obtuvo casi el doble de votos que Gómez del Pilar, segundo en las preferencias del público. Es más, el tercero preferido por el público no fue Tomasito, sino el también sevillano Francisco Javier Ortiz, de la Escuela de Espartinas; Tomasito no aparecía hasta el séptimo lugar.

     De esta forma, y gracias al voto popular, la final contó con un sevillano, Daniel Sotillo, junto a los elegidos por el 'experto' jurado: el madrileño Gómez del Pilar y el francés Tomasito. Si se hubiera tenido en cuenta sólo el voto del público habría estado otro sevillano: Francisco Javier Ortiz, en lugar de Tomasito.

     La final, celebrada ayer en Vistalegre, deparó de nuevo una buena actuación de Gómez del Pilar y de Daniel Sotillo. No estuve allí y las referencias que tengo son las crónicas de los compañeros que allí presenciaron el festejo. Parece que Sotillo estuvo algo mejor que el madrileño, pero como eso es algo subjetivo, mejor fijarse en el resultado de trofeos: Daniel Sotillo, oreja y vuelta al ruedo; Gómez del Pilar, palmas y oreja. Está claro que el que ha obtenido mejor balance ha sido el sevillano Sotillo. Pues no; para el prestigioso jurado ha sido el madrileño Gómez del Pilar, al que han nombrado 'Triunfador' del ciclo, obviando el mejor resultado claro y objetivo logrado por el alumno de Écija. Una lástima que no se dejase en esta ocasión 'hablar' con sus votos a los aficionados… Como ya sabían que sus preferencias era Sotillo…

     Este ciclo se celebra en una plaza madrileña, auspiciado en gran parte por la Fundación 'El Juli', que es una fundación madrileña, y El Juli precisamente es uno de los productos estrellas de la Escuela de Madrid. Parece que el 'Triunfador' tenía que ser un alumno madrileño sí o sí. Por eso, la cara de Sotillo cuando le entregaba el madrileño El Juli al madrileño Gómez del Pilar el vestido de luces era todo un poema; era su vestido el que estaban entregando. El alumno de Écija se queda sin vestido y sin el premio de torear con las figuras en el festival del 5 de abril en esta misma plaza, que es mayor premio aún. Ojalá se hubiera dejado hablar al público, como cuando eligió para la final al sevillano, muy por delante del madrileño.

     Serlo y parecerlo. Así debía ser la mujer del César. Ser la mujer del César y, además, parecerlo, que era aún más importante. Un jurado debe ser objetivo y, además, parecerlo. Plaza madrileña, alumnos madrileños, premios de una fundación madrileña,… y un sevillano que torea bien… Algo se les había salido de cuadro y previsiones.

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